Me recuerda a las prerrogativas de Robocop. No se si os acordáis. Defender la justicia, proteger al inocente, obedecer la ley, etc.
Ya era hora de que nos pusieran firmes, caray, que somos unos "revoltosines" (donde andará ahora aquella compañera, clásica de este blog).
Necesitaba un timón que me hiciera navegar siempre hacia el norte, pese a las tempestades.
Y como es de bien nacidos ser agradecidos, he aquí un resumen de "golosinas" diarias, tentempiés que me ayudan y me levantan la moral, las coordenadas que me hacen sonreír de oreja a oreja durante 8 maravillosas horas.
-Es un autentico placer trabajar en un espacio más grande que la discoteca de mi pueblo, en el cual me siento polivalente, porque además de mantenerme en forma haciendo 10 kms diarios, he aprendido a desatascar mangueras de aspiradores con una mano, mientras con la otra relleno los jabones de los boxes. Os aseguro que llego. Y todo esto lo hago solito. Me siento bien conmigo mismo.
-Mi capacidad pulmonar se ha visto mejorada. Después de hacer aerobic entre los arcones de pan, los hornos, la cafetera y reponiendo baldas en la tienda, aún me queda oxígeno para ofrecer, con voz de anuncio de detergente de los años 80, unas gafitas de sol a la buena señora que acabo de atender en pista (he desarrollado también la capacidad de teletransportación), y a la que le sobra tiempo para escucharme, pues su jefe es comprensivo, y le permitirá llegar tarde al trabajo.
-Las llamadas de teléfono a las 8 de la tarde, preguntándome por las captaciones realizadas, o los rankings en los que nos pintan en rojo por no llegar a objetivos de ventas, me resulta muy útil y muy práctico a la hora de animar a los clientes a que compren cosas y se dejen encatusar por una voz al otro lado del hilo telefónico...
-Cuando llega un compañero nuevo (vacaciones, bajas, etc), es increíble el nivel de conocimiento previo que posee de este negocio. Parece como si hubiera trabajado toda la vida en él. Las primeras semanas son una aventura deliciosa, y nos encanta pasarnos otra media hora resolviendo dudas o "problemillas" surgidos durante su turno.
Es enternecedor comprobar la cara que pone cuando le explicas como funciona la aplicación Waylet, con sus antenas, sus descuentos, sus oros, platas, platinos, etc, en 15 minutos de ameno monólogo (en algo tengo que dedicar mi descanso, pues me aburro como una ostra cuando acabo mi turno).
Como podrán comprobar nuestros superiores, no era necesario un código de ética y conducta para enderezarnos. Ya vamos con la moral por las nubes al trabajo.
Como podrán comprobar nuestros superiores, no era necesario un código de ética y conducta para enderezarnos. Ya vamos con la moral por las nubes al trabajo.