COMPAÑEROS DE CAMPSARED



"Podeis decir lo que pensais de vuestros encargados, de los objetivos, de la venta activa, de los cursos, de Sumando valores, seguridad, promotores del cambio, sindicatos, y todo lo que querais. Hubo en tiempos un blog de un compañero en donde mucha gente dejó sus comentarios, hoy no existe y como alternativa nace CAMPSARED BLOG, para reunir a todos los que somos COMPAÑEROS DE CAMPSARED"

Este blog, como indica en la cabecera, originariamente fue creado por un compañero llamado EXPENDEDOR-VENDEDOR el 20 de noviembre de 2008 pero problemas técnicos le impidieron actualizarlo, lo que dio pie a la creación de esta segunda etapa renovada que es la que se abre a continuación.
Como aquel, mantiene la idea de tener una plataforma de comunicación, de reivindicación y sobre todo un medio de expresión para todos los trabajadores de CAMPSARED y de REPSOL, y a la que quedan invitados cualquiera de los trabajadores de EESS sean cuales sean sus marcas.

Bienvenidos todos a este foro de diálogo e información.

Recordar que si visitais esta página por primera vez, para conocer el contenido completo de este blog desde su nacimiento, deberíais comenzar por el antiguo blog pinchando en este enlace:

'www.campsaredsprint.blogspot.com'





1 de abril de 2024

1 de enero de 2024

ENERO-FEBRERO-MARZO 2024, Comentarios







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1 de diciembre de 2023

DICIEMBRE 2023, Comentarios


Un mes más, y ya van unos cuantos (posiblemente muchos), seguimos estando bajo la dictadura de Waylet. Nuestro quehacer diario dentro  de la gasolinera, se ha convertido, básicamente, en la de ser comerciales de Repsol. Por un mísero porcentaje, trabajamos la mayor parte de las horas para la matriz de Campsared, la afamada Repsol, que va recopilando información valiosa de nuestros clientes para una gran base de datos de la que poco a poco, irá sacando rendimiento. De momento la luz, el gas, las nuevas energías y lo que se les vaya ocurriendo.

Ahora, el resto de rutinas no importan, habrás podido hacer 15.000 €, atendido a cientos de clientes, limpiado, preparado, colocado pedidos y mil trabajos más, pero solo se van a preocupar de "cuantos Waylets llevas", ahora es así, tanto vales cuantos más Waylets haces, si no, eres un gandul que no produces ni mereces el sueldo que te pagan. 

Lo triste de esto, no es que nos tengan desarrollando un trabajo que no nos corresponde, sino que encima, estamos alimentando a la fiera que nos dejará sin trabajo algún día, me refiero a Waylet. Ya hay clientes que me lo dicen: "Esto, os acabará quitando el trabajo", y que razón tienen. Según evoluciona la tecnología, la Inteligencia Artificial (IA) irá tomando las riendas de nuestra sociedad, se irá ocupando de los trabajos intelectuales y técnicos, marginando a los seres humanos hacia los trabajos más precarios y elementales. Ya no necesitarán expendedores, ni tampoco reponedores, acaso, ni siquiera captadores de futuros proyectos, todo lo realizarán humanoides muy simpáticos y con don de gentes, y además con la capacidad de analizar a un individuo sólo con mirarle a los ojos. Tal vez sirvamos para subir el automático cuando salte la luz y quede todo offline

Lo único bueno, es que tampoco necesitaremos jefes de zona, ni jefecillos intermedios, ni jefazos, de eso también se ocupara una IA que tendrá todo bajo control. Posiblemente, también será un ordenador el que decida si nos suben el sueldo un 2 % o menos, ya que los sindicatos —de carne y hueso— han demostrado que tampoco nos sirven para luchar por más. Entre unas cosas y otras, estamos apañados.


1 de octubre de 2023

OCTUBRE-NOVIEMBRE 2023, Comentarios



Los trabajadores de Campsared llevamos largo tiempo soportando presiones y cargas de trabajo por encima del límite. Los encargados por ejemplo, se quejan de la falta de empatía de sus jefes de zona. Aprietan porque dicen que a ellos también les aprietan, piden y exigen porque para ellos es sencillo y gratuito, no tienen que dar explicaciones, su tarea es alcanzar los objetivos sin detenerse a pensar en el trabajador, pasando por encima de sentimientos y a veces de derechos. No hay encargado que no haya llegado alguna vez hasta la zona roja del hartazgo. 

Muchos añoran su época de expendedores, y deshojan ilusamente la margarita del regreso, pero eso no es posible, prevalece su capacidad de sufrimiento, la esperanza de que algún día esto mejore. Pero esto no mejorará, corren 'malos tiempos para la lírica', siempre ha sido así y el futuro no pinta diferente. Volverán a sus casas desencantados, aburridos y hartos de sus quehaceres, pero cada nuevo día arrastrarán su cuerpo hasta la oficina, se sentarán frente al ordenador, y reanudarán su triste jornada de trabajo, temiendo la llamada del jefe con sus incómodas preguntas y sus férreos mandatos, siempre pensando que el destino cambie su sino. 

Junto a ellos, nos encontramos los expendedores, siempre rumiando quejas, sin entender muy bien algunas decisiones, soportando nuestra jornada —a veces larga y fatigosa— y las manías de quienes tenemos por encima.  

Pero además de una considerable carga de trabajo, también aguantamos a la gente, los clientes y sus incordios, algunos con altanería, creyéndose por encima de nosotros. Soportamos esa matraca muchas veces solos, sin encontrar consuelo y apoyo por parte de la empresa, siempre con el temor de que se escape alguno sin pagar, haciendo de forma injusta una labor de comerciales que no nos corresponde, atendiendo las quejas y exabruptos, sintiéndonos menospreciados por unos y por otros.

En ese trajín malsano transcurren nuestras ocho horas, que pueden ser peores si nos visita el super jefe o el encargado se saca alguna chuminada de la manga. Solo algunos clientes nos devuelven la esperanza en el ser humano. Y con eso nos volvemos a casa, sabiendo que es un largo camino el que nos queda, que no mejoraremos, que todo va a seguir igual un día tras otro.

Así que, en eso estamos todos, sabemos que nadie nos valora lo bastante, ni la empresa como estamento, ni los que manejan este circo, ni los clientes; somos "la morrallita", que cantaba Carlos Cano. Volveremos al tajo, porque no tenemos otro remedio, ¿Puede una empresa seguir adelante con empleados afligidos y desilusionados? 
Parece que sí, las pirámides de Egipto nos lo confirman, ya que se construyeron en las mismas condiciones.