COMPAÑEROS DE CAMPSARED



"Podeis decir lo que pensais de vuestros encargados, de los objetivos, de la venta activa, de los cursos, de Sumando valores, seguridad, promotores del cambio, sindicatos, y todo lo que querais. Hubo en tiempos un blog de un compañero en donde mucha gente dejó sus comentarios, hoy no existe y como alternativa nace CAMPSARED BLOG, para reunir a todos los que somos COMPAÑEROS DE CAMPSARED"

Este blog, como indica en la cabecera, originariamente fue creado por un compañero llamado EXPENDEDOR-VENDEDOR el 20 de noviembre de 2008 pero problemas técnicos le impidieron actualizarlo, lo que dio pie a la creación de esta segunda etapa renovada que es la que se abre a continuación.
Como aquel, mantiene la idea de tener una plataforma de comunicación, de reivindicación y sobre todo un medio de expresión para todos los trabajadores de CAMPSARED y de REPSOL, y a la que quedan invitados cualquiera de los trabajadores de EESS sean cuales sean sus marcas.

Bienvenidos todos a este foro de diálogo e información.

Recordar que si visitais esta página por primera vez, para conocer el contenido completo de este blog desde su nacimiento, deberíais comenzar por el antiguo blog pinchando en este enlace:

'www.campsaredsprint.blogspot.com'





20 de abril de 2013

¿HE DICHO CRISIS?

Cada viernes o sábado, se da el pistoletazo de salida, y la crisis se queda sóla en casa, alimentada únicamente por los diarios y las noticias de la tele, mientras la gente forma caravanas en todas las salidas, como si trataran de escapar del desastre, como si padeciesen pánico nuclear. La escapada del finde, es un Ibuprofeno que le metemos a la vida, un placebo que hace olvidar las penas, y la ruina, y que como las fotos de los niños, sólo aparece cuando abrimos la cartera y entre Pablito y Laura, emerge el rostro sonriente de la crisis, advirtiéndonos que hay poca liquidez, que andemos cautos, que no está la cosa para bromas.

Eso deben pensar los que repostan, aunque tengan un coche que cuesta más que mi hipoteca, "Ojito, no te pases", debe chistarles la Blackberry, y ellos juiciosos, y obedientes, repiten NO y que NO, con tanto aplomo que ya hubiese querido mostrar Pedro, cuando le interrogaron por Jesús, el nazareno.

La gente ha aprendido a decir que no. Se cuadran y no hay forma,  tienes que andar bien listo, para que no te vendan ellos algo a ti. Se comportan como un ligue difícil, se acabaron las fórmulas de siempre, se han vuelto estrechos, y es laborioso llevártelos al huerto. La 'cópula', supone un éxtasis muy raro de lograr, me refiero a una venta buena, del que se lleva varias cosas sin remordimiento y sin aprecio, como si fueras un perista que le ofrece unas gangas imposibles de rechazar. Esos clientes, han pasado a la historia, se los comió la crisis de un bocado a las primeras de cambio; después lanzó un eructo para que pudiésemos al menos venderles algún frasco de almendras.

Con este panorama, el de que hay mucho ruido (o coches), pero muy pocas nueces o ganas de comprar, nos enfrentamos cada día comprendiendo el problema, pero dejándolo de un lado, por que a nosotros, si comen nitos fritos nos da igual, lo que queremos es que se dejen si es posible el sueldo entero y parte de la paga en loterías o en caprichos para que el encargado nos haga unas caricias en el lomo diciéndonos lo buenos que somos.

Cada fin de semana la gente sale, si, y en masa, con coches estupendos y hasta ropa de marca fantástica y carísima, pero en el fondo, la cartera que llevan es la de un mochilero que se come un bocata bajo la sombra de un olivo. Le han puesto las cadenas y la conciencia no les deja meter mano y gastar con alegría. Y los taimados charlatanes de las gasolineras se las ven y se las desean para arrancarles unas monedas en caprichos del paladar. Por que además, todos los que viajan tienen sus padres o sus suegros, o una parcela que, como el cuerno de la abundancia, da de todo, melones, aceitunas, espárragos y hasta jamones más ricos que los nuestros. ¡Qué no tendrán allá en los pueblos que quiera yo venderles a precio de gourmet!

Con la crisis, la gente ha vuelto a los valores que tenían sus abuelos, austeros en los vicios, cicateros en los gastos superfluos, pendientes como nunca de ahorrarse centimillos, "¡Que cara teneis la gasolina! En Argamasilla de Calatrava cuesta la mitad" ¡Vaya por Dios!, pero no estás en allí, ni en Huelva, ni en La Manga, sino en la agreste  llanura burgalesa, ¡Qué le vamos a hacer! ¿Le cobro?
No, que no, que no me llevo nada te replican, y ¿no regalais algo? añaden.  Si hombre si, besos y abrazos, ¿qué más quieres, abrazos gratis, y palabras de amor si es que te llevas un lote de Sps?. Las invitaciones pasaron a la historia, y no hizo falta reformar nada, fue un acuerdo tácito: los regalos en casa, y por tu cumpleaños. Eso si,  ofréceles una tarjeta con descuento o algún cupón de ahorro, que andarán bien despiertos para que les apliques la rebaja al día siguiente sin faltar. ¿Le pongo un...?, que no, que no, pero ¿Me has hecho el descuento? ¿Y usted ha hecho el gasto que me demandan? Pues no hay descuento leches, me dan ganas de contestarles, pero luego me ablando, "Si hombre si, te he quitado los treinta céntimos, puedes dormir tranquilo. Venta tira..."

Estamos apañados, cada vez que entra un cliente por la puerta, aquello es como un duelo, se ralentiza el movimiento, nos miramos, yo disparo mis ofertas verbales, y el cliente sus pretextos, que si, que no, que caiga un chaparrón con azúcar y turrón. Generalmente  éste se marcha, y el que se queda remojado y chorreando desconsuelo soy yo. Otro que se me escapa, otro que no me compra, Santa María de la Crisis no me quiere, ¡Virgencita, virgencita, que se rompa la racha! Quiero ser productivo para que me den un azucarillo con mi próxima nómina.
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9 de abril de 2013

DIRECCIÓN EQUIVOCADA

Por Vendedor Activo

Alguna vez lo he hablado con diferentes compañeros: La empresa (entiéndase la estación de servicio de cada cual) gana más dinero en un litro de cerveza vendido que en un litro de combustible cualquiera, debido al margen comercial.

Dicho esto, que es de una claridad meridiana, es lógico pensar que si haces lo posible por que te compren productos, sobre todo los de mayor margen, a la estación, como negocio particular, no le resultará difícil afrontar los diferentes gastos mensuales (suministros, personal, seguridad, reparaciones, etc.).

Eso es tener mentalidad comercial (Y dos dedos de frente).

Agobiar al cliente enarbolando la bandera de la ambición y la competitividad agresiva entre propios compañeros es, a la larga, improductivo, y el tiempo nos está dando la razón. Los resultados son catastróficos a nivel general, y la culpa, la tiene la contumacia de nuestros dirigentes, que aprietan al personal para que repitamos como loros promociones, ofertas y productos que requieren mayor reflexión de compra que los dos minutos escasos por cliente, que tenemos. Y encima les hartamos.

Me da igual que me paguen o no por cantar como un niño de San Ildefonso. Lo seguiré haciendo si tengo oxígeno para ello y no ofendo al cliente. Tal como lo he hecho hasta ahora.

Y si quieren largarme porque con lo que vendo no les pago sus chalets en la sierra, pues que me larguen, o que me echen un cable. A lo mejor alguna cabeza pensante repone estanterías con mejor estilo que yo (lo dudo).

Con lo que he aprendido aquí estos años, tengo curriculum de sobra para trabajar en un Mercadona o montarme mi propio chiringuito.

Comentario de Vendedor Activo, en CAMPSARED BLOG en Jul 29, 2012 08:48 PM

EL TIEMPO HA DEMOSTRADO QUE ES MEJOR VENDER PRIMERO PRODUCTOS CON MEJOR MARGEN QUE LAS LOTERÍAS.



¡¡¡¡AYYYYYYYYYY
QUÉ DUROS DE MOLLERA!!!!

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1 de abril de 2013

MUERTE A LOS SINDICATOS

Como últimamente los sindicatos no tienen muy buena prensa, voy a echarles un cable, recogiendo aquí este comentario de Iñaki Gabilondo publicado el viernes 4 de enero de 2013, por S.P.V. Sevilla.

Decir, que con todo, no cabe sino una respuesta clara y directa de los mismos sindicatos, y como dice otro artículo de Joaquim González Muntadas con frases como éstas: "Los sindicatos tienen que hacer un esfuerzo muy especial para aclarar a quienes las últimas noticias pueden haber producido preocupación o incluso decepción [...]. Deben explicar su trabajo con la cabeza bien alta, deben explicar que cuando intervienen en los expedientes de crisis de una empresa, han cobrado, cobran y seguirán cobrando por los servicios y el trabajo que prestan sus abogados, sus economistas, sus técnicos, sus actuarios y sus sindicalistas. Los sindicatos deben hacer un esfuerzo para explicar su función legitima y legal..."

El futuro no vendrá sino a clarificar la función de estos mediante leyes de transparencia que apoyo y al mismo tiempo exijo, y que redundarán en la credibilidad de su trabajo. Mientras tanto, os dejo con este artículo que también podeis escuchar en el enlace del final

Muerte a los sindicatos

viernes, 4 de enero de 2013 
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Nueva moda. Rajar de los sindicalistas. Algo fácil y barato, por cierto. Lo llevan en la solapa ciertos políticos, lanzando mensajes subliminales sobre su actual falta de utilidad para los trabajadores, politización, corrupción, derroche económico… Resulta curioso: Los mismos que alientan al escarnio público, suelen lanzar piedras cargadas por sus propias mezquindades. Además, la destrucción del sindicalismo hace mucho más fácil la labor de los gobernantes, sin movilizaciones ni huelgas, especialmente la de quienes dirigen tras la cortina. Qué bien estaríamos si no existieran los sindicatos, piensan algunos. El problema es que esa frase por la que suspiran los gobernantes “Qué bien estaríamos sin sindicatos” empieza a calar entre la gente de a pie, con un discurso cargado de improperios, gritos, oportunismo, mala leche y, sobre todo, un enorme vacío de argumentos que se resume en: “Para lo que hacen, mejor que no hagan nada”, “Por mi los echaba a todos y los ponía a trabajar”, “Están vendidos, no se mueven, no están con los trabajadores”… Luego terminan reservándote para el final el placer de oír la raída historia de: “Conozco a uno que está de liberado sindical…”.

Confesar ser liberado sindical, en estos tiempos que corren, es un auténtico pecado capital. Mejor inventar cualquier otra cosa antes de que te descubran. Te pueden acechar en cualquier esquina, a cualquier hora: sacando dinero, haciendo la compra, recogiendo a tus hijos en el colegio… Cualquier lugar y excusa es buena, para utilizar como insulto la palabra “sindicalista”. Se puede ser banquero chupasangre, se puede ser político en cualquiera de sus muchos cargos (concejal, alcalde, o delegado provincial…) y trincar todo lo que se quiera, aceptar sobornos y trajes, realizar chantajes, revender terrenos públicos, recortarle el sueldo a los trabajadores o directamente despedirlos sin indemnización… Se puede, incluso, aumentar el recibo de la luz a los pensionistas hasta asfixiarlos, o salir en fotos besando niños y ancianos mientras los colegios y asilos se caen a trozos, cobrar dos o tres sueldos en tres cargos diferentes, declarar a hacienda que se está arruinado mientras se cobra de mil chanchullos distintos, para que su hijo obtenga la beca que le permita comprarse una moto a costa del Estado. En este maldito país se puede ser lo que se quiera, pero no sindicalista.

Nadie se acuerda ya de la última huelga, aquella en que nadie de la empresa fue, excepto los dos afiliados que perdieron el sueldo de aquel día, para que luego se firmara un acuerdo que les subió el sueldo a todos. Incluso a aquellos que escupieron sobre la huelga. O de Luís, ese hombre que estuvo 30 años cotizando, y que gracias a la pre-jubilación que se consiguió en su momento, puede ahora, con 60 años y despedido de su puesto, tirar para adelante sin necesidad de buscar un trabajo que nadie le ofrecería. Recuerden también a Marta, la chica de 23 años que estuvo aguantando un jefe miserable con aliento a coñac, que le obligaba a hacer más horas extras para tener un momento de intimidad donde poder acosarla mientras le recordaba cuándo le vencía el contrato. Hasta que su mejor amiga la llevó al sindicato y, gracias a una liberada sindical, ahora el tipo ha tenido que indemnizarla hasta por respirar.

Son muchos los que les deben algo a los sindicatos, y a los sindicalistas: El maestro que pudo denunciar al padre que le pegó en la puerta del colegio, los trabajadores que consiguieron que no les echaran de la RENAULT, la chica que pudo exigir el cumplimiento de su baja por maternidad en su supermercado…Porque también fue una liberada sindical la que se puso al teléfono el día en que despidieron a Julia, la chica de la tienda de fotos, y le ayudó a ser indemnizada como estipulan los convenios; y aquel otro joven que movió cielo y tierra para arreglarle los papeles al abuelo para procurarle una paga medio-decente, porque los usureros de hace 30 años no lo aseguraban en ningún trabajo. Para qué recordar las horas al teléfono escuchando con paciencia a cientos de opositores a los que no aprobaron, gritando e insultado porque en el examen no les contaron 2 décimas en la pregunta 4. O el otro compañero sindicalista, el que denunció a la constructora que se negaba a indemnizar a la viuda de su amigo Manuel, que trabajaba sin casco. Ya nadie se acuerda de dónde salieron sus vacaciones, los aumentos de sueldo que se fueron consensuando, el derecho a una indemnización por despido, a una baja por enfermedad, o a un permiso por asuntos propios.

Esta sociedad del consumo, prefiere tirar un saco de manzanas porque una o dos están picadas, por muy sanas que estén el resto. Los precedentes televisivos: entrenadores de fútbol, famosos de la exclusiva en revistas, y demás subproductos, se convierten en clinex de usar y tirar dependiendo de las modas… Ahora, en un momento en que los trabajadores deben estar más juntos, arropados y combatientes contra quienes realmente les explotan, aparecen grietas prefabricadas en los despachos de los altos ejecutivos, ávidos de hincar más el diente en el rendimiento de la clase trabajadora.
¿Quién tirará la primera piedra?. ¿Serán los políticos gobernantes, o los banqueros quienes hablarán de dejadez o vagancia?. ¿Tendrán capacidad moral los jueces o los periodistas, de hablar de corrupción en las demás profesiones?. ¿Serán más idóneos para iniciar lapidaciones, los super-empresarios del ladrillo?. ¿En qué profesión se puede jurar que no existen vagos, corruptos, peseteros, o ladrones?. ¿Preguntamos mejor entre la Iglesia o la Monarquía…?.

Pero qué fácil resulta rajar en este país. Siembra la duda, y obtendrás fanatismo barato. Qué bien asfaltado les estamos dejando el camino a quienes realmente nos explotan cada día. ¡Acabemos con los sindicatos!. Sí. Dejemos que la patronal y los bancos regulen los horarios, las pensiones, los sueldos, las condiciones laborales y los costes del despido. Verán cómo nos va a ir con la reforma del mercado laboral, cuando los sindicatos dejen de existir y no puedan convocarse huelgas ni manifestaciones. Verán qué contentos se pondrán algunos cuando sepan que ya no estarán obligados a pagar las flores de los centenares de trabajadores que mueren todos los años, a costa de sus mezquindades.


Accede al video con el comentario original de Iñaki Gabilondo AQUÍ

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ABRIL 2013, comentarios

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DURO CON EL BENCH

El benchmarking es un anglicismo que, en las ciencias de la administración de empresas, puede definirse como un proceso sistemático y continuo para evaluar comparativamente los productos, servicios y procesos de trabajo en organizaciones. Consiste en tomar "comparadores" o benchmarks a aquellos productos, servicios y procesos de trabajo que pertenezcan a organizaciones que evidencien las mejores prácticas sobre el área de interés, con el propósito de transferir el conocimiento de las mejores prácticas y su aplicación (wikipedia).