4 de noviembre de 2018

NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2018, comentarios

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Y ya puestos a hacer el pino-puente, pongamos también luz y gas en los hogares de nuestros visitantes diarios, al ritmo de la Macarena... ¡aaa-ay! En una nueva aventura comercial, Repsol se propone comerse sin pelar a otras compañías del sector energético a domicilio, y otras petroleras que también se han metido en la disputa de un mercado en el que siempre ha habido poca competencia, y en el que ahora nos apretujaremos como en el camarote de los hermanos Marx. Obviamente, nuestros queridos superiores de la red de gestión directa, mezclarán velocidad y tocino, sugiriendo en algún caso, que si no quieren mantas, mochilas o lo que se tercie, que al menos deje factura, datos o le subamos una foto (que risa nos vamos a echar cuando se empiecen a colgar las aplicaciones, como suele pasar)y por las prisas, nos hayamos hecho un selfie. Nuestra cara, mezcla de velocidad con estreñimiento (malditos rankings) serán motivo de mofa en el Campus. Si hace unos años, necesitábamos una botella de oxígeno por la Venta Activa (hiperactiva) con la que asaltábamos a todo lo que caminara a cuatro o a dos patas, ahora precisaremos de un par de pulmones de repuesto y conocimientos básicos de telekinesis para ponerle la gasolina al señor que nos mira con cara de mamut enfadado mientras le explicamos al futuro cliente de Repsol Electricidad que la toma de datos es sólo para fines comerciales. Cabe esperar que algún compañero, con tal de no quedar mal delante de sus superiores, asalte a sus amigos y familiares para apuntarse captaciones. O vaya puerta por puerta preguntando a sus vecinos también. En Campsared, primero cuenta hacerlo rápido. Luego veremos si lo hemos hecho bien...