Hace unos años que me construyeron, por aquel entonces lucía resplandeciente y era la envidia del resto de estaciones. Mi situación era privilegiada, a la salida de una carretera nacional, por la cual circulaban diariamente miles de camiones y otros tantos de coches. Abierta 24 horas, y con tres turnos de trabajo, podía considerarse una estación de lujo. Todo iba de maravilla y era el orgullo del JZ, pues por aquel entonces, vendía casi un tercio de lo que ingresaba su cartera. Puede decirse, que era la joya de la corona.
Con los años vi como mis compañeras -gasolineras de los alrededores- eran traspasadas a otros dueños o simplemente eran cerradas por ventas bajas, incapaces de competir en un mercado decreciente, sumido en algo que sonaba cada vez más, y que algunos llamaban: La crisis.
Al cabo de 5 años, decidieron construir a muy poca distancia una autopista. Mi JZ puso mala cara y yo no sabia porqué. Poco tiempo después lo descubrí.
El trafico fue disminuyendo y cada vez iba a menos, la competencia con la autopista era una herida abierta que me debilitaba más y mas. Al cabo de seis meses decidieron que no abriría de noche. Con tristeza vi despedirse a los primeros empleados.
Mas tarde oí decir que en muchas naves con flotas de camiones o autobuses, instalaban depósitos de combustible para autoabastecerse y así no tener que repostar en las estaciones. Mis ingresos bajaron algo mas.
La plantilla se redujo de nuevo, con lo cual únicamente quedó un expendedor por turno, y a pesar de que ampliaron la estación, y le pusieron una tienda que parecía mas un supermercado, el pobre hombre -y el resto de sus compañeros- no podía hacer nada por subir las ventas, ya que aquella carretera que en su día fue una transitada nacional, se había quedado en una vía de tercera por la cual, apenas pasaban los suficientes coches como para dar beneficios.
Hace dos años, cuando empezó la crisis de verdad, la empresa prefirió cerrarme y mandar a sus empleados al paro. Según ésta, la estación no ganaba lo suficiente como para mantenerla abierta, pero los empleados sabían que no era así, decidieron arriesgar su dinero y explotarla ellos mismos.
Han pasado esos dos años. Los empleados no es que sean mucho mas ricos, pero la vida les va mejor que antes ya que lo que ganan es para ellos, y nadie les oprime ni exige, trabajan libre y felizmente, y son responsables de sacar adelante su trabajo. Los clientes aprecian la mejor atención y el buen trato que reciben, y lo mejor de todo, pudieron conservar su trabajo y demostrar, que era posible mantenerme abierta moderando la ambición de ganancias.
Según dicen, en breve, en los alrededores va a construirse un polígono industrial, algo que creen les beneficiara aún mas, mejorarán sus ventas, y yo puede que vuelva a ser una estación puntera, la envidia de la zona.
Ahora la empresa, después de haber pasado tiempo y sabiendo lo del polígono, les ha ofrecido recomprarles la estación.
Esa es la empresa que algunos defienden.
Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero.
Pues es el momento de sacar tajada.
ResponderEliminarPonerle un precio de recompra tipo "precio de tienda de gasolinera". Muy caro pero es lo que hay en este momento, o lo tomas o lo dejas.
Y si sois capaces de conseguir que recompren la gasolinera con vuestras condiciones laborales blindadas me levanto de mi asiento y os hago una reverencia.
Trabajáis en una empresa que necesita ganar dinero, no es una ONG.
ResponderEliminarQué lindo y bucólico argumento... Repsong.
ResponderEliminarAnónimo, lo he dicho varias veces y lo repito una vez más. Es mejor que utiliceis algún nombre, cualquiera, para destacaros unos anónimos de otros; es lo suyo.
ResponderEliminarDicho esto, añadiré -sin negarte tu parte de razón- que la queja mayoritaria es por el trato. Todo el mundo entiende que las empresas quieran ganar, pero con esta crisis, tal vez. sobrevivir y superar a la competencia serían buenas metas para tener contentos a unos trabajadores que en el futuro, devolverán con creces un apoyo y una confianza como esas. Solo hay que hacérselo saber y no exigirles más de la cuenta.
Aparte que ignora que los trabajadores tampoco somos una ONG, también necesitamos ganar dinero.
ResponderEliminarEs tan evidente que resulta irritante tener que subrayarlo constantemente.
Totalmente de acuerdo con Anónimo. En las empresas eres un número que lo importante es que generes beneficios. En el momento que no seas productivo, pasas a mejor vida.
ResponderEliminarGustar no gusta, pero desgraciadamente es así y no va a cambiar.
Sino quieres eso, monta una empresa y prueba...ya nos contarás.
Luis Seoane:
ResponderEliminar¿Sabes lo que es un contrato de trabajo?
No se trata de pasar a mejor vida ni de ser un número. Se trata de un acuerdo mercantil entre dos partes. Curiosamente siempre suele ser la misma parte la que se empeña en no cumplir el acuerdo.
No me refiero a la rescisión del contrato sino a no cumplir lo firmado para rescindirlo.
Bonita historia aunque no sean ricos y puedan sobrevivir éllos se quitan la presion de el spo y los clientes contentos de que no les agovien
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