COMPAÑEROS DE CAMPSARED



"Podeis decir lo que pensais de vuestros encargados, de los objetivos, de la venta activa, de los cursos, de Sumando valores, seguridad, promotores del cambio, sindicatos, y todo lo que querais. Hubo en tiempos un blog de un compañero en donde mucha gente dejó sus comentarios, hoy no existe y como alternativa nace CAMPSARED BLOG, para reunir a todos los que somos COMPAÑEROS DE CAMPSARED"

Este blog, como indica en la cabecera, originariamente fue creado por un compañero llamado EXPENDEDOR-VENDEDOR el 20 de noviembre de 2008 pero problemas técnicos le impidieron actualizarlo, lo que dio pie a la creación de esta segunda etapa renovada que es la que se abre a continuación.
Como aquel, mantiene la idea de tener una plataforma de comunicación, de reivindicación y sobre todo un medio de expresión para todos los trabajadores de CAMPSARED y de REPSOL, y a la que quedan invitados cualquiera de los trabajadores de EESS sean cuales sean sus marcas.

Bienvenidos todos a este foro de diálogo e información.

Recordar que si visitais esta página por primera vez, para conocer el contenido completo de este blog desde su nacimiento, deberíais comenzar por el antiguo blog pinchando en este enlace:

'www.campsaredsprint.blogspot.com'





1 de junio de 2011

EL SECRETO DEL UNICORNIO

En el fondo de una mazmorra subterránea, bajo siete candados, con cámaras y alarmas, y trampas afiladas que no podría salvar ni Indiana Jones en sus mejores tiempos, trabaja mi encargada, en un bunker donde todo es alto secreto, los informes, las cartas, los mensajes, como si trabajara para la KGB.
Recientemente ha acentuado su paranoia, ha dejado de comentar las sinrazones, ha multiplicado los silencios, como si en los emails hiciera pactos de sangre con la muerte, como si dictara sentencias, como si desplegara minas antipersonas por los recovecos de las baldas. Últimamente sus silencios dan miedo,  te mira como quien mira a un muerto que no es suyo, con desprecio, como si masticara tus entrañas, como si entablases un duelo de miradas con Gadafi. Ella no habla, y tu no dices nada, tragas saliva sin pronunciar palabra, con cautela, como si hicieses gárgaras con nitroglicerina. Desconozco si se ha pasado al lado oscuro de la fuerza.
En los últimos tiempos viste de negro riguroso, o es el azul del uniforme que es nuevo y con el ahorro de luz parece más oscuro.  Cuando la veo en el suelo por que ha venido el banco, no se si está contando sobres, o trazando con ellos un círculo perverso y demoníaco.  Enseguida se le inyectan los ojos,  y yo salgo por piernas hacia el voult.

Los encargados son personas normales al principio, buenos trabajadores, gente dispuesta a sacrificios, condescendientes e incluso compasivos, comprenden tus problemas y tu observas los suyos, que florecen sobre su mesa como si la limpiasen con abono nitrogenado. Son tantos que suelen despertar tu indulgencia, una especie de instinto paternal o maternal de socorrer al pobre desvalido, que reparte sus horas con cuentas que no cuadran y un extremado azogue de teléfono sobre la oreja, que suele terminar escocida  los dos primeros meses.
Sin embargo después, cambian los vientos, se enseñorean del cargo, se vuelven displicentes y mandones, cambian su nerviosismo por prudencia, se vuelven misteriosos, suspicaces y secreteros.

Encargado orgulloso de sus secretos 
Yo mismo, cuando pregunto a la encargada, suele encorvarse, y con voz baja y cavernosa me contesta: "Mi tesoro, mi información es mi secreto, es sólo para mi, es mi tesoooro...!"

Últimamente las cosas están tensas, las ventas han bajado tanto, que algunas veces hay que reverenciar de tal manera a los clientes que parecemos viborillas, arrastrándonos entre palabras cenagosas que nos permitan atrapar una presa.

La cosa está jodida, bien jodida.  Nuestro Jefe de Zona, manda sentencias por email , como si enumerase las plagas del viejo testamento, no nos anuncia más que malos augurios, como nos emperremos nos mandará un diluvio universal que dejará en una ahogadilla el maremoto de Japón.

Brota pinchando el miedo, como si fuera vello púbico afeitado que renace  con desazón e impertinencia.  En este oficio todos tenemos miedo, y el que no esté en el grupo puede marcarse un paso al frente, pero siempre con calma, con prudencia, por que, como los voluntarios en la 'mili', nunca sabes la que te va a caer.

Todos tenemos miedo, por que la puta crisis se ha extendido como peste bubónica por todos los confines del globo, y no hay mañana que no contagie a un conocido o a un amigo, y a nosotros nos levantan el dedo nuestros Jefes, como Jesús el Rico hace lo propio en Málaga, pero no para darnos parabienes ni salvarnos, sino para ponernos en un brete, para señalarnos por que no vendemos suficientes SPOs, o los bastantes rascas como para frenar este tsunami de pobreza.  Y cuando el 'cristo' nos señala, estamos ya jodidos, pues somos carne de cañón, sin más camino que huir hacia delante,  y ni aún así puede salvarse alguno de la quema.

Los encargados son distintos, han levantado el escudo de hermetismo, y esconden por debajo más miedo que secretos, y a la más mínima señal de represalias, corren aullando por el temor a que un disparo sin destino les alcance. Y huyen despavoridos, agarrando su silla bajo el brazo, como las alimañas cuando sobreviene un naufragio, olvidando lo que queda a su espalda y a quienes han dejado atrás. Son humanos con ademanes de serpiente.



Acuden a reuniones, y ellos tamizan convenientemente los datos para que sean apocalípticos. Uno de tantos de esos secretos de confesión que les explican a los encargados, les aconseja guardar la información benigna, mostrar la  realidad más cruda, la que acojone de verdad: 'no hay salvación sin ventas de postín, iremos al infierno de cabeza', y ellos detrás, si nos desvelan que la 'presión' es la postura requerida para subir las ventas, que se consigue más forzando tuercas que dando cuartelillo.

Encargado cabrón  (Campsared Blog)
En realidad muchos asuntos no nos los cuentan para que siga habiendo diferencias entre la plebe que somos los de abajo, y la clase burguesa que son ellos.  Esa frontera es la que dictan en la empresa los jefes, y se contagia pronto, como la varicela en un colegio, entre los nuevos encargados. Yo la sufrí también, o tal vez algo parecido, llega a cegarte y te convierte en un imbécil deplorable.

¡Mas información por favor, más comunicación!, somos plebeyos pero nos gusta saber cosas, no solo la matrícula de un coche que se fuga, o el número concreto  de naranjas que hay que vender para obtener la 'bendición papal', queremos saber más que lo que marca cualquier ranking de los cojones, o ese jodido presupuesto que hay que cumplir para la cuadratura perfecta de las cuentas.  Hay rumores, noticias, asuntos que no tienen que ver con la presión ni con las ventas, sino con el compañerismo, con la salud mental de los trabajadores, complicidades entre socios, por que lo cierto es que todos estamos en el mismo barco, aunque tengamos distintos camarotes, nosotros en la proa, y ellos al timón,  no cabe rebelión a bordo, hay que seguir la travesía hasta remando, pero sin latigazos, sin engaños, sin falsas expectativas y haciendo piña todos juntos. 
Mientras los encargados mantengan sus secretos de unicornio dentro de la oficina,  a los expendedores nos seguirán pareciendo unos cabrones  con unas astas del tamaño de unos panes de leña.

Cambiemos las encuestas (Campsared Blog)

1 comentario:

  1. Bueno, ank cada día me gustan más tus relatos buaaaa, me parto de la risa. Me imagino la cara de algún encargado leyéndolo en mi mente. Pensando se referirá a mí, no puede ser, yo no soy así. Preguntándose ¿Que cabrones así nos ven?

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