Con el paso de los años hemos ido aceptando desempeñar unas profesiones que nada tienen que ver con el tema de la gasolina, entiéndase: panader@, fruter@, loter@, estanquer@, camarer@, etc. Para que todo sea legal, la empresa va y negocia con los sindicatos a fin de que, cumpliendo unos determinados objetivos, cobremos mas a final de mes y estemos obligados a todas esas múltiples tareas.
Los sindicatos, que siempre van de buena fe y pensando que hacen un negocio redondo para todos -o hacia la mayor parte de los trabajadores- van y firman el acuerdo sin preguntar ni consultar a nadie, decidiendo ellos solos lo que mas nos conviene.
La conclusion final es que la empresa siempre se sale con la suya, monta el timo de la estampita para que piquen una y otra vez los sindicatos, y nos enreden en mayores fregaos. Los trabajadores nos sentimos timados, porque vamos a trabajar mas, y encima no lo notamos en la nomina. Los sindicatos quedan siempre como el tonto de la película, pero jugando con nuestra salud y nuestro dinero, claro. En eso si se parecen a la empresa: todo lo que hacen una y otros será por nuestro bien, y nadie podrá apearles del burro.
Mi propuesta para los sindicatos es que la proxima vez que nuestra empresa quiera implantarnos algo ( lo cual aumente nuestra ya de por si, abultada agenda de actividades diarias), le diga que de acuerdo, que aceptamos pero que cobraremos por hacer esa tarea; objetivos aparte por supuesto. Por ejemplo, cobrar 20 euros mas por ejercer de loter@ mas los incentivos por cumplir los objetivos. ¿Estoy hablando de utopías? No tienen más que preguntarnos si nos parece bien lo que se ha hecho hasta ahora.
Estamos hartos de hacer pan, servir cafés, bollos, bocatas, zumos, vender fruta, lotería, etc, etc, y apenas ver el resultado en nuestras nóminas.
A los superiores deberian darles unas clases para que aprendan la diferencia entre 'ofrecer' y 'vender'. Nosotros ofrecemos, hacemos venta activa, pero Dios y la suerte disponen que eso se lleve a cabo o no. Habría que intentar hacerles comprender a estos señores que si no vendemos no es culpa nuestra, sino del cliente que no quiere comprar.
Si yo voy a una inmobiliaria a buscar un apartamento de unos 50 mtrs cuadrados, no voy a comprar una mansion de 5.000 por mucha piscina, cancha de tenis, jardines y fuentes de colores que tenga; por mucho que me insista el vendedor.
Los clientes son sagrados, y si quieres que un cliente vuelva, lo mejor es tratarle bien y no acosarle intentando venderle 2 ó 3 productos que no tiene necesidad de llevar. Lo único que consigues, es que la proxima vez se lo piense antes, y prefiera ir a la estacion de al lado, que alli solo le cobran gasolina, y no le ponen la cabeza como un bombo.
La gente de la calle cada vez cree menos en los politicos, sean del partido que sean, y a nosotros nos pasa con los sindicatos, sean de un grupo u otro. Lo que buscamos todos es mejorar la calidad de vida; no llegar a casa, sin poder ocuparte de tus cosas porque no te tienes en pie, gracias entre otros males a una jornada de trabajo agotadora, por ejemplo, por que el refuerzo que tenias, ha sido suprimido por la empresa. Ese tipo de asuntos no se discuten en negociaciones en las cuales solo se sabe hablar de mas dinero o incentivos a cambio de ciertos objetivos, pero a los sindicatos, se les salen los ojos solo con escuchar que vamos a aumentar nuestros ingresos, ¿Pero a cambio de qué? ¿De que curremos mas, de quitarnos hasta necesidades como la ir al baño en un turno de 8 horas?. Qué me digan los sindicatos cómo lo hago. Si tengo la pista llena y no paran de aparecer clientes, ¿Cómo voy al servicio?, y si estoy mala, ¿Como me cambio a la carrera?.
Mas o menos el tema ha sido así: Tuvimos Autoclub, después la venta activa, la desgraciada SPO, la Once, el tabaco... para cada cosa se han reunido, han negociado, han parlamentado en nuestro nombre, y los trabajadores hemos acabado pluriempleados con más tareas y deberes que cumplir. Y lo que nos ofrecen -como si fuera lo mejor del mundo- siempre es una subida de dinero a cambio de objetivos que alcanzar; unos objetivos que cada año suben un tanto por ciento con respecto al año anterior. Es una pena que nuestros sueldos no suban en el mismo porcentaje.
La empresa -en colaboración con nuestros sindicatos- nos tiene bien cogidos, pero habría que decirle a nuestra empresa -y recordárselo a los sindicatos- que no aprieten tan fuerte, porque los que realmente tiramos para mantener este tinglado somos las personas que realizan el trabajo cada día, los que nos dejamos la salud y los años en atender a los clientes, en procurar que pese a las molestias no dejen de volver allí, a repostar, a dejarse el dinero y a soportar nuestra monserga. Todo eso no lo hacen los que están cómodamente sentados en el despacho repasando los rankings, ni los que estudian como sacarnos más rentabilidad a cambio de minucias.
¿Y las personas qué?
revoltosina para Campsared Blog. Publicado en Jul 1, 2011 12:27 PM y Jul 14, 2011 05:46 AM Adaptado por Anksunamun