No cabía esperar otra cosa, cogiendo restos de aquí y de allá, el monstruito que íbamos a montar no podía ser de los que parten la pana por las calles, ni siquiera de los que lucen en los despachos, como la cabeza de un alce o un butacón Luis XV, nuestro Jefe de Zona desconstruido, tiene más piezas de desguace que nuevas, osea que todo lo que muestra, o su gran parte, es lo que arrancaríamos a un ser humano para proporcionarle mayor humanidad. Si imaginábamos que un jefe podía tener ademanes amables, una mirada comprensiva y unos gestos magnánimos, los resultados obtenidos por la encuesta nos demuestran que nos hemos equivocado de parte a parte, es decir, ni por asomo vamos a hallar a un santo tras el aspecto de demonio. La encuesta viene a decir que, un Jefe es lo que es, una fiera que no te arranca un brazo por que no le interesa que seas medianamente productivo, y es que nuestro rompecabezas ha descubierto un frankenstein con cualidades que ya quisiera para si cualquier villano de película, cualquier perverso dictador africano, o cualquier desaprensivo hijo de puta navajero, hemos hallado al malo de los malos.
Bien, vayamos por partes. La primera cualidad que apreciamos es la falsedad, 24 votos, pero ¡¡48 % de los votantes!!, osea, la mitad de los trabajadores considera falso a su JZ. Digamos que para empezar, no es la mejor tarjeta si pensamos que todo lo que pronuncie nuestro jefe van a ser palabras marcadas, letras de quita y pon, y doble juego. Nuestros Jefes de Zona, son, o los vemos en su versión más suave, como vendedores de crecepelo, unos auténticos mentirosos compulsivos (Dios los cría, y ellos se juntan, pensarán los clientes cuando nos juzguen articulando nuestra dialéctica de ventas). Primer suspenso: La sinceridad.
Segunda cualidad, la ambición (10,5 %, más tarde hablaré de ella), nuestros jefes son ambiciosos hasta el punto de cometer injusticias (3ª cualidad, 9,2 %), ser malas personas ( 8 %), y convertirse en déspotas (9 %) capaces de arrollar a cualquiera, arruinar vidas y de comerte las entrañas, si es que alguno practicara el canibalismo. Unas joyas en toda regla.
Hasta ahora, no hemos hecho más que plasmar a un directivo tipo (Es cierto, también Angela Chaning daría el perfil con todos los matices mejor representados), ¿Es nuestra empresa Falcon Crest, si cambiamos los vinos por petroleo? A los empleados nos parece que el ejemplo es interpolable, por que a las cualidades resumidas aún habría que añadir que son competitivos, 22 %, trepas, 24 % (que es la peor versión de alguien competitivo), y por si fuera poco, una cualidad que resume una visión, o un comportamiento: Nuestro Jefe de Zona es un/a imbécil según el 22 % de los trabajadores, es decir, entre todas las cualidales que le adornan, el de que sea un/a imbécil matiza todas las demás, es un atenuante, por que no se puede ser un villano asustaviejas, mentiroso y de comportamientos psicópatas, y además ser un/a imbecil. a no ser que ésa sea una variante para momentos íntimos, o una justificación a los desmanes: La estupidez como causa principal de sus actos.
¿Mi Jefe de Zona? (Campsared Blog) |
¡No por Dios!, no seamos demagogos, nuestros Jefes también tienen cualidades de las de presumir, no todas iban a ser de andar por casa. Por ejemplo, son ambiciosos ( 34 % de las opiniones)... aunque ahora mismo no se si es algo malo o bueno. Cuando la ambición hace sangre, es mala seguro. Cuando la ambición es egoísta creo que también, entonces ¿Es algo malo o bueno? Yo creo que la ambición es como un cuchillo, depende de como se utilice.
Pero hay otras virtudes que son incuestionables, pocas si, pero igualmente merecidas. Un 16 % opinan que su jefe es inteligente. Puede que sea un cabrón, pero el tío es inteligente, sabe lo que se hace, y si encima es ambicioso, pues sabrá a donde se dirige. Un 12 % de los votos lo califica de eficaz; perfecto, como debe de ser, si encima de tener mala uva, fuera un inepto, menuda papeleta.
'Cuidao', además hay un Jefe de zona por ahí, que es simpático, generoso, comprensivo y realista. Que no se entere su Delegado Regional; estos completaron su formación en academias militares, y todas esas cualidades son de una Barbie primavera, una auténtica maldición para el cargo. ¡Lagarto, lagarto!, "No queremos JZ con conciencia", reza en la puerta de los despachos oficiales. Pese a todo, hay alguno dialogante y buena persona (10 y 16 %), tal vez uno, tal vez dos, más no creo, tres como los Reyes Magos a lo sumo. No te miran por encima del hombro, sonríen y mueven la cabeza como el resto, lamentando las apreturas y acaso hasta el 'sistema'. Si, uno votó sincero.
-Soy tu Jefe de Zona, te estoy viendo (Campsared Blog) |
Pero allí acaban los halagos, ser del montón o ser recomendado, aún no siendo condiciones malignas, no llevan asociado buen cartel, dejémoslas a un lado. Todavía nos quedaban varias actitudes contrarias con que adornar este retrato robot de nuestros JZ. Unos cuantos opinan que es caprichoso y desastroso (11 %) a partes iguales, seguro que lo dicen por algo, no se cuelgan san benitos de este calibre a la ligera. Algunos dicen que es pasota, otros tacaño (eso seguro), a no ser que tocaran con el precavido (2 %), que lo ahorra todo por si acaso. Y uno tiene un Jefe iracundo, no sólo déspota como son el resto, éste revienta las bisagras de las puertas y ladra por el móvil. Como sean los mismos que lo tienen como mala persona (26 %), están listos.
Con estos mimbres, en la mesa de operaciones era difícil componer un Jefe deslumbrante que pudiéramos presentar a las amigos, sin que hiciera una escabechina en uno de sus prontos. Tampoco un líder intachable, cuyo retrato encabezara el comedor de casa, ni alguien por quien hiciéramos una colecta para erigirle un monumento, acaso, como al Sheriff de Nottingham, para saciar sus ambiciones.
Supongo que, como los guardias civiles, o los inspectores de Hacienda, cuando salen de casa, deben hacerlo con un palo metido por el culo para quedar más dignos, más circunspectos y severos, y que otro tono, es incompatible con su cargo. Lo que si es preocupante es que sean FALSOS como mayoritariamente se les considera, un pecado que nada tiene que ver con la jefatura que ostentan, y mucho con la forma de ser.
Al final, nos ha salido un jefe... ¿Normal? ¡Vaya por Dios!
Jefe de Zona 'maligno' (Campsared Blog) |
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Ank,que desagradecida es la gente,me gustaría que sepas que valoro tu esfuerzo,porque aunque parezca que las ideas te vengan como churros se que cuesta pensar en temas diferentes y de interés cada semana.Ánimo compañero que yo te sigo.
ResponderEliminarGracias chaval. Estamos empatados, yo también te sigo a diario, y es cierto, hay que moverse cada día para que las páginas sigan respirando. Unos serán mejor que otros, pero los artículos no se escriben solos ¿verdad? Tu también lo sabes.
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