COMPAÑEROS DE CAMPSARED



"Podeis decir lo que pensais de vuestros encargados, de los objetivos, de la venta activa, de los cursos, de Sumando valores, seguridad, promotores del cambio, sindicatos, y todo lo que querais. Hubo en tiempos un blog de un compañero en donde mucha gente dejó sus comentarios, hoy no existe y como alternativa nace CAMPSARED BLOG, para reunir a todos los que somos COMPAÑEROS DE CAMPSARED"

Este blog, como indica en la cabecera, originariamente fue creado por un compañero llamado EXPENDEDOR-VENDEDOR el 20 de noviembre de 2008 pero problemas técnicos le impidieron actualizarlo, lo que dio pie a la creación de esta segunda etapa renovada que es la que se abre a continuación.
Como aquel, mantiene la idea de tener una plataforma de comunicación, de reivindicación y sobre todo un medio de expresión para todos los trabajadores de CAMPSARED y de REPSOL, y a la que quedan invitados cualquiera de los trabajadores de EESS sean cuales sean sus marcas.

Bienvenidos todos a este foro de diálogo e información.

Recordar que si visitais esta página por primera vez, para conocer el contenido completo de este blog desde su nacimiento, deberíais comenzar por el antiguo blog pinchando en este enlace:

'www.campsaredsprint.blogspot.com'





10 de mayo de 2011

VENDER EN TIEMPOS REVUELTOS


Esta historia se ha prolongado durante varias temporadas.  Llegó como una novedad a la 'parrilla', la trajo a España un guionista portugués de cuyo nombre no quiero acordarme.  Según parece fue un gran éxito en Estados Unidos, y bien traída la historia  a nuestro territorio patrio, supuso un nuevo estilo de hacer series encadenadas con un mismo argumento:   La venta activa.  "Si tenemos 20 millones de clientes, y a cada uno le vendemos una coca-cola, 20 millones de coca-colas".  Matemática pura, marketing de laboratorio.

Al principio tuvo un 'Share' espectacular, chicles y chupa-chups, promovidos en lote desbancaron cualquier propuesta de la competencia, e hicieron augurar prometedores tiempos a la empresa, y una larga vida a la serie.
Como digo, los primeros capítulos fueron de un dulzor exquisito, se llamaron las '5 ks', y fueron un éxito rotundo, ¿Quién no probó una 'K' en este país?.  Era la 'sensación de vivir' del nuevo siglo, consumir, consumir, y si es posible 'Ks',  ponga una 'K' en su vida.  Sacaron hasta un coche con ese nombre:  El Ford 'K' .
La serie tuvo un sin fin de personajes, pero todo giraba en torno a cinco historias parecidas con un mismo argumento:  La Comida Rápida, la Bollería, los Refrescos, los Helados y los Dulces.

Ya en el final de la primera temporada, alguien decidió 'matar' entre comillas a los Helados, aunque dicen las malas lenguas que se fueron por propia voluntad, cautivados por la propuesta de un millonario ruso que les propuso mucho dinero y mejor clima.
Aquella 'K' fue breve, pero con un papel muy recordado y muy valioso.  Tras su marcha, se incorporó a la serie un actor consumado, versado en mi historias, con cientos de películas a sus espaldas, ¿Quién no ha escuchado una 'película' sobre lo que pasó en aquel o en ese otro lavado?.   Todo el mundo.  Se trataba de la primera gran estrella,  - tanto que hay establecimientos en los que no ha llegado a intervenir por propia voluntad. -  Aquí me instalo, y aquí no. El dictamina su actuación.

Una vez conformado aquel equipo de actores populares, comenzó la batalla por la audiencia.
Las cinco historias que componían cada capítulo cobraban importancia según los meses y los días.  Los Dulces se ocupaban de la parte romántica, los episodios amorosos, las aventuras más tiernas y golosas del guión.

La Bollería no estaba dedicada solamente a historias de lesbianas, eran vivencias de colegas, de amigos, de amistad. Los refrescos ocupaban la franja más salvaje, la parte de la acción, las explosiones, los disparos, el universo de colores sin límite de fuerza.
Los Sándwiches eran para viciosos, aunque albergaban a mucha gente, los estudiantes, los viajeros, los gafapastas, y por supuesto los tipos con dinero.  Cualquier historia relacionada con los sándwiches estaba salpicada con dinero, aunque ya de por sí, el dinero, el deseo y el placer, suelen ir moderadamente unidos.
El principio de cada producción es una incógnita absoluta, y en este caso, no fue distinto, se comenzó con titubeos, el argumento no le gustaba a todo el mundo, hubo protestas y alguna manifestación, el público no estaba acostumbrado a una serie tan rompedora, con unos guiones tan agresivos.
Se llamó al orden a esos chupópteros y correveidiles, a esos 'estómagos agradecidos' según decía la productora, y la serie comenzó a remontar.

Transcurrió la primera temporada, y luego la segunda, siguió invirtiéndose en la serie, se buscaron especialistas en el método stanislavski,  los 'impulsores', que introdujeron nuevas formas de acción y de actuación, el drama, la comedia, un poco el esperpento, y unas primeras incursiones dentro del género del thriller.

Hasta mediados de la segunda temporada, una parte importante de episodios los protagonizaron los lavados, 'el más caro, siempre el más caro', se referían a su caché.

Pasado el tiempo, aquello es pura anécdota.  Se recuerdan interminables jornadas donde cada episodio era aumentar un tanto la popularidad del anterior, había que conseguir el presupuesto, subir el 'Share', batir todos los récords.

El sindicato de actores intervino, se redujo la intensidad, pero en la quinta temporada, entró una estrella de las grandes, de las que habitan el firmamento de la fama, de las que exigen tratamiento de diva, una divina, voluble, caprichosa, capaz de hacer cambiar las reglas para adaptarlas a sí misma.
Nada sería lo mismo desde entonces.  Conocida lo mismo en Hollywood. que en Estocolmo, Pekín o en la dehesa extremeña, la SPO, significó un renacimiento, la nueva cima, el culmen de esta nueva propuesta cinematográfica y televisiva marcada por el ansia, los argumentos repletos de tensión y sadismo, el thriller psicológico, y algún que otro capítulo con elementos de terror.

La SPO era un elemento impulsivo, dominaba con agresividad, con amenazas, resolviendo la mayoría de las historias de manera violenta, da lo mismo que se tratara de una viejecita simpática, de una mujer madura, de un chico joven, o un jornalero sudoroso, todos recibían el  'sopapo',  y algunos, un  'leñazo' considerable, pero subía la audiencia y los ingresos, la productora quería sangre, más víctimas, los actores nos convertimos en asesinos compulsivos, el argumento se centró en hacer víctimas de todo el que pasaba por allí.
La serie dejó de ser un entretenimiento familiar para convertirse en una pesadilla sin final, aquellos argumentos nos convirtieron en psicópatas, éramos asesinos en serie, 'liquidábamos' a trabajadores, a parados, a amas de casa, los personajes secundarios sabían a lo que iban, y algunos la palmaban con una dignidad gloriosa.  Otros se iban haciendo sabios, precavidos, esquivos, sabedores del tema, pero nosotros al ataque, lo mismo les 'arreábamos' con una paletilla de jamón, muy del estilo de Almodovar, o les 'atizábamos' con una caja de naranjas, con un tarro de miel, con unas nueces o con frascos de almendras, que es con lo que afinábamos mejor la puntería.

Con una situación como la que hay en España, hubiésemos tenido que buscar historias de ternura, de solidaridad, temas sencillos, asequibles, cercanos para todos los públicos, pero los directores exigieron violencia máxima, impusieron un número de crímenes en cada capítulo, los asesinos se convertían en víctimas de sus verdugos, el negocio de la televisión se había enviciado hasta  los huesos.

La reciente incorporación de una estrella infantil de padres ricos, nos 'rasca' a todos dejando al descubierto la mísera esperanza de mejora que le aguarda a la serie.
El juego de la audiencia y el dinero marca los pasos ambiciosos de quien posee estos medios,  ya no hay aprecio, no hay hermandad , los beneficios los dan, lanzarse al cuello y hacer cachitos diminutos de cualquier árbol, incluso del caído.

Somos sicarios al servicio de esta Red de 'televisión',  hacemos un programa basura, que ni satisface a los clientes, ni recompensa nuestro esfuerzo, ¡Maldito parné!,  Quienes trabajamos en ello, necesitamos el dinero, y aceptamos estos papeles denigrantes.  Las empresas engullen la buena voluntad de los hombres queriendo acumular fortunas faraónicas que no gastarán nunca.  Establecen sus postulados inquisitoriales sobre las espaldas de trabajadores agotados, clientes hastiados, ilusiones burladas y derechos arrinconados.

La 'televisión' de Campsared, es un territorio de una aplastante ley.  O aceptas esas reglas, o te retiran de la parrilla.
Vender en serie (Campsared Blog)

1 de mayo de 2011

¡QUE TE DEN...!

Hay compañeros que te sacan de quicio en todos los trabajos, no sólo en Campsared, tarde o temprano salta la chispa por que en las relaciones, siempre hay fricción, y si hay fricción hay calentamiento, y el calentamiento puede ser bueno o malo.  Si es un calentamiento bueno pues a follar y listo, pero en nuestro trabajo no se puede follar, no hay tiempo material, y más allá del morbo de consumar aquello dentro del obrador, que es un sitio fantástico, el resto de lugares carecen de un interés consustancial al hecho de cometer una locura, luego cualquier calentamiento en el trabajo, suele ser malo y devenir en una bronca.
Luego hay broncas pequeñas, broncas grandes y broncas  'E+10',  que están expresamente prohibidas en el artículo 31 del Convenio, así que ni me entretendré en ellas, sólo decir que esas no esperan al amanecer para aclararse bajo la luz final del monolito, mientras el turno 3 y el turno 1 ejercen de padrinos, esas se solventan en juicio sumarísimo, y aunque no tienen sexo, si que terminan con frases alusivas del tipo:  "¡Que te follen!",  para acabar la discusión.
Las otras broncas, las pequeñas y grandes se desarrollan entre las bambalinas, por lo bajo, 'el espectáculo debe continuar',  son siempre por minucias, un quítame allá esas pajas, un donde has puesto ésto, un no me has hecho aquello, bobadas que se resolverían en nada, si todos dispusiéramos de tablas adecuadas donde medir la importancia de las cosas.
¿ Discusión de trabajo?,  uno con siete en el baremo, de leve a moderada, tres padrenuestros y marchando, poca cosa, más pajas para aquello del quítame, no penseis mal.

Todo en la vida desmerece en comparación a otros sucesos, ya sean problemas o momentos felices, siempre hay gente que ha padecido o disfrutado más.  El baremo no engaña.  Nuestro momento más feliz, encuentra réplica en la fiesta de las fiestas, y se convierte en un momento alegre y nada más.  Lo triste también se topa fácilmente con la montaña que da sombra más grande y más oscura.  Todo lo que se siente en esta vida es relativo, y por lo tanto intrascendente.

Las broncas de los jefes o de los encargados, o mantenidas con otros compañeros, se disolverán en el tiempo, que es un océano tan voluminoso, que incluso témpanos muy grandes, desaparecen engullidos por su magnificencia.
¿Quién se acuerda de las broncas de chico?,  ¿De los rapapolvos de joven?,  ¿O de las charlas de mayor?.
¿Y de la penúltima bronca conyugal?  Discutir dentro del trabajo es tan inútil y contraproducente como hacerlo contra los sindicatos dentro de este blog.
Cada acontecimiento negativo se refleja en nosotros, como si estuviéramos frente a un espejo, lo que decimos o atacamos nos afecta a nosotros mismos, porque somos garbanzos en una misma saca, somos iguales, somos dos ramas cualesquiera de un árbol, y por fuerza nos rozamos unas con otras.

En este punto debo decir que las mujeres son mucho más chinchosas, el doble, bueno, el doble no, el triple tal vez, mientras que un hombre resuelve diferencias con un simple  "Date el piro vampiro",  o incluso desdeñando el problema, quitándole hierro a la disputa, usando sabiamente el  'baremo',  la mujer, utilizando su visión de las cosas  - Que es distinta diametralmente a la del hombre -,  lo cocina despacio, lo hierve a fuego lento, y lo dispone en cómodas raciones:  Para el compañero, para la amiga, para el encargado...  de una raquítica  'tartera',  saca un banquete para quince,  ¿Y total qué?,  La misma albóndiga en el plato y mucha propaganda.

Estar a malas con quien mañana vas a compartir el trabajo no es de recibo ni entra en la lógica, ni es saludable para el alma, es mejor aclarar la situación, ceder un poco tu y un poco el otro, sacar la 'tabla de baremos', o lo que rayos os parezca pero hacer un borrón y cuenta nueva de esa discusión fratricida e incómoda como un sillón relleno de guijarros.

Un sindicato es el único salvavidas que encontrarás que flote de tu parte en caso de naufragio, y un compañero,  el brazo más cercano que puede asirte o hundirte según quiera.  No seamos tontos, salvémonos del temporal los unos a los otros, las rencillas mejor, en el contenedor, junto a las cosas caducadas.

MAYO 2011, comentarios

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19 de abril de 2011

EL IMPERIO CONTRAATACA


En realidad era un combate lógico que había de llegar tarde o temprano.  El imperio galáctico de la ONCE que había iniciado su ofensiva tiempo atrás, consideró que la conquista  de este nuevo planeta no iba tan rápida como esperaban, no se podían rendir tan fácilmente sin presentar una cruenta batalla con varios miles de vidas inocentes en juego, y nunca mejor dicho.  Se trataba de conseguir filtrar en los hogares de todo el universo, un ejército de pequeños androides rascantes que vencieran la voluntad de los humanos y del resto de pobladores del sistema planetario.
Los comandantes de la Federación sobornaron sin mucho esfuerzo a los avariciosos mandatarios de nuestra Estrella de la Muerte, que se dejaron convencer por las prevendas y ese lenguaje indescifrable pero hechizante de los undécimos, o habitantes de la ONCE, un planeta  de obscuridad total, sin soles ni pantallas de plasma, un mundo tenebroso y desconocido, donde los sonidos y el tacto cobran importancia vital, y junto a la intuición, son el único medio de reconocimiento que les permite sobrevivir es esas condiciones adversas.
- ¡Oiga!, Me ha tocado una teta -
- Pues claro, es que la estoy reconociendo.  No todo va a ser intuición - Se excusaban a veces en su jerigonza particular nativa
Los undécimos son seres de inteligencia superior, reconocen en los olores y en los mismos silencios, la forma de pensar de los otros, adquieren la destreza de dominar su mundo a ciegas, y de colonizar otros planetas con una sorprendente capacidad de adaptación, algo que no conseguiríamos nosotros  en su mundo ni utilizando el último Tomtom actualizado por Google Earth del cosmos.

Dan miedo por que pueden con todo, 'juegan' con nosotros, aunque pensemos que 'jugamos' con ellos.  Son una raza superior que quiere conquistar la galaxia penetrando en el nucleo duro de nuestros anticuados cerebros.
Poseen tecnología puntera, interpretan lenguajes sobre 'puntos', cuando nosotros apenas si nos entendemos utilizando letras y palabras.  Saben y pueden controlarnos, tienen revistas porno con relieves hechos de silicona, tienen bastones laser y perros amaestrados que leen a Kierkegaard, y que conducen turismos de alta gama.

Su colonización de este planeta fue rápida y sin sangre.  Se metieron con discrección en nuestras mentes, introdujeron bolas saltarinas que cada noche rendían la voluntad de los humanos ante el televisor.  Después de un tiempo, desplegaron un imperio económico y mediático que amenazaba la libertad de libre gasto de los hombres.  Aprendimos a dejarnos lo suelto, proseguimos abriendo la cartera, la caridad se convirtió en un vicio, escuchamos sus cantos de sirena, sus anuncios, sus chascarrillos siderales que sólo habíamos visto en ALF hasta la fecha, y sucumbimos a su encanto alienígena.  Nos abdujeron con ensoñaciones económicas para cada uno de los días que tiene la semana, para los lunes, para los viernes, el Especial, el Superonce, un tsunami que arrebataba voluntades montaba su espectáculo de adoración diario alcanzando los más remotos rincones del planeta. Cada mañana o cada tarde, acudíamos al quiosco del 'Halcón Milenario', y nos administraban unos euros de droga.  "Dos iguales para hoy" , la marca de la bestia.  La gran ola...




En su sagaz guerra galáctica, colonizaron nuestras ciudades y entraron dentro de nuestras casas ganándose la confianza de los sorprendidos terrícolas.
Su expansión no tenía precedentes, solamente la marabunta (Y los estrenos de 'Torrente' claro) mostraba una voracidad de tal calibre, pero la realidad ya no contaba con Charlton Heston en plenas facultades, y los extraterrestres de la ONCE se introdujeron por todas partes, por los conductos de refrigeración, en los envases de patatas, en los letreros luminosos, en la televisión, en los sujetadores de las chicas, en los libros de texto, en las palabras de la radio, y en los cerebros de los sesudos directivos de Repsol.

Fue una ofensiva arrolladora, las huestes de aquel ejército de cegatones demostró buena vista, penetrando en la vida de la gente por cualquier orificio, no sólo por los ojos y el oído, eran androides que penetraban de boca en boca con lujuria, convirtiendo nuestra labor de vendedores en una sórdida propagación del vicio, y a nuestra sociedad, en un ejército de desordenados ludópatas.

EL VICIO ENTRABA EN TODO AQUEL QUE ALGÚN SEGUNDO MOSTRABA ADMIRACIÓN O ALGÚN DESCUIDO DE SOBERBIA O DE ENVIDIA.

Hasta entonces sólo había oído hablar de aquella plaga, pero un buen día llegó una nave extraterreste hasta mi pueblo, y aquel bicho pesado, rechoncho, gris oscuro, y de mirada colorida, se posó en un rincón de la gasolinera, junto a nosotros en la zona de caja.
No había cojones a espantarlo ni enseñándole la caja de los caducados, ni amenazándole con la fregona con que desatascábamos los servicios.  Nos miraba, vertía ese mórbido tufillo ácido de extraterrestre cojonero y hacía 'fu' como un gato enfoscado, como una fiera corrupia dispuesta a devorarte.  Y así fuimos cayendo, nos saltaba en el pecho y como un pulpo se hacía fuerte contra nosotros, se nos metía en el corazón, bajaba hasta el estómago,  y como el hambre,  doblegaba la voluntad, abríamos el monedero y ¡clink!, como en una hucha de acero, euro perdido.  De vez en cuando nos premiaba., un ronroneo forzado, y otra vez a morder, como si fuera el perro rabioso de los Baskerville.

En los últimos tiempos el imperio quiso avivar la ocupación, y lanzó una furiosa arremetida.  De sus naves nodrizas salieron miles de recomendaciones, innumerables circulares, había que conseguir que los nanoorganismos  penetraran en nuestra sociedad, infectando desde los más jóvenes hasta los más ancianos.

El contraataque no se hizo esperar.  Recibimos la hoja de ruta con unas claras órdenes de iniciar la ofensiva.  El imperio tenía recursos para afrontar una contienda larga y fatigosa, en la que no cabía la palabra 'derrota'.

A nuestros jefes les succionaron los cerebros mediante vainas que por la noche les penetraban por el culo.  Por la mañana, ellos trataban de hacer lo mismo con nosotros, y muchas veces lo lograban.  Nos vimos abocados a la guerra.
Gif de Alien

Desde la torre de control de nuestras caza-cajas disparábamos proyectiles sin parar.  Los terrícolas evitaban la balasera con arriesgados juegos de cintura, las más listas en ésto de menear la cadera, por supuesto, y como en otras muchas cosas,  las mujeres, que ejecutaban 'waka-wakas' perfectos para salvar los proyectiles, o desplegaban el protector seguro antimisiles, que sólo atravesaban acertados disparos que llevaran un baño dulce de chocolate o caramelo.   Los misiles de gominola también las alcanzaban con frecuencia, pero permanecían impávidas ante el arrullo hipnótico de los nanorobots.

Nos obligaron a entablar una guerra diaria que duró 100 años y tres días, y que para los anales de la historia sería llamada , "la guerra de los 100 años y tres días", o en modo breve, la guerra de los Rascas a la que pronto se uniría otro imperio todopoderoso e invasor:  Los ejércitos milenarios de  La Cruz Roja

Fue un acontecimiento galáctico, que presenciamos todos, sobre todo las viejas glorias del Madrid, los bisnietos de los zidanes y pavones, de los ronaldos y los beckhams,  las estrellas de antaño contemplaban la apoteosis presente de aquella guerra de galaxias universal.

Un grupo de rebeldes llamados "Ludópatas Anónimos", soliviantados por la exigencia del del tirano, se levantaron y formaron la resistencia que en esos días luchó contra los malvados extraterrestres al grito de:

                     " Rasca you, when you die that you will do your?
                       Rasca you, when you die that you will do your?
                       Your you will be a corpse nothing more"

Sobran las traducciones, pero para nostágicos ahí va el himno en castellano de la revolución:








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