COMPAÑEROS DE CAMPSARED



"Podeis decir lo que pensais de vuestros encargados, de los objetivos, de la venta activa, de los cursos, de Sumando valores, seguridad, promotores del cambio, sindicatos, y todo lo que querais. Hubo en tiempos un blog de un compañero en donde mucha gente dejó sus comentarios, hoy no existe y como alternativa nace CAMPSARED BLOG, para reunir a todos los que somos COMPAÑEROS DE CAMPSARED"

Este blog, como indica en la cabecera, originariamente fue creado por un compañero llamado EXPENDEDOR-VENDEDOR el 20 de noviembre de 2008 pero problemas técnicos le impidieron actualizarlo, lo que dio pie a la creación de esta segunda etapa renovada que es la que se abre a continuación.
Como aquel, mantiene la idea de tener una plataforma de comunicación, de reivindicación y sobre todo un medio de expresión para todos los trabajadores de CAMPSARED y de REPSOL, y a la que quedan invitados cualquiera de los trabajadores de EESS sean cuales sean sus marcas.

Bienvenidos todos a este foro de diálogo e información.

Recordar que si visitais esta página por primera vez, para conocer el contenido completo de este blog desde su nacimiento, deberíais comenzar por el antiguo blog pinchando en este enlace:

'www.campsaredsprint.blogspot.com'





1 de septiembre de 2011

MULTISERVICIO

Por Vendedor activo


¡Oxigeno! (Campsared Blog)
Hay dias que me falta el oxígeno...
Llego al punto de venta con cuatro tareas pendientes a la vez:


1º Engañar al cliente y entretenerle más de lo debido. 
2º Cobrarle sin liarla. 
3º Convencer al cliente que lleva un rato esperándome de que no soy un vago, simplemente tengo un montón de gente en caja.
4º Limpiar manchas en pista, servicios hechos una mierda, reponer tienda, etc.

A eso hay que añadir correos amenazadores, "leyes" absurdas, como la prohibición de los prepagos, la incertidumbre de cada año por ver por donde nos van a apretar la tuerca porque según ellos ganamos mucho para lo poco que hacemos, y que no dejo de oir la puñetera palabra "crisis" en pista, tienda, noticias, reuniones, etc, para justificar vagancias, dejadez, derrotismo y recortes de personal.

En realidad no estoy harto de este trabajo, estoy harto de este pais.

Menos mal que algun dia puede que mande a la mierda a uno y a otro.

Ah, que a gusto me he quedao

Por eso, si algún día tengo la oportunidad...

Super-expendedor (Campsared Blog)

Publicado por Vendedor activo para CAMPSARED BLOG el 31 de agosto de 2011 

SEPTIEMBRE 2011, comentarios



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24 de agosto de 2011

VIAJAR EN TIEMPOS DE CRISIS

La crisis es una enfermedad extraña, se contagia como la gripe, de unos a otros.  Si el que te vende los melones la tiene, seguramente acabareis los dos con ella, tosiendo deudas o con dolores de cabeza. En otros casos,  la gripe (económica) es como el sida, basta quererse un poco, tener alguna relación profunda aunque esporádica, y ahí la tienes, te han pegado la crisis, y es muy difícil y hasta imposible de curar, como una sífilis de las de antes, de las que te dejaban para el arrastre o te mataban en el siglo pasado. Quiero decir en el antepasado.

No hay comprimidos eficaces, ni tratamientos claros que le devuelvan la salud a una empresa, y puede ser que incluso ella contagie a otras; todo esto es una cadena en el que "el bicho" es muy difícil, casi imposible erradicar.

La crisis se ha afincado en España, en realidad en los países costeros, sobre todo en Italia, Grecia, Portugal..., en fin en los de siempre, para que surjan nuevos chistes, para que se renueve el repertorio de los chascarrillos latinos. Por otro lado, es normal que el bichejo (Como es un ente abstracto no se como llamarlo) prefiera el clima más benigno del sur, y la dieta mediterranea. A los capos mafiosos y a los narcos les pasa igual.  No obstante, Irlanda tiene su propia cepa, y el resto del planeta anda sumido en un catarro crítico de crisis galopante, quiere decir que el brote ha sido una epidemia de las buenas, como las que arrasaron Europa en el siglo...  antepasado.

Pero vamos al grano.  Con el caos financiero instalado en nuestro país, amenazando como Godzilla con arrasar nuestras ciudades, y acabar con la economía y los negocios, cuando llega el fin de semana, la 'demolición' se paraliza, todo el mundo se pone los pantalones de viaje, los de "total pa cuatro días"... y se escapan al campo, o al chalé, o al pueblo, el caso es dejar lejos la ciudad, y los atascos urbanos, por que los otros...

Con este panorama, nuestros clientes -no todos desde luego, menos mal-, ni cortos ni perezosos, se han entregado al tuperware descarado y al bocadillo de tortilla casero, recordando tiempos de juventud y de excursiones del colegio cuando los mandaban al campo a desollarse las rodillas y a desfogarse de sus primeras tentaciones lascivas.


En las estaciones urbanas es menos evidente, acaso los que llegan, sobre todo albañiles, o los que hacen la calle sin llegar a prostituirse, como los barrenderos, representantes, o conductores de reparto,  se acomodan, bufan y se refrescan atizándose una cerveza fría, y si pueden otra después (la de la oferta), repitiendo de vez en cuando aquello de: "¡Que bien se está aquí!" mientras miran el culo a las que pasan a la tienda con cuerpo de verano, como si aquello fuera un chiringuito de la playa, y el taburete un sitio puesto adrede por el santísimo para que puedan recrearse la vista bajo el amparo celestial de nuestro aire acondicionado.

Pero en las carreteras es distinto, se ha instalado la doctrina low cost, y los viajeros,  en cuanto te descuidas se sacan los filetes empanados y la botella de casera y se ponen a comer. Los más prudentes, llevan su neverita, sus bocatas bien preparados con cariño de madre, envueltos en papel de plata, y se despliegan haciendo picnic en los aparcamientos como si fueran hippys de 50 años resignados a no cambiar. Claro que, cuando termina el día, lo que se extiende bajo las marquesinas, son los restos de un macrobotellón de fin de año.
Viajar y comer (Campsared Blog)

Los hay más descarados, que te plantan el coche frente a la cristalera y allí mismo se montan la sentada, con los litros, la música, y los perros y niños correteando como si fuera el patio de su casa.

El tercer grupo lo forman los más jetas, los que se meten en la tienda, copan dos mesas y montan la marimorena comprándote dos cocacolas y una bolsa pequeña de patatas. Entonces, como el resto, desempacan la merendola, llenan las dos mesas, y celebran, vaya usted a saber, por que unas veces parece un cumpleaños y otras una despedida de solteros.
Estas improvisadas comilonas antes no se formaban, la gente se soltaba, tiraban de vitrina y había que estar poniedo y reponiendo los sandwiches a cada momento. Compraban la bebida, los aperitivos, la prensa, los chicles y hacían un gasto generoso, como Dios manda, aupando nuestras K's y el resultado operativo.
Ahora, con el aroma de la crisis atufando nuestras ciudades, los viajeros ya no gastan alegremente, su presupuesto ha suprimido los gastos de viaje, "lo que se pierde en el camino, no se disfruta en el destino" parece ser su eslogan favorito.  La carretera dejó de ser la senda de baldosas amarillas, y las caravanas de domingueros, tienen regusto a huida de refugiados, de los que escapan de la ciudad hartos de los ladridos de la crisis, que no deja dormir ni descansar a nadie. Y lo hacen justo justo, con el dinero para pagar la gasolina y acaso unos cafés, esperando llegar a su destino y presumir de gente guapa, aunque sigan llevando restos del bocadillo y la bebida en la guantera. ¡Vaya catarro serio que tenemos!, y es que este bicho (el de la crisis) se ha puesto tan rollizo, que la penicilina del gobierno solo hace mella en los sufridos ciudadanos, mientras él sigue tan campante haciendo su tourné, tomando el sol y visitando más y más lugares para desesperación de nuestras empresas.

16 de agosto de 2011

MIRANDO AL MAR


Sobre la arena de la playa, recostado más que sentado encima de la hamaca, se extiende ante mi el mar. Aunque apenas lo pueda ver por que ha caído la noche, se vislumbra a unos cuantos metros la espuma jugueteando en la orilla con la arena que acepta mansa el dominio de las aguas.

Puedo escuchar no obstante muy claramente el murmullo de las olas, mientras a mi espalda repiquetean las conversaciones de la gente entre la musiquilla suave muy chillout de aquel chiringuito playero que parece un oasis-spá, donde estiro las piernas, hincho el pecho y observo las estrellas en un sano ejercicio de relajación estival.

No obstante, como soy un tipo proverbialmente extraño, aprovechando la serenidad de la noche y un ratito de soledad, estiro el brazo para alcanzar esa mariconera años 70 que volvió a ponerse de moda últimamente, y de su interior rescato mi libreta de ruta y un bolígrafo bic, ése si, sin nada de poesía, solo practicidad, para garabatear unas lineas que más tarde o mañana pasaré al Blog, como una muestra más de que ando espatarrado incluso en vacaciones, ya que tengo un pie aquí medio enterrado en esta fresca arena de la playa y el otro en la estación, atrapado entre la sandwichera y la impresora de facturas.

A 500 kms. de casa, y ando como enamoriscado pensando en el atún, en las almendras, en la promoción de la cocacola más el sandwich, como un gallego que estuviera en La Habana, dando un paseo en el malecón, mirando al mar sufriendo la morriña de estar lejos de casa.

Aún recuerdo que en los viajes, como si fuera un pervertido, babeo de gusto al acercarme o ver pasar una gasolinera de Repsol por esas carreteras de Dios.
"Esa es de las nuestras" pienso, como si fuera de mi primo o de mi hermano, como si fuera parte de alguna antigua herencia familiar.

Y cuando paro, reposto o echo una meada, por supuesto solo visito las gasolineras de mi empresa, y vigilo de incógnito, observando con el rabo del ojo, risueño como una quinceañera como los empleados se afanan en ofrecer unas magníficas almendras, un frasco de caballa, o uno de esos quesos riquísimos que no deberías irte al otro mundo sin probar.
Quiero decir con ésto que un día u otro voy a tener que hacérmelo mirar, voy a tener que acudir al médico y decirle:
" Doctor, estoy 'endemoniao', por que enamorado no creo, tengo muchas contradicciones al respecto.
Mi empresa me ha inyectado un suero de la fidelidad en uno de esos reconocimientos médicos anuales.
Sólo así puedo explicar que aguante carros y carretas y sin embargo 'siempre vuelva' como en el anuncio de Cepsa, y aunque se que mis genes se resisten y se pelean entre ellos para ver que narices hacen, luego vencen y lo consiguen los de siempre, y yo, como los toros, busco la querencia de los monolitos azules y de los productos con origen.
¿Usted que cree Doctor?"

Estoy seguro que me derivará a un especialista, por que no es saludable ni cabal que en noches como ésta, con un cielo estrellado de ensueño, frente al mar y la brisa acariciándome la cara, y con la fina arena de la playa al alcance de mis dedos, yo esté aquí acordándome de Burgos, del 'Sr. Resti', de mi encargada, y del encantador lenguaje de piropos que usan los empleados de las gasolineras españolas para adornar la venta de productos que les exigen conseguir para salvar su turno con nota de aprobado.

Dicho esto, apuro mi daiquiri, para ver si aún encuentro abierto el ciber u otro sitio para mandar esta postal desesperada de alguien que ya no tiene sangre por las venas sino Efitec 95 trasfundida directamente por la Red. - ¿Será grave Doctor? -

Postal: El mar por la noche parece petroleo. ¡No tengo remedio!. (Campsared Blog)


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