COMPAÑEROS DE CAMPSARED



"Podeis decir lo que pensais de vuestros encargados, de los objetivos, de la venta activa, de los cursos, de Sumando valores, seguridad, promotores del cambio, sindicatos, y todo lo que querais. Hubo en tiempos un blog de un compañero en donde mucha gente dejó sus comentarios, hoy no existe y como alternativa nace CAMPSARED BLOG, para reunir a todos los que somos COMPAÑEROS DE CAMPSARED"

Este blog, como indica en la cabecera, originariamente fue creado por un compañero llamado EXPENDEDOR-VENDEDOR el 20 de noviembre de 2008 pero problemas técnicos le impidieron actualizarlo, lo que dio pie a la creación de esta segunda etapa renovada que es la que se abre a continuación.
Como aquel, mantiene la idea de tener una plataforma de comunicación, de reivindicación y sobre todo un medio de expresión para todos los trabajadores de CAMPSARED y de REPSOL, y a la que quedan invitados cualquiera de los trabajadores de EESS sean cuales sean sus marcas.

Bienvenidos todos a este foro de diálogo e información.

Recordar que si visitais esta página por primera vez, para conocer el contenido completo de este blog desde su nacimiento, deberíais comenzar por el antiguo blog pinchando en este enlace:

'www.campsaredsprint.blogspot.com'





1 de octubre de 2012

DEPRESION

La habitación es aséptica, dos sillas enfrentadas una a la otra y por medio una mesa. Pocos papeles sobre ella, una bandeja con algunas carpetas y un ordenador gris, colores neutros para una habitación tranquila, iluminada, silenciosa, nada de camisas de fuerza colgadas de un perchero, ni vitrinas atiborradas de pastillas. Estoy aquí por que no puedo más. Me duele el pecho cada vez que me acuerdo del trabajo. Siento angustia, se ha apoderado de mi un pánico que me afloja las piernas y me oprime el corazón. No sé como, ni cuando comenzó esta obsesión que me ha quebrado el ánimo. Me impide pensar con claridad, me atrofia cuando escribo. Casi no lo hago, todas las últimas historias forman parte de la cosecha que almacenaba el disco duro. Tengo pocas ganas de escribir, tengo algunas ganas de llorar. Unas y otras surgen atropelladamente por que me siento herido, acobardado, ya no puedo competir más. Durante meses la presión ha ido minando mi resistencia y mi moral, ya casi no me quedan fuerzas, todo son amenazas; si me falta dinero, me lo descontarán, si un coche se me escapa, me lo descontarán, si faltan rascas o loterías me lo descontarán, si falta en inventario me amenazarán, si no se vende lo previsto me apremiarán, me intimidarán, los lobos del apercibimiento, del traspaso, del traslado, de la detracción de salario, resultan agonías diarias duras de soportar.


Mires donde mires, todo son aristas cortantes que amenazan y duelen en lo mas profundo del alma.
Está muy bien decir que solo hay que ofrecer, pero ahí están los rankings semanales, hurgando heridas, como reprimendas hacia lo más profundo de tu ego. Eres el 68, y la pasada semana ocupabas el puesto 75, "eres un lastre, vendrán ha hablar contigo, esto no puede seguir así".



Miro la lista y busco nombres conocidos que estén bien por debajo o por encima. Los primeros se me atraviesan en el pecho, no por envidia, pues creo que ésta es una carrera, en la que somos galgos que perseguimos un conejo de madera, osea, nada. Suena el disparo y nos lanzamos unos contra otros a ver quien cruza antes la meta y recibe la felicitación en forma de mensaje de su jefe de zona. "esta semana hemos sido los segundos, muy bien chicos, hay que seguir hasta lograr ser los primeros"


Pues en esta carrera demencial, yo me he roto la pata, he sentido crujir el corazón, y me acobarda la lista en blanco de mis ventas. ¿Que ha pasado? No era el trabajo de mis sueños, pero tampoco me provocaba pesadillas. Ahora me asfixio cuando me pongo en caja, me falta el aire, imploro a mis clientes, y al borde estoy de suplicarles con lamentos, NECESITO UNA VENTA, NECESITO QUE SE LLEVE UN MELÓN, olvídese de esa mierda de caramelo o de patatas, llévese unas almendras, llévese un queso, COMPREME UNOS RASCAS, ¡Por Dios! no ve que estoy desesperado...


Siento no poderos entregar un artículo ameno,  que provoque cuando menos media sonrisa, y que algunas buenas personas gratifican calificándolo con las estrellitas que compensan mi esfuerzo. Me está costando escribir, me está costando hasta vivir. Yo no puedo vender las paletillas como si fueran cocacolas, yo no puedo escalar tal como piden en esas listas negras de SPs y de Once. Para mi suponen un suplicio que me cuesta dinero incluso, por que maquillo mis cifras muchos días con compras insensatas de productos que yo no necesito, y que son caros, son sablazos que me libran de la vergüenza de no quedarme en blanco, pero por culpa de eso estoy sumido en negro. Ni la aséptica habitación iluminada, ni la doctora que amablemente me explica todo lo que ya sé, y que he explicado a otros, me convence. Racionalizo sus palabras por que sé que tras cada día de trabajo, me espera una carrera, y además cronometrada "Son las once de la mañana y solo llevais [...], teneis que apretar más, a este paso no vamos a conseguir los objetivos".


Ratifico en silencio todo lo que me dice la doctora, como cuando tengo a mi Jefa o a la encargada recomendándome lo que hay que hacer: "Siempre ofrecer, siempre sonreir, siempre insistir", recojo las recetas con la esperanza de que aquellas pastillas de la risa (el Prozac), cumplan con creces la función de reblandecerme los sesos, de atemperar mi furia y hacerme un vegetal que cumpla con las leyes y órdenes como si me hubiesen trepanado el cerebro y colocado un chip, como un manso castrado que babee ofertas de productos fantásticos, y que se lea los rankings como quien lee la parrilla de la tele.


He tenido que llegar a este punto por que no soy expendedor. Sin darme cuenta me he metido en una carrera y ahora soy un atleta que debe batir marcas cada día, como lo hace mi compañera, como lo hacen quienes siempre aparecen en la cabecera de los rankings, super-expendedores, super-vendedores, a quien con gran orgullo regalará jamones su Delegación, o invitará a grandes eventos, para que demuestren que están agradecidos a la vida y a su empresa por darles la oportunidad de brillar. Podré verlos en la revista de Sumando Valores, podré envidiarlos en sus astronómicas cifras de cada semana mientras a mi me señalan como inepto. Mi consuelo es estar a media lista, como los medio tontos, como los que ni fu ni fa, como los que jamás llegarán a nada. No me imagino entre los diez colistas, deben tener las tripas encofradas, y una autoestima a prueba de explosiones atómicas; no podría superar una culpabilidad como ésa. ¡Y que no me falte dinero!, por que además del corazón me dolerá el bolsillo y crecerá mi rabia y mi amargura.


Me tomo mi primera pastilla frente al ordenador, sorbo un trago de agua y aprieto los dientes, para poder tener el cuajo de presentarme a trabajar mañana sintiéndome una mierda que siempre está en lo rojo de los rankings, para sobrevivir a la incertidumbre de un trabajo continuamente amenazado. Espero poder superarlo. Espero tener fuerzas y ánimos para seguir llevando el Blog, para cambiar lo negro por lo verde, y recuperar las ilusiones. Siento el tostón...

OCTUBRE 2012, comentarios

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23 de septiembre de 2012

VIDA Y MUERTE DE UNA ESTACION

Por revoltosina


Hace unos años que me construyeron, por aquel entonces lucía resplandeciente y era la envidia del resto de estaciones.  Mi situación era privilegiada, a la salida de una carretera nacional, por la cual circulaban diariamente miles de camiones y otros tantos de coches. Abierta 24 horas, y con tres turnos de trabajo, podía considerarse una estación de lujo.  Todo iba de maravilla y era el orgullo del JZ, pues por aquel entonces, vendía casi un tercio de lo que ingresaba su cartera. Puede decirse, que era la joya de la corona.

Con los años vi como mis compañeras -gasolineras de los alrededores- eran traspasadas a otros dueños o simplemente eran cerradas por ventas bajas, incapaces de competir en un mercado decreciente, sumido en algo que sonaba cada vez más, y que algunos llamaban: La crisis.

Al cabo de 5 años, decidieron construir a muy poca distancia una autopista. Mi JZ puso mala cara y yo no sabia porqué. Poco tiempo después lo descubrí.

El trafico fue disminuyendo y cada vez iba a menos, la competencia con la autopista era una herida abierta que me debilitaba más y mas. Al cabo de seis meses decidieron que no abriría de noche. Con tristeza vi despedirse a los primeros empleados.

Mas tarde oí decir que en muchas naves con flotas de camiones o autobuses, instalaban depósitos de combustible para autoabastecerse y así no tener que repostar en las estaciones. Mis ingresos bajaron algo mas.

La plantilla se redujo de nuevo, con lo cual únicamente quedó un expendedor por turno, y a pesar de que ampliaron la estación, y le pusieron una tienda que parecía mas un supermercado, el pobre hombre -y el resto de sus compañeros- no podía hacer nada por subir las ventas, ya que aquella carretera que en su día fue una transitada nacional, se había quedado en una vía de tercera por la cual, apenas pasaban los suficientes coches como para dar beneficios.


Hace dos años, cuando empezó la crisis de verdad, la empresa prefirió cerrarme y mandar a sus empleados al paro. Según ésta, la estación no ganaba lo suficiente como para mantenerla abierta,  pero los empleados sabían que no era así, decidieron arriesgar su dinero y explotarla ellos mismos.

Han pasado esos dos años. Los empleados no es que sean mucho mas ricos, pero la vida les va mejor que antes ya que lo que ganan es para ellos, y nadie les oprime ni exige, trabajan libre y felizmente,  y son responsables de sacar adelante su trabajo.  Los clientes aprecian la mejor atención y el buen trato que reciben, y lo mejor de todo, pudieron conservar su trabajo y demostrar, que era posible mantenerme abierta moderando la ambición de ganancias.

Según dicen, en breve, en los alrededores va a construirse un polígono industrial, algo que creen les beneficiara  aún mas, mejorarán sus ventas, y yo puede que vuelva a ser una estación puntera, la envidia de la zona.

Ahora la empresa, después de haber pasado tiempo y sabiendo lo del polígono, les ha ofrecido recomprarles la estación.

Esa es la empresa que algunos defienden.
Publicado por revoltosina para CAMPSARED BLOG el 28 de febrero de 2012 a las 21:33 - Adaptado por Anksunamun

Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero.
Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés.

Es bonito tener dinero y cosas que puede comprar el dinero, pero también es bonito tener las cosas que el dinero no puede comprar. George Horace Lorimer (1867-1937) 

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15 de septiembre de 2012

SEXO EN LA GASOLINERA (2ª parte)

Espacios ‘calientes’ para hacer el amor
En el obrador: El sitio estrella.  Arriba, abajo, con el horno puesto, sin poner, sobre los cruasanes recién  hechos, hay mil combinaciones, una gozada vamos, y con vista privilegiada de la calle. Aquel lugar es el mejor sin duda, bajo el refugio de la chapa cerrada, mientras la gente deambula sorprendida y desconcertada por la tienda ¿Ande'andará el gasolinero? ¿Ande andará? Si alquiláramos el obrador para echar polvos, ganaríamos una fortuna.  Las gasolineras tendrían que tener cuatro o cinco obradores en cada estación,  para alquilar a las parejas, y saldrian de la crisis en dos meses.  Pues bien, este idílico sitio, supone una maniobra complicada, arriesgada por que de presentarse el Jefe de zona ¿Que le dices? ¿que estabas convenciendo al cliente/a de que se llevara una paletilla? ¿De que tus  paletillas desnudas eran como las que vendías? O sencillamente que estabais cazando un ratón juguetón.  Muy complicado de explicar, solo debe de utilizarse por la noche mientras la gente aporrea los cristales esperando que le hagas un prepago.
En el vestuario: Nada más excitante que ver a tu pareja probarse ropa de trabajo, solo lo de arriba,  para pensar que follas con otra de tu gremio, y que me dices del chaleco amarillo y nada más... Lo escribo y me mareo de pensarlo.        
En la oficina: Mira a tu alrededor y reflexiona. ¿No es una idea genial? Allí refocilándose sobre los partes de liquidación, los de todo un semestre tirados por el suelo, y sobre las boletas de Solred, imaginándote que son billetes de 500 que se te meten por las nalgas.
Entre los rodillos del lavado: sólo para aventureros. Los que lo probaron dicen que es una experiencia única. Puedes probar parado, pero en marcha lo flipas, dándote aquellas cerdas por el culo (en el buen sentido), rozándote la espalda, y el lavarruedas haciéndote cosquillas por las pantorrillas, mientras te chorrea el agua que da gusto y dan ganas de repetir. Pega: No se puede hacer en invierno, por que entonces si que lo flipas, sobre todo en las gasolineras de montaña.

Momentos ‘hot’
En la ducha de camioneros: Es la opción más cómoda y discreta. Seguro que ya lo has probado para hacer un rápido, eso si, mejor que no haya camioneros corpulentos a la vista no vayamos a salir 'trasquilados' y con una experiencia bien diferente de la que esperábamos.
En la caseta de los trastos. Con la puerta entreabierta, sobre las cajas de boletas antiguas o archivos del año de la pera, o sobre restos de uniformes sobrantes como si fuera un cesto de la ropa gigante y aquello una lavandería abandonada. Bien pensado parece un nido de cigüeñas con un pájaro loco buscando acomodarse. Tal vez demasiado polvo, y no me refiero al fisiológico.

En el cuarto de la limpieza: A veces, los trastos estimulanlos extraños desagües, las fregonas patas arriba, el olor a desinfectante mezclado con la sudoración de vuestros cuerpos.  Con tanta oscuridad, y si la tienda está llena llena de gente ¿por qué no?
En los pasillos y/o almacén: rapidito, un express antes de recoger el Matutano que hace falta para reponer en las baldas.

En el voult: Otro clásico, un lugar destinado a fuertes magreos, a violentos ejercicios de labios y de manos recorriendo con fuerza piernas, gluteos, entresijos de piernas, donde el sexo busca el calor más escondido y salvaje que guardamos para contrarrestar las frigorías de la cámara.. De allí se sale más caliente que frío, garantizado.

Las reglas del sexo rápido…
Silencio: nada de ruidos, gemidos fuertes ni exclamaciones, si hablamos que sea para ofrecer cupones de la Once disimulando los jadeos. Seguro que vendemos alguno, y si no lo vendemos nos dará igual.
Discreción: cuánto menos gente lo sepa, menos posibilidades de que nos cacen (no es de recibo avisar al encargado o a un compañero/a, "Oye, que me voy a follar en mis quince minutos de descanso").
Localizaciones restringidas: Si bien la adrenalina que provoca el temor a ser capturado es importante, siempre que podais cerrar la puerta, mejor, lo digo por experiencia, no vaya a presentarse el Delegado Regional que nunca viene, y a ver cuantos cupones vas a verte obligado a colocar para compensar ese desliz, amén de la carta de apercibimiento que sería tan notable que la colocarían hasta en el tablón de anuncios de la web de Repsol.


Mas reglas 'hot'

Coherencia: Recuerda que hablamos de sexo express; nada de preparativos, prólogos ni palabras, ni, a ver donde podemos, ni aquí no que nos pillan; hay que ir directo al sexo, total te ha caído del cielo, no se te vaya a escapar si te andas con milongas.
Cuidado personal: Al terminar, y antes de volver a escena, aseguraros de estar bien peinados, sin marcas y cada cual con su ropa. No hay nada más embarazoso que tener que volver a entrar para intercambiarse las prendas.
Imaginación: Sólo disponeis de unos minutos, así que tratad de ser creativos, directos, desinhibidos. Ambos lo agradecereis.

La excusa perfecta: No olvidaros que si alguien os pilla, vosotros estais disfrutando de los 15 minutos de bocadillo que establece el convenio. Recalcarlo las veces que haga falta. Lo que os lleveis a la boca en vuestro tiempo libre es cosa vuestra. Recordad, vuestros 15 minutos son sagrados y privados. Esa primera declaracíón os servirá ante un juez.
Sexo en la gasolinera (Campsared Blog)

Posturas recomendadas...

Sentados: 
 Como hablamos de sexo rápido, lo mejor es improvisar, si, pero con conocimiento de causa, no vayamos a inventar nada que ya no esté inventado, queremos que todo salga bien así que lo mejor es recurrir a las posturas conocidas que no tendría que repasar aquí, en fin, eligiendo cualquier sitio donde poder aposentar el culo (lo más fácil), ayuda mucho que ella lleve falda o vestido, y cuando más livianos y cortitos mejor,  de forma que se pueda sentar rápidamente sobre el otro sin que se evidencie lo que tienen entre manos, o piernas. Lógicamente las expendedoras como ya no utilizan falda mayoritariamente, tendrán que recurrir a su propio conocimiento sobre la materia, que sospecho sea muy superior al de los varones en lo tocante a descubrir botones, deslizar cremalleras y llegar a los puntos más concretos en el tiempo más corto disponible.
No molestar: Si el espacio es más reducido, nada como como recurrir a la fuerza, es este caso la de el, que habrá de levantar a la mujer hasta alcanzar la altura necesaria para dedicarse al asunto con la prioridad que requiere.  Si él es fuerte de brazos para soportarla podreis disfrutar de un momento maravilloso, eso si, reconozcamos que hay que estar en buena forma, y alcanzando ciertas edades, la cosa no queda ya tan clara.


PREPÁRATE PARA EL PLACER…

Preambulos: Hemos dicho que nada de preambulos, pero con la de trastos que hay por las estaciones, seguro que encontrais algún punto de apoyo donde subiros para que el otro ejecute sus conocimientos orales sobre la materia. Ya que estábamos puestos...
Contra la pared: Ella de frente a la pared, un poco encorvada, y él sujetándola por la cintura. Una vez más, las faldas cortas, o las faldas sin más son las recomendadas para manejar el asunto sin problemas. Atención, en el fragor de la pasión, no olvidaros de mantener el silencio, no sea cosa que alguien más entre al baño, al almacen, al pasillo y escuche todo. Esta postura como no tiene nuestras bocas ocupadas puede jugarnos una mala pasada.

El momento justo, el lugar adecuado: Naturalmente a las ocho de la tarde con la gasolinera llena, y a horas punta no es el momento de ponerse a follar como unos locos mientras la clientela se agolpa preguntándose donde estará el trabajador/a o si se tratará de algún programa de cámaras ocultas. Sin embargo si hay que hacer un esfuerzo se hace, para eso estamos allí, para servir a nuestros client@s, y la persona que atendemos debe de serlo sin lugar a dudas (¿O se trata de un compañer@?, mejor no preguntar). 

Lo cierto es que a lo largo del día se viven situaciones de mucho estrés que merecen un ‘rapidito’ para descargar tensiones. Todo momento es apropiado, una vez más, siempre que los dos estén de acuerdo. Eso si, no olvideis bloquear las calles no vaya a costaros aquel polvo más que si hubieseis ido a un prostíbulo de lujo.

Espero que estos consejos os ayuden a salir del apuro en el caso de surgiros una situación semejante. Estamos aquí para ayudar. Los sindicatos deberían emitir una circular con este texto, y por supuesto la Delegada de Riesgos Laborales debería mostrarnos varios ejemplos prácticos al respecto.



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Antes de leer este artículo deberías dirigirte a SEXO EN LA GASOLINERA (1ª Parte) y leer el principio de esta historia.