Cuando llega siempre se da una vuelta por la pista buscando hiervas, manchas y restos de gasoil en las mangueras. Luego nos hace la relación y yo contesto: "Si, señor, si, señor" disciplinado como un marine americano. "Aquí mi fusil, aquí mi pistola; una da litros, el otro consuela" pienso mientras vuelvo a limpiar los boquereles.
También, antes de entrar en la oficina, pasa revista para comprobar que mi aspecto sea impecable, que mi sonrisa ilumine mi cara, que mi barba de cuatro días esté perfilada y que mis botas estén limpias y la chapa en su sitio, es un perfeccionista que pasa más tiempo tras mis pasos, que en ordenador, no le falta más que un pinganillo para parecer mi guardaespaldas.
Además, se ocupa, como una madre, de que no me falten toallitas, tapones y piruletas para regalar a los críos que revuelven la tienda, y me recuerda cada día las veinte cosas que tengo que ofrecer. Es como tener a Pepito Grillo todo el día tocándote los h...
El entrenador mientras tanto, vino a recalcarnos los compromisos como un maestro de escuela viene a repasar la lección: Mas sonrisas, esperar a los clientes en la calle, ofrecer lleno, insistir en el bueno y superior -que un día nos vamos a liar, verás-, limpiar sobre limpio, ofrecer la Repsol Mas Travel, y entregar servilletas con los fritos y la bollería. Esos son los siete mandamientos del Plan cliente. De momento. ¡Y limpiar parabrisas, y pronunciar Neotech, y obsequiar con piruletas, y...! Ya era raro que solo fueran siete.
A mi lo que me falla es la sonrisa, no soy capaz de estar las ocho horas como si me hicieran cosquillas. Mi suegra dice que no sonrío por ella, y el encargado que es falta de espíritu, pero la verdad es que soy una persona seria, que no derrocha en gracias ni parloteo abundante, muy a lo Gary Cooper, disparo cuando me tocan las narices, pero frases las justas. Desde luego no soy la alegría de la huerta, así que este concurso de sonrisas frente a mis compañeras, lo tengo perdido de antemano.
Las mujeres, por lo general, son mas proclives a la sonrisa, yo sin embargo, sobre todo cuando empieza el jaleo y las colas, me concentro tanto para superar las siete pantallas, y el aluvión de tickets, que se me olvida la sonrisa y solo pienso en salir de allí con vida.
Lo del sistema informático merece un capítulo aparte, teclas que te llevan a otra ventana, que te piden confirmación, que te la vuelven a pedir, que te llevan atrás cien veces como la bollería y bocadillos, o la Repsol Mas, todo tan complicado que parece hecho a posta para que tardemos más o nos liemos. Cada pasito pa'lante María, lleva un pasito pa'trás, podría decirse.
Por lo demás, hago piernas cuando puedo, y repito el trabalenguas de la Travel, de la Neotech, y del santísimo repertorio de venta, todo con calma, ya digo, que no se saca un Woody Allen parlanchín, de un Buster Keaton cara palo, de la noche a la mañana.
A veces, el estrés me lleva a cometer errores de pronunciación o a tener incómodos silencios cuando ya no sé que contar, por que la persona no quiere nada o ya ha comprado, y esperamos que se cierre la operación... entonces me trabuco y acabo vendiendo el Efitec-Neotech como un producto nuevo, o la Mas-Travel-Repsol, digo la Repsol-Travel-Mas, osea la Travel-Repsol-Mas... la de puntos vaya, que encima no aparece. Otras veces prefiero hablar del tiempo como recurso fácil para evitar tener que hablarle de estos nuevos carburantes que evitan la corrosión, la oxidación, limpian las impurezas, y alargan la vida del motor yo que sé cuanto, mientras el cliente te mira con cara sorprendida pensando: ¿Y este que dice? Y yo dale que dale al organillo.
Sobre la sonrisa, he pensado pintármela como Joker, pero no se que dirá el entrenador, y lo mismo el encargado se cae de culo. Por que pensar en sexo me anima mucho pero no ha lugar en la caja, no se me vaya a caer la baba y la liamos. (Continuará...)
Antes de leer este artículo deberías dirigirte a CALENDARIO DE SONRISAS (1ª Parte) y leer el principio de esta historia.