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Hay que tener paciencia, pero me gusta ver tu cara feliz mientras te arreglas. Me gusta como huele tu pelo recién salida de la ducha, tu piel fresca y brillante se muestra más sabrosa, cobra vida, se tersa, y hasta tus pechos se levantan, como las flores que abren sus pétalos al sol, rejuveneces diez años, y hasta me gustas diez veces más, por que en el fondo, prefiero mi pasado, al presente, y no digamos al futuro, que siempre viene mal envuelto, y cubierto de arañazos que te inflige la vida.
La rutina que sigue a este bautismo higiénico, lleva su tiempo, como los actos de una representación.
Acto primero, ducha y cremas, y el prolongado ¡Casi eterno! asunto del cabello, que soporta durante un rato, como yo, las afrentas del secador de pelo que va domando aquel alegre y libertino puñado de cabellos mojados sometiéndolos a la caprichosa dictadura de las modas.
Acto segundo, elegir ropa. En este punto también hay que aflojar el grifo que regula y contiene la paciencia, sentarse y esperar. Y aunque a mi me pareces guapa con los vaqueros y una camiseta, aquello sólo es un pensamiento reaccionario alejado de las doctrinas que rigen el juicio femenino que dicta disfrazarse de reina para lucir palmito por las pasarelas de la vida, rivalizando con gatas y tigresas, con gacelas, y sin quitarle un ojo a los depredadores, por que la vida de una mujer que sale por la noche es un certamen de belleza, y una jornada de supervivencia de género.
No se te ocurra a ti, poner la nota discordante llevando los zapatos mal coordinados o sin lustre, por que a las mujeres, no les gusta llevar gatos con botas sucias y un look de fuera de concurso, sino a auténticos tigres (o leopardos según el peso), pero lustrosos, siempre acicalados y con olor a aire de moda que tire para atrás, no a 'macho man' aunque pensemos lo contrario.
Aquel segundo acto, suele ser largo y entretenido según días. Ella tira de armario, y yo, acepto comprensivo tener que ser jurado de un pase de modelos cada vez que salimos , aunque al final mi decisión sirva de poco porque sobre la marcha descubres que no eres el jurado, sino tan sólo el asesor, y sin derecho a voto.
Y llega el tercer acto, más breve pero también intenso, son los retoques de pintura y maquillaje, el momento final, el desenlace de la obra, precisamente cuando van a poder disfrutar del espectáculo los cientos de mirones y mironas que pueblan el paisaje nocturno.
Durante el desarrollo de la obra, he asistido a distintas fases del ritual de salir, he podido contemplarte desnuda, asistir a la doma del cabello que instantes antes te revolucionara la toalla, pude verte con pantalones claros, con los hombros cubiertos o desnudos, con el ombligo al aire, transparente, tapado, con el pecho escondido, medio asomado, medio que si o que no, las piernas dentro, las piernas fuera, con tacones, sin ellos, falda corta, falda larga, falda con vuelo, muslos que asoman tentadores entre la raja de tu falda...
Todo es bonito cuando lo luces tu, cuando lo vistes y deslumbras, porque tu cuerpo de mujer, simplifica mis primitivos pensamientos, y aunque te mire con ojos de analista de sistemas, el conjunto que compone tus formas me conmueve y derrumba, por que no puedo ver más lejos ni por detrás de ti, porque desaparece el resto cuando tu pasas por delante, ya sea vestida con cualquiera de aquellas prendas variopintas, ya sea desnuda o vestida de uniforme. Hasta ataviada con el disfráz de expendedora das el pego para robarme los sentidos, la atención, y el aliento, pero lo mismo, lo mismo, te ocurrió a ti conmigo, y lo mismo sintió mi compañera y la encargada, y aquellas dos clientas que estaban en la tienda, cuando me di la vuelta con mi uniforme nuevo, recién llegado, recién puesto, tan moderno, tan bajo de cintura y tan molón.
Reconozco y entiendo que se os nublara el pensamiento y que os llamara tanto la atención, no es para menos, y entiendo que te fueras diciendo que no me conocías.
Siento haceros perder el apetito, pero ¿Porque hacen los pantalones de trabajo tan incómodos e inadecuados? ¿Por que?
Tócala otra vez Sam PLAY
Indudablemente, yo prefiero la raja de tu falda
o cualquier otra parte de tu cuerpo
Imagen sensacionalista captada con el móvil nuevo que ha entregado la empresa a mi encargada.. |
PESE A TODO, CASI SIEMPRE SOIS ADORABLES, Y ES CIERTO... OS NECESITAMOS.
NO ME PONDRÉ LOS PANTALONES NUEVOS. LO PROMETO
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