Quiero dar las gracias a todos por participar, por escribir aquí, y también por haber añadido lineas a la Guía Repsol (eso dice el anuncio).
Echo de menos a mucha gente, algunos que desaparecieron en el antiguo blog, otros que ya no se prodigan como antes, y agradezco a los nuevos y a los viejos que se mantienen en la brecha, la colaboración continua para engrandecer este sitio, que como digo y pienso muchas veces, no debe ser sitio de paso, sino tu sitio entre los sitios, el lugar donde acudamos al calor que produce la charla 'crepitando', por que la llama, siempre está viva gracias a tus palabras, bloguero.
Cuando algunos ya no estemos aquí, alguien atizará esta hoguera para que siga dando más y más calor año tras año. Alguien hizo la siembra, y los demás, regando con palabras hacemos que crezca la cosecha.
Trabajadores del futuro recogeran esta cosecha y disfrutarán de los beneficios.
Suerte para el próximo año, levanto esta virtual copa de cava para que todos tengamos un próspero año nuevo, feliz, sin sobresaltos y bien retribuído. Felicidades.
Feliz año 2011.
Auld Lang Syne (*)
"¿Deberíamos olvidar las viejas amistades
y nunca recordárlas?
¿Deberíamos olvidar las viejas amistades
y los viejos tiempos?
Por los viejos tiempos, amigo mío,
por los viejos tiempos:
tomaremos una copa por la amistad,
y por los viejos tiempos.
Los dos hemos corrido por laderas y caminos
y recogido hermosas margaritas,
pero también hemos errado mucho y anduvimos con los pies doloridos
desde los viejos tiempos.
Por los viejos tiempos, amigo mío,
por los viejos tiempos:
tomaremos una copa por la amistad,
y por los viejos tiempos.
Los dos hemos cruzado la corriente
desde el mediodía hasta la cena,
pero anchos mares han rugido entre nosotros
desde los viejos tiempos.
Por los viejos tiempos, amigo mío,
por los viejos tiempos:
tomaremos una copa por la amistad,
y por los viejos tiempos.
Y aquí tiendo mi mano, fiel amigo,
brindame tu la tuya,
y ¡echemos un cordial trago de cerveza
por los viejos tiempos!
Por los viejos tiempos, amigo mío,
por los viejos tiempos:
tomaremos nuestra copa de la amistad
por los viejos tiempos.
Y seguro que tú pagarás una,
Y seguro que yo pagaré otra...
Y, siendo así... ¡echaremos ese trago por la antigua amistad,
y por los viejos tiempos!"
*Auld Lang Syne, es una canción patrimonial escocesa basada en un poema de 1788
ESTACIONES DE SERVICIO REPSOL "Hola compañeros, soy un expendedor como vosotros. Este blog esta creado con el ánimo de que dejéis vuestros comentarios, quejas, opiniones, etc.
COMPAÑEROS DE CAMPSARED
Este blog, como indica en la cabecera, originariamente fue creado por un compañero llamado EXPENDEDOR-VENDEDOR el 20 de noviembre de 2008 pero problemas técnicos le impidieron actualizarlo, lo que dio pie a la creación de esta segunda etapa renovada que es la que se abre a continuación.
Como aquel, mantiene la idea de tener una plataforma de comunicación, de reivindicación y sobre todo un medio de expresión para todos los trabajadores de CAMPSARED y de REPSOL, y a la que quedan invitados cualquiera de los trabajadores de EESS sean cuales sean sus marcas.
Bienvenidos todos a este foro de diálogo e información.
Recordar que si visitais esta página por primera vez, para conocer el contenido completo de este blog desde su nacimiento, deberíais comenzar por el antiguo blog pinchando en este enlace:
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31 de diciembre de 2010
26 de diciembre de 2010
QUERIDOS REYES MAGOS
Este año me he portado bastante bien, sobre todo hasta octubre, luego me entró cierta pereza, seguramente por el frío, por el cambio de hora, o por lo triste del momento económico de todas las personas que conozco, que casi nadie demuestra ya alegrías en el gasto, y eso se contagia.
Sin embargo...
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21 de diciembre de 2010
FELICES FIESTAS A TODOS
Quiero desearos a todos unas felices fiestas. Habrá gente que le toque currar en nochebuena o nochevieja, habrá gente que no podrá cenar con la familia por culpa de este dichoso y bendito trabajo que tenemos, pero al menos, existe el Blog donde podemos desahogarnos, y además compartimos un trabajo que muchos han perdido en estos meses.
Ahora llegan las navidades, días de fiesta, muchos coches, más ventas y trabajo, y los malditos SPó martilleando los oídos por que se han convertido en el repiqueteo de nuestros labios.
Ya no podremos desear felicidades sin añadir la coletilla de los productos con origen.
Esperemos el año próximo con esperanza, con la ilusión de hacer nuestro trabajo más felices y menos agobiados por el afán mercantilista de la empresa.
Brindemos para que los expendedores y encargados, e incluso nuestros Jefes, tengamos todos unas navidades perfectas, y un año próximo fantástico lleno de buenas sensaciones.
Felices fiestas, Felices Navidades, Feliz año próximo.
15 de diciembre de 2010
UNA LARGA HISTORIA DE NAVIDAD (1ª PARTE)
Aquel invierno no era excesivamente fresco, sólo al anochecer una brisilla venida del Mediterraneo acariciaba la ciudad levemente bajando un poco la temperatura.
Yo no iba mal de pelas, no en vano fui autónomo diez años hasta que en una de estas crisis pasajeras hube de cerrar el negocio, se lo vendí a un guiri con cara de vikingo; una carpintería cojonuda heredada de mi padre, Ikea se llamaba. Aún no me he presentado, yo me llamo Pepe, y voy con mi mujer Mª Cristina, aunque yo la llamo 'la Mari'.
Nuestra ropa de mercadillo confeccionada en telas burdas y un par de pieles de cordero del Carrefour fenicio, abrigaban lo suficiente, y por si acaso, llevaba un chubasquero promocional del Marca, un panfleto deportivo ateniense, y una bufanda del Atletico Arimatea en la mochila. Nuestro equipaje era espartano, o tal vez persa, aunque lo chulo chulo, era vestir como los griegos y romanos, pero como peregrinos que éramos, llevábamos poca cosa, unas túnicas de viaje holgadas y sufridas en el color y cuatro trastos. Ya digo que andábamos hacía unas lunas yendo de aquí para allá, concretamente cuatro días, desde que nos marchamos poniendo pies en polvorosa después de un desalojo por la fuerza en Nazarét.
De ninguna manera somos antisistema, a no ser por las rastas que llevo en mi cabeza, o por los piercing que luce mi mujer en la cara, somos gente de bien. Desde luego tampoco somos 'granapadanos', ni vivimos en zona VIP, somos obreros, mi cuñado es expendedor en Cafarnaún, y el tío de mi mujer regenta una posada en Tiberiades, somos gente normal. La especulación urbanística sacó de allí a muchas familias. Tras la explosión de la burbuja inmobiliaria, Galilea se llenó de parados, los atrevidos se marcharon a Egipto, a la construcción de pirámides, y otros muchos se enrolaron en el ejército romano, nosotros, pues ya ves, nos echamos a los caminos, y entre muchos llegué a Belén aquella noche, un poco tarde, algo perdido, sin duda despistado, por que mi Guia Repsol tenía tres años ya, y algunas carreteras y caminos no estaban en el mapa.
Con todos los garitos abiertos, los fariseos de tráfico por todas las rotondas, y mi mujer sin casco y dando gritos, pasé de buscar mucho y me quedé en un pueblo próximo, Belén, donde encontramos una cuadra y allí que nos colamos, entre la mula, un buey y multitud de chinches que nos acogieron gustosos. Nos tumbamos sobre la paja, como de mozos en el pueblo, pero 'la Mari' no estaba para besos, aquello iba pa'lante.
Encendí el camping gas y cenamos unas manzanas y un par de sandwiches acompañados de una litrona que compré en la Repsol que hay en la franja, llegando a Palestina pueblo, un lugar peligroso, donde los taxis no quieren ni pasar. Es una gran gasolinera, con muchas calles, con alfalfa de la normal y de la plus, con un gran parking, donde hacen noche cientos de caravanas y carretas, hay lavado de perros, de camellos y de carros, y una variada selección de productos con origen de muy buenos lugares, y que a mi, que soy del campo, me saben todos cojonudos, un poco caros, eso si.
Aquella noche, fue una noche hermosa, salvo el 'ratillo' que unos chavales estuvieron en frente haciendo botellón, unos cócteles raros, ¿como dijeron...? Molotov me parece, bueno, ya no estoy en la onda.
Las estrellas fulguraban sobre un hermoso firmamento azul, la luna era preciosa, se asomaba en el horizonte junto a una estrella extraña. "Será el cometa Halley" me dijo mi mujer, "Pero si aún no lo han descubierto, que cosas tienes!, ¡Las mujeres!"
A lo lejos se escuchaba la música de la lotería, y hasta me pareció ver la figura del calvo por la calle, "Yo creo que es Coto Matamoros". Ya estamos.
A la una y media nació el crío, era un niño precioso, de tres kilos y medio, gordito, sonrosado, le hice unas cuantas fotos con el móvil.
Era un momento importante en nuestras vidas, aunque estuviéramos allí, en aquel pesebre inmundo, nada podría borrar esos momentos tan señalados y emotivos. Pensé que alguna vez, si tenía suerte, tendría un hijo que fuera futbolista del Galatasaray, o cirujano plástico, o expendedor de la Repsol de Gaza, ¡Ahi es nada!.
9 de diciembre de 2010
LOS FUMADORES Y SU CIRCUNSTANCIA
Siento empatía con los seres distintos, con los parias, con los raros, con los que están al otro lado de grupo dominante, con los que calzan chanclas en invierno, con los que buscan y no encuentran, con los que ya dejaron de buscar, con los que encuentran cosas que no quieren, con los azules y los verdes, con los de aquí y con los de allá, soy como aquel anuncio fantástico de la Coca-cola: "Para los gordos, para los flacos, para los altos, para los bajos...", cuando escribo, 'braceo' no lejos de la orilla, pero enseguida descubro algún molusco raro, alguna piedra, o algún extraño pez que me cautiva y me hace sumergirme en otras aguas. Debe ser una vena marginal que a veces sale y me domina, por que en el fondo, soy verde, soy azul, soy raro, busco cosas, y calzo chanclas en invierno.
Por lo tanto, y entrando en el asunto, me asocio a causas variopintas, agridulces y antagónicas. Centrándome en el tema, últimamente siento algo de pena, y no sin cierto disimulo, por que la causa puede chirriar un poco, con los viciosos o enviciados trabajadores que fuman dentro de nuestra empresa, y a quienes quiero dedicar unas letrillas.
Todos aquellos que anhelaban tocar y oler las cajetillas de tabaco, deleitarse inhalando los aromas profundos y deliciosos de un cigarrillo entre sus manos, pronto podrán darle a su cuerpo alegría, Macarena, por que el líder mundial del vicio (En dura competencia con el sexo, todo hay que decirlo), volverá a recalar en nuestras tiendas, como el retorno del maná más preciado llegado de las indias (occidentales).
En pocos días van a colocar máquinas para vender tabaco en las gasolineras. Volveremos a recibir los portes en cajas de cartón, como alijos valiosos, despidiendo ese aroma casi libidinoso de las cosas prohibidas, y en los momentos de bajón, esos que fuman, harán parada técnica para meterse un chute salvador y relajante, y ese analgésico coexistirá allí mismo con las lentejas y naranjas, 'contoneándose' como un bello espejismo ante la vista lujuriosa de los fumadores.
Sin embargo, aunque la droga esté a la vista y a su alcance, su consumo será un penar continuo, seguirán ocultándose como bandidos en la noche, en los rincones detrás de la estación, bajo la marquesina, por detrás de aquel árbol, tras la cámara frigorífica, escondidos entre las cristaleras del lavado, encerrados en el servicio como si hicieran sexo solitario, lejos de su amigos, de los jefes, escondidos de la mirada de los niños, fuera de bares, de tiendas, de autobuses, separados de todos, -" No te acerques a ese, que fuma, te puede contagiar" -.
Los fumadores van a ser los proscritos del siglo XXI,
- "Pueden pasar todos ustedes menos las personas que fuman. Los fumadores a la calle" -
- "Yo soy un pederasta, pero no fumo" -
- "Entonces pasa" -
Los fumadores ya no podrán hacerlo en parques infantiles, ni en el zoo, ni en los recintos de atracciones, ya no podrán hacerse interesantes en la barra de un bar de copas, mirando fijamente y expulsando en anillos el humo de su boca.
Los fumadores serán enfermos insalvables, personajes marcados, excluidos de nuestras casas, de nuestros restaurantes, de nuestras tiendas y mercados, la gente los señalará con el dedo:
- "¿Ves a ese?, pues es un fumador" -
- "¡No jodas!, Vámonos, no quiero morir joven" -
Los fumadores acabarán viviendo en guetos, separados del resto de los seres humanos, sin trabajo, sin familia, acabarán llevando brazaletes que les identifiquen en la manga de sus abrigos.
Esta ley es el fin para la especie que un día dominó el mundo. Como los dinosaurios, caerán bajo la fuerza de un meteorito pavoroso que es esta Ley Antitabaco.
Eso si, hasta entonces podrán comprar las cajetillas también, en las gasolineras.
Suerte fumadores, el apocalipsis ha llegado.
Es broma...
Por lo tanto, y entrando en el asunto, me asocio a causas variopintas, agridulces y antagónicas. Centrándome en el tema, últimamente siento algo de pena, y no sin cierto disimulo, por que la causa puede chirriar un poco, con los viciosos o enviciados trabajadores que fuman dentro de nuestra empresa, y a quienes quiero dedicar unas letrillas.
Todos aquellos que anhelaban tocar y oler las cajetillas de tabaco, deleitarse inhalando los aromas profundos y deliciosos de un cigarrillo entre sus manos, pronto podrán darle a su cuerpo alegría, Macarena, por que el líder mundial del vicio (En dura competencia con el sexo, todo hay que decirlo), volverá a recalar en nuestras tiendas, como el retorno del maná más preciado llegado de las indias (occidentales).
En pocos días van a colocar máquinas para vender tabaco en las gasolineras. Volveremos a recibir los portes en cajas de cartón, como alijos valiosos, despidiendo ese aroma casi libidinoso de las cosas prohibidas, y en los momentos de bajón, esos que fuman, harán parada técnica para meterse un chute salvador y relajante, y ese analgésico coexistirá allí mismo con las lentejas y naranjas, 'contoneándose' como un bello espejismo ante la vista lujuriosa de los fumadores.
Sin embargo, aunque la droga esté a la vista y a su alcance, su consumo será un penar continuo, seguirán ocultándose como bandidos en la noche, en los rincones detrás de la estación, bajo la marquesina, por detrás de aquel árbol, tras la cámara frigorífica, escondidos entre las cristaleras del lavado, encerrados en el servicio como si hicieran sexo solitario, lejos de su amigos, de los jefes, escondidos de la mirada de los niños, fuera de bares, de tiendas, de autobuses, separados de todos, -" No te acerques a ese, que fuma, te puede contagiar" -.
Los fumadores van a ser los proscritos del siglo XXI,
- "Pueden pasar todos ustedes menos las personas que fuman. Los fumadores a la calle" -
- "Yo soy un pederasta, pero no fumo" -
- "Entonces pasa" -
Los fumadores ya no podrán hacerlo en parques infantiles, ni en el zoo, ni en los recintos de atracciones, ya no podrán hacerse interesantes en la barra de un bar de copas, mirando fijamente y expulsando en anillos el humo de su boca.
Los fumadores serán enfermos insalvables, personajes marcados, excluidos de nuestras casas, de nuestros restaurantes, de nuestras tiendas y mercados, la gente los señalará con el dedo:
- "¿Ves a ese?, pues es un fumador" -
- "¡No jodas!, Vámonos, no quiero morir joven" -
Los fumadores acabarán viviendo en guetos, separados del resto de los seres humanos, sin trabajo, sin familia, acabarán llevando brazaletes que les identifiquen en la manga de sus abrigos.
Esta ley es el fin para la especie que un día dominó el mundo. Como los dinosaurios, caerán bajo la fuerza de un meteorito pavoroso que es esta Ley Antitabaco.
Eso si, hasta entonces podrán comprar las cajetillas también, en las gasolineras.
Suerte fumadores, el apocalipsis ha llegado.
3 de diciembre de 2010
LA ONCE Y SU CACHARRO
Hubo que improvisar lugares para colgar las tiras de los rascas, esas criaturas complicadas y de colores vivos. No había consignas específicas, solo colar aquello y basta, que esté a la vista, que esté a mano, que esté en el candelero, y así hicimos. Se colocaron como guirnaldas adornando la caseta de feria que es la zona de caja, sumando un trasto más a nuestro chiringuito de trabajo.
También tuvimos que empollar un directorio sobre juegos de azar, revisar cartoncillos con dibujitos e instrucciones enrevesadas de cada rasca del demonio, era como estudiar un monopoli extraterreste antes de regalarlo a un hijo el día de Reyes.
Durante un tiempo, el diablo de los juegos estuvo dándonos empujoncitos y animándonos a aflojar la cartera en locos devaneos, el vicio estaba a nuestro alcance, y a veces, sucumbimos al 'poder de la fuerza' de la ONCE, pero al final superamos la prueba, desdeñamos su encanto y su poder y nos hicimos fuertes, duros, y hasta olvidábamos que existe, ¿Pero existe?.
Hoy lo he visto y el 'bicho' aún está vivo, pero trabaja menos que el extintor de carro, como una tragaperras sin ranura, un trasto triste que traga trigo en mi trigal, más aburrido que unos polvorones en julio, o unos prismáticos en un ascensor, como si hubieran puesto un video Beta, más inservible que el check list de las ventas, en resumen, un armatoste inutil.
Hacen bien en promocionarlo desde los boquereles, en colocar soportes, carteles, pegatinas y monolitos tamaño familiar, el cachivache está en la UCI permanentemente. Y eso que alguna vez exhala algún latido con los 'rascas de Navidad'.
De tarde en tarde llega algún cliente de los que viven, sienten y aman las tragaperras, que se aceca a nosotros y nos pide: "Quiero jugar un Super Once".
Ya, ya, pensamos, - ¿Y no quieres mejor unas almendras? - mientras buscamos presurosos las instrucciones de la máquina, ¿Cómo diablos era eso? Hace tanto tiempo...
- ¿Y si juega mejor unas 'Pepitas'? , es que primero tengo que retirar las telarañas de la máquina, ¿sabe?,
- ¡¡Mira!!, este Rasca que lleva huevos de araña roja en una esquina seguro que le toca -
1 de diciembre de 2010
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