Por Expendedor_vendedor
Hay algo en todo esto que me parece vergonzoso. Hablo de trabajar más apurados cada vez. Está claro que esto son vacas flacas, una crisis que está hundiendo las ventas, y hay que hacer lo imposible y vender mucho, para mantener los niveles de otros años. Eso lo entiende hasta un niño de cinco años, vale, hasta aquí totalmente de acuerdo. Lo que no se puede consentir es que nos pidan más esfuerzo, nos pongan más quehaceres, pretendan que seamos más laboriosos, y todo eso sin personal, con la mitad o con tres cuartos, me da igual, pero no el suficiente para cumplir con suficiencia. Está claro que a mi me da lo mismo limpiar, que descargar una cuba, o ponerme a vender, pero lo que no se puede es pretender que lo hagamos todo a la vez, ¿O es que somos súper-expendedores?.
En esta cartera hay muchas estaciones en las que hay solo uno por turno, y ¡¡no podemos más!!. Luego te dicen, o te exigen más bien, cuando vas a cursillos que estés alerta con los proveedores y controlando la descarga de la cisterna y... ¡Ja!, ¿como? si tengo que estar cobrando, y pendiente de que no se me vaya nadie sin pagar, ni me robe en la tienda, Y es que somos ¡¡Uno por turno!!. Y luego piensas, vale, estamos uno por turno, han reducido personal y así las estaciones ganan más, aunque yo vaya de culo y esté siempre hasta el cuello, pero por lo menos nos llevamos todos los meses 150 € al bolsillo que no teníamos antes. Ah no, no, encima de que te quitan ayuda y mano de obra, lo que hacen es darte media vuelta más al tornillo, para ver si revientas.
Y es que hay dias que de verdad se hacen insoportables. Para colmo de males, que no tengas algún problema de cualquier índole con un cliente; es que no puedes ni explicarle las cosas, ni resolver absolutamente nada, porque tienes que estar en caja.
Por otra parte necesitas tiempo para vender los productos, no basta con ofrecerlos, tienes que explicar lo buenos que son, y hacer justo lo que ellos quieren: Venta activa, pero si tienes a tres clientes detrás mirándote con cara de perro, y con razón, no puedes explayarte mucho, no puedes dedicarle el tiempo que haría falta, el necesario para prestar un buen servicio y una atención correcta, y además conseguir los resultados. A no ser que tengas un compañero que vaya cobrando en otra caja no se puede. Es totalmente incongruente. En nuestra estación ya nos han dicho los mismos clientes, que es abusivo lo que están haciendo con nosotros. Ha bajado notablemente la calidad del servicio y el mantenimiento de la estación. Pero bueno señores, ellos solo ven números, gráficas, largas listas de cifras que no cuadran con lo presupuestado.
En tiempo de crisis Campsared apuesta por vender, por tratar de llegar a unos objetivos que no son posibles, aunque se sacrifiquen la calidad en el servicio y el mantenimiento de las instalaciones, que son parte fundamental de una buena imagen y en consecuencia uno de los mejores reclamos que tienen nuestras estaciones. Parece que en vez de estudiar nuevas formas de negocio y de fidelización de los clientes, están pergeñando como quemar al personal para que pidamos la cuenta y nos vayamos, a ver si así contratan mano de obra barata y obediente.
En vez de incentivarnos nos maltratan. En fin, no lo se, no lo entiendo. Bueno, hoy he tenido un dia un poquito alterado, ¿Se nota verdad?. Mientras tanto, si queremos cumplir a rajatabla, compañeros, tendremos que pedir como nuevo suplemento del uniforme unos patines (o barra libre de Red Bull) para aguantar como liebres todo el día.
Saludos
Publicado por Expendedor_vendedor el 12 de febrero de 2010 12:47 - Adaptado por Anksunamun
ESTACIONES DE SERVICIO REPSOL "Hola compañeros, soy un expendedor como vosotros. Este blog esta creado con el ánimo de que dejéis vuestros comentarios, quejas, opiniones, etc.
COMPAÑEROS DE CAMPSARED
Este blog, como indica en la cabecera, originariamente fue creado por un compañero llamado EXPENDEDOR-VENDEDOR el 20 de noviembre de 2008 pero problemas técnicos le impidieron actualizarlo, lo que dio pie a la creación de esta segunda etapa renovada que es la que se abre a continuación.
Como aquel, mantiene la idea de tener una plataforma de comunicación, de reivindicación y sobre todo un medio de expresión para todos los trabajadores de CAMPSARED y de REPSOL, y a la que quedan invitados cualquiera de los trabajadores de EESS sean cuales sean sus marcas.
Bienvenidos todos a este foro de diálogo e información.
Recordar que si visitais esta página por primera vez, para conocer el contenido completo de este blog desde su nacimiento, deberíais comenzar por el antiguo blog pinchando en este enlace:
Bienvenidos todos a este foro de diálogo e información.
Recordar que si visitais esta página por primera vez, para conocer el contenido completo de este blog desde su nacimiento, deberíais comenzar por el antiguo blog pinchando en este enlace:
11 de marzo de 2013
1 de marzo de 2013
TARJETA MÁS... LIO
Por Maria Jose Garcia Yerpes
Llega el cliente, todo ufano, la sonrisa en los labios, por que sabe que está a punto de ahorrarse un dineral gracias a su sagacidad como navegante de la Red. Ha leído por ahí, varios truquillos con los que te ahorras un pastizal a fin de año, tarjetas gratuitas y otros detalles muy sutiles de ahorrador compulsivo.
Lo primero que ha hecho es esperar a un lunes; lo han dicho en los periódicos en los programas de la tele, se lo ha advertido su cuñado: "Tienes que ir a repostar en lunes, que es cuando pasan lista los mercados y sale mucho más barato, La comisión que comprueba los precios solo trabaja los lunes y ese día tiran los precios para que parezcamos un país con los combustibles baratos. Hazme caso, me lo ha confirmado el de la carnicería que se lee el ABC todos los días.".
Pues ya está, trasmitido el secreto a voces, cada lunes, las estaciones, parecen aduanas del pánico, se forman largas colas de informados conductores que vienen a salvar la economía del mes llenando sus depósitos, como si fuera el día del conductor y lo ofertáramos al 50 %, y además regaláramos un cubo de palomitas.
El que le toca el turno en lunes, a joderse, a multiplicarse por cuatro para atender a las hordas de clientes que se pelean entre ellos por ver quien se lleva el litro que tiene más octanos, a un precio más bajo.
En plena marabunta de avispados, advertidos por las noticias o por sus cuñados, esos que siempre están al tanto de todos los chanchullos. Me llega como digo, un cliente tan sonriente como si hubiera averiguado el truco para desbancar un casino.
Sobre el mostrador comienza a destripar la cartera: Tarjeta Repsol, tarjeta Travel, tarjeta Más, la de la Mútua, la del Carrefour, la de la asociación de alcóhólicos anónimos, de la de seguridad social, una estampita de San Genaro, y el DNI. Retira varios tiquets de autobús y de compras, unos pelos y un polvillo de meses y te deja la colección completa ante tu vista como diciéndote: ¡Venga chaval, supera esto!
La cola entera, que siendo lunes, se forma como nieve que va cuajando sin poder hacer nada, asoma las cabezas, y todo el mundo rebusca sus mejores tarjetas, para competir con ese tipo: ¿La del Corte Ingles hace descuento? Si, si señor. ¿Y la del Circulo de Lectores? Esa no. Yo tengo una del Lindl. Y yo del Race. ¿Podemos pagar con letras del Tesoro?
Respiras hondo y te centras en el cliente sonriente de la colección de tarjetas multicolor.
- ¿Dígame usted señor?
- 5 euros en la calle 2 , ¡y qué sea en litros! - Recalca, le miro y se echa una risita de sabióndo
- Jejeje, lo he leído en Internet -me confiesa- jejeje.
Lo que me faltaba, un "sobreenterado", que es el mismo que respeta la digestión hasta dos horas antes de bañarse, que prefiere atropellar a un gato negro que cruzarse con el, y que cuando le envían un correo cadena, lo remite diez veces como le indican, para que no le caiga encima la maldición de San Cipriano.
- ¿Le pongo unas almendras...?
- No, no, nada, tenga, mis tarjetas
(Los "descontadores" profesionales solo se aplican en consumar su ahorro, no prestando atención a nada más)
-¡Oiga qué se quema el edificio!
-Usted primero hágame el descuento y luego ya veremos.
Tienes tantas tarjetas en las manos que las ordenas como las cartas de una baraja, y buscas a ver si hay alguna repetida con la que cantar las cuarenta (al cliente). Las revisas.
- Ésta no vale señor, es la de la Seguridad Social, y ésta del Circulo de Pederastas Europeos tampoco, esto es una invitación para una whiskería de Pamplona, y esto es un carnet de la Ponferradina, caducado. Me quedo con estas otras.
He descartado la mitad de sus bazas, pero no obstante, no se arredra, mantiene la sonrisa, por que tiene en su mente descontarnos un buen pico de nuestros beneficios usureros.
Compruebo el dni, oculto tras una redecilla negra que hace tiempo que llevan todas las carteras, con lo que no hay manera de reconocer a los clientes, todos parecen unos seres peludos, ennegrecidos e irreconocibles, que no sabes si en realidad son ellos, o te han enseñado una foto del Eccehomo de Borja.
Al lío. Pinchas, "otras funciones", contingencias, importe, buscas "tarjeta Más", tecleas los cinco euros que nos van a sacar de pobres a los dos. Producto: diesel; modo de pago: efectivo; volver; modo de pago; busca tarjeta Más e introduces el descuento Solred integrado que te ha salido previamente tras hacer todas las operaciones anteriores. Pasas la de la Mutua;
Respiras, por si habías olvidado hacerlo, y alzas la vista dos segundos para ver si los coches siguen en su sitio y la clientela guarda fila de a uno, sin meterse caramelos en los bolsillos.
- La Travel no se puede señor, tiene que elegir entre una de las dos.
- Pues será solo aquí, en otros sitios me pasan las dos (Esa es la respuesta que se mandan por washapp unos tramposos a otros, con la variante de "Pues en otros sitios me pasan la tienda como gasolina, será solo aquí donde no lo haceis"
Cuentas hasta diez y sigues.
- Pues entonces pásame la Travel - Determina, otra vez a empezar, paciencia.
Pasas la Travel, la tarjeta del cliente, le das el pin pad, él introduce el código, ¡Ah, me he equivocado! Te dice, y antes de que le ayudes, pulsa anular, y hay que empezar de nuevo.
Comienza a temblarte la pierna. Desde la cola siguen asomando las cabezas y la voz algunos impacientes.
- ¡Dile a tu jefe que ponga más personal!
-Llevo media hora esperando, déjame el libro de reclamaciones (¡Qué libro ni que ocho cuartos!)
-¡Puedo pagar con la tarjeta de Qatar Oil?
No les hago caso, pongo el piloto automático y prosigo. El cliente introduce el pin, sale parsimoniosamente el ticket y ya está, uno para cada uno y listo. Doble salto mortal con tirabuzón, y otro que sale por la puerta la mar de contento pensando que aunque ha perdido mucho tiempo ¡le han descontado 3 céntimos...! Por la pista le ves correr alborozado, como si hubiese conseguido el Cuponazo de los viernes, y va diciéndose así mismo:
- ¡Qué suerte cuando llegue a casa se lo cuento a mi mujer que he echado en Repsol y por tener la Más, he repostado 5 euros y solo nos van a cobrar 4,97! ¡Qué bien, que contento toy!
Y se aleja pensando como el resto, que es un hacha de los negocios, una especie de broker callejero, no se le escapa una, y con su colección de tarjetas nos ha metido un buen sablazo, el que nos lo merecemos, por tener tan carísimas las cosas, sobre todo la gasolina. Es, su pequeño placer del día, antes de volver a la cruda realidad.
Nosotros a lo nuestro, batiburrillo de tarjetas, y con la Más... más lío. Por si teníamos poco.
P.D.: Sisqo Del Pino Madero dice... Me gustaría darle las gracias al señor que un buen día se le ocurrió la idea de crear la tarjeta Repsol Más, seguro que se estará condecorado con más de una medallita mientras los vendedores de turno nos partimos los cuernos con esa gran operativa y ese pedazo de descuento que hasta para 5€ te hacen pasarla y que le devuelvas 3 centimazos, muchas gracias El domingo a la(s) 23:51 a .
Basado en un comentario de Maria Jose Garcia Yerpes en Facebook el 10 de diciembre de 2012 16:07 - Adaptado por Anksunamun
Llega el cliente, todo ufano, la sonrisa en los labios, por que sabe que está a punto de ahorrarse un dineral gracias a su sagacidad como navegante de la Red. Ha leído por ahí, varios truquillos con los que te ahorras un pastizal a fin de año, tarjetas gratuitas y otros detalles muy sutiles de ahorrador compulsivo.
Lo primero que ha hecho es esperar a un lunes; lo han dicho en los periódicos en los programas de la tele, se lo ha advertido su cuñado: "Tienes que ir a repostar en lunes, que es cuando pasan lista los mercados y sale mucho más barato, La comisión que comprueba los precios solo trabaja los lunes y ese día tiran los precios para que parezcamos un país con los combustibles baratos. Hazme caso, me lo ha confirmado el de la carnicería que se lee el ABC todos los días.".
Pues ya está, trasmitido el secreto a voces, cada lunes, las estaciones, parecen aduanas del pánico, se forman largas colas de informados conductores que vienen a salvar la economía del mes llenando sus depósitos, como si fuera el día del conductor y lo ofertáramos al 50 %, y además regaláramos un cubo de palomitas.
El que le toca el turno en lunes, a joderse, a multiplicarse por cuatro para atender a las hordas de clientes que se pelean entre ellos por ver quien se lleva el litro que tiene más octanos, a un precio más bajo.
En plena marabunta de avispados, advertidos por las noticias o por sus cuñados, esos que siempre están al tanto de todos los chanchullos. Me llega como digo, un cliente tan sonriente como si hubiera averiguado el truco para desbancar un casino.
Sobre el mostrador comienza a destripar la cartera: Tarjeta Repsol, tarjeta Travel, tarjeta Más, la de la Mútua, la del Carrefour, la de la asociación de alcóhólicos anónimos, de la de seguridad social, una estampita de San Genaro, y el DNI. Retira varios tiquets de autobús y de compras, unos pelos y un polvillo de meses y te deja la colección completa ante tu vista como diciéndote: ¡Venga chaval, supera esto!
La cola entera, que siendo lunes, se forma como nieve que va cuajando sin poder hacer nada, asoma las cabezas, y todo el mundo rebusca sus mejores tarjetas, para competir con ese tipo: ¿La del Corte Ingles hace descuento? Si, si señor. ¿Y la del Circulo de Lectores? Esa no. Yo tengo una del Lindl. Y yo del Race. ¿Podemos pagar con letras del Tesoro?
Respiras hondo y te centras en el cliente sonriente de la colección de tarjetas multicolor.
- ¿Dígame usted señor?
- 5 euros en la calle 2 , ¡y qué sea en litros! - Recalca, le miro y se echa una risita de sabióndo
- Jejeje, lo he leído en Internet -me confiesa- jejeje.
Lo que me faltaba, un "sobreenterado", que es el mismo que respeta la digestión hasta dos horas antes de bañarse, que prefiere atropellar a un gato negro que cruzarse con el, y que cuando le envían un correo cadena, lo remite diez veces como le indican, para que no le caiga encima la maldición de San Cipriano.

- No, no, nada, tenga, mis tarjetas
(Los "descontadores" profesionales solo se aplican en consumar su ahorro, no prestando atención a nada más)
-¡Oiga qué se quema el edificio!
-Usted primero hágame el descuento y luego ya veremos.
Tienes tantas tarjetas en las manos que las ordenas como las cartas de una baraja, y buscas a ver si hay alguna repetida con la que cantar las cuarenta (al cliente). Las revisas.
- Ésta no vale señor, es la de la Seguridad Social, y ésta del Circulo de Pederastas Europeos tampoco, esto es una invitación para una whiskería de Pamplona, y esto es un carnet de la Ponferradina, caducado. Me quedo con estas otras.
He descartado la mitad de sus bazas, pero no obstante, no se arredra, mantiene la sonrisa, por que tiene en su mente descontarnos un buen pico de nuestros beneficios usureros.
Compruebo el dni, oculto tras una redecilla negra que hace tiempo que llevan todas las carteras, con lo que no hay manera de reconocer a los clientes, todos parecen unos seres peludos, ennegrecidos e irreconocibles, que no sabes si en realidad son ellos, o te han enseñado una foto del Eccehomo de Borja.
Al lío. Pinchas, "otras funciones", contingencias, importe, buscas "tarjeta Más", tecleas los cinco euros que nos van a sacar de pobres a los dos. Producto: diesel; modo de pago: efectivo; volver; modo de pago; busca tarjeta Más e introduces el descuento Solred integrado que te ha salido previamente tras hacer todas las operaciones anteriores. Pasas la de la Mutua;
- La Travel no se puede señor, tiene que elegir entre una de las dos.
- Pues será solo aquí, en otros sitios me pasan las dos (Esa es la respuesta que se mandan por washapp unos tramposos a otros, con la variante de "Pues en otros sitios me pasan la tienda como gasolina, será solo aquí donde no lo haceis"
Cuentas hasta diez y sigues.
- Pues entonces pásame la Travel - Determina, otra vez a empezar, paciencia.

Comienza a temblarte la pierna. Desde la cola siguen asomando las cabezas y la voz algunos impacientes.
- ¡Dile a tu jefe que ponga más personal!
-Llevo media hora esperando, déjame el libro de reclamaciones (¡Qué libro ni que ocho cuartos!)
-¡Puedo pagar con la tarjeta de Qatar Oil?
No les hago caso, pongo el piloto automático y prosigo. El cliente introduce el pin, sale parsimoniosamente el ticket y ya está, uno para cada uno y listo. Doble salto mortal con tirabuzón, y otro que sale por la puerta la mar de contento pensando que aunque ha perdido mucho tiempo ¡le han descontado 3 céntimos...! Por la pista le ves correr alborozado, como si hubiese conseguido el Cuponazo de los viernes, y va diciéndose así mismo:

Y se aleja pensando como el resto, que es un hacha de los negocios, una especie de broker callejero, no se le escapa una, y con su colección de tarjetas nos ha metido un buen sablazo, el que nos lo merecemos, por tener tan carísimas las cosas, sobre todo la gasolina. Es, su pequeño placer del día, antes de volver a la cruda realidad.
Nosotros a lo nuestro, batiburrillo de tarjetas, y con la Más... más lío. Por si teníamos poco.
P.D.: Sisqo Del Pino Madero dice... Me gustaría darle las gracias al señor que un buen día se le ocurrió la idea de crear la tarjeta Repsol Más, seguro que se estará condecorado con más de una medallita mientras los vendedores de turno nos partimos los cuernos con esa gran operativa y ese pedazo de descuento que hasta para 5€ te hacen pasarla y que le devuelvas 3 centimazos, muchas gracias El domingo a la(s) 23:51 a .
Basado en un comentario de Maria Jose Garcia Yerpes en Facebook el 10 de diciembre de 2012 16:07 - Adaptado por Anksunamun
MARZO 2013, comentarios
Para leer los comentarios del mes anterior (febrero) pincha AQUÍ
TE QUIERO MAS, Y MAS,
Y MUCHO MUCHO MAS
24 de febrero de 2013
GRIS SOBRE NEGRO
Por Sex-shop Red
Siempre me ha gustado escribir. Siempre me ha ido mal en la vida.
Fui un niño triste, sin amigos incluso ligeramente acosado. Fui un joven inseguro, sin autoestima, sin identidad.
Me refugié en mi mismo, en mi interior y en mis cosas. Cuando mas depre me sentia mas sensaciones afloraban hacia el papel.
Paso el tiempo, combati mis temores... que nunca se rinden, surgen continuamente, pero cada vez me resulta mas facil rechazarlos.
Encontré mi hueco, mi sitio en esta existencia. Tuve un motivo por el que luchar dia a dia. Aprendi a reirme de mi mismo y a ignorar las necedades ajenas.
Abandoné la necesidad de reafirmarme constantemente ante los demas. Abandoné la moda de gritar mis preferencias con un cambio de estética, con un eslogan en la camiseta. Y ni siquiera me miraba al espejo antes de salir de casa.
Entonces dejé de escribir porque ya no era capaz de plasmar algo que mereciera la pena ser leido.
Sin temores, sin miedos, sin debilidades...
me hice aburrido.
Publicado por Sex-shop Red para Campsared Blog, el 25 de octubre de 2012 a la 23:16 - Adornado por Anksunamun
Siempre me ha gustado escribir. Siempre me ha ido mal en la vida.
Fui un niño triste, sin amigos incluso ligeramente acosado. Fui un joven inseguro, sin autoestima, sin identidad.
Me refugié en mi mismo, en mi interior y en mis cosas. Cuando mas depre me sentia mas sensaciones afloraban hacia el papel.
Paso el tiempo, combati mis temores... que nunca se rinden, surgen continuamente, pero cada vez me resulta mas facil rechazarlos.
Encontré mi hueco, mi sitio en esta existencia. Tuve un motivo por el que luchar dia a dia. Aprendi a reirme de mi mismo y a ignorar las necedades ajenas.
Abandoné la necesidad de reafirmarme constantemente ante los demas. Abandoné la moda de gritar mis preferencias con un cambio de estética, con un eslogan en la camiseta. Y ni siquiera me miraba al espejo antes de salir de casa.
Entonces dejé de escribir porque ya no era capaz de plasmar algo que mereciera la pena ser leido.
Sin temores, sin miedos, sin debilidades...
me hice aburrido.
Publicado por Sex-shop Red para Campsared Blog, el 25 de octubre de 2012 a la 23:16 - Adornado por Anksunamun
Suscribirse a:
Entradas (Atom)