COMPAÑEROS DE CAMPSARED



"Podeis decir lo que pensais de vuestros encargados, de los objetivos, de la venta activa, de los cursos, de Sumando valores, seguridad, promotores del cambio, sindicatos, y todo lo que querais. Hubo en tiempos un blog de un compañero en donde mucha gente dejó sus comentarios, hoy no existe y como alternativa nace CAMPSARED BLOG, para reunir a todos los que somos COMPAÑEROS DE CAMPSARED"

Este blog, como indica en la cabecera, originariamente fue creado por un compañero llamado EXPENDEDOR-VENDEDOR el 20 de noviembre de 2008 pero problemas técnicos le impidieron actualizarlo, lo que dio pie a la creación de esta segunda etapa renovada que es la que se abre a continuación.
Como aquel, mantiene la idea de tener una plataforma de comunicación, de reivindicación y sobre todo un medio de expresión para todos los trabajadores de CAMPSARED y de REPSOL, y a la que quedan invitados cualquiera de los trabajadores de EESS sean cuales sean sus marcas.

Bienvenidos todos a este foro de diálogo e información.

Recordar que si visitais esta página por primera vez, para conocer el contenido completo de este blog desde su nacimiento, deberíais comenzar por el antiguo blog pinchando en este enlace:

'www.campsaredsprint.blogspot.com'





10 de marzo de 2014

PLANES DE LANZAMIENTO


Los individuos de clase C, como yo, que ocupamos el puesto mas bajo en la cadena de distribución: los voceros, no sé si sabreis que el proyecto de "reses" (RA, RE y RES) que últimamente ocupa a nuestra cuadrilla de inventores se llama UPGRADE, como una película de acción de Tom Cruise y se lleva a cabo entre las estaciones más calamitosas de la Red, y con él se pretende que reaccionen y saquen ventas y prestigio hasta de debajo de la alfombrilla de la entrada. Por cierto, como me gustaría ser el que pone los nombres a los proyectos (leer Super sin plomo de la buena), ese individuo que propone los nombres fantásticos de todos nuestros planes. -"Esto se llamará Hunting, esto otro Discovery, aquello Bench...", lo tiene que pasar de p. madre, menudas risas.

Volviendo al tema. El prestigio parece ser que se consigue con amabilidad, limpieza y ventas, por ese orden, para que el cliente se derrita y nos valore bien como en los concursos de la tele, y piense: "tu si que vales", y el que supere el corte habrá logrado "la excelencia" que es un orgasmo empresarial como el de los gorilas cuando se sacuden el pecho. Después vendrán las ventas como caídas del cielo.

Esa excelencia se va a intentar atendiendo a los conductores en pista, esmerándonos en el trato en cuanto entren por la puerta, y prestándoles la máxima atención, como si todos ellos fueran infantes y realezas sin imputar, y mostrándoles una pulcritud que ya quisieran en los quirófanos del Hospital Quirón. Si es preciso reirles las gracias se les reirán, si es necesario aconsejarles sobre sus relaciones conyugales u otros asuntos cotidianos se hará, tal vez se llegue a estudiar la posibilidad de acompañar a los varones al servicio y sacudírsela después de que terminen de orinar, todo en pro de la excelencia.

Mas allá de cualquier proyecto de reactivación, sabeis que nuestro sistema informático está en proceso de transformación. Y ya era hora

La cosa es que Repsol -a la que le sobra algún euro que otro, vaya usted a saber de qué- ha decidido reformar hardware y software, osea, darle un nuevo impulso a la informática casposa de nuestras estaciones de servicio, reemplazar los Pentium II por algo más moderno y cambiar el programa de Radiant.

Lo primero, fueron sustituyendo las impresoras de tickets IBM -que las más viejas tenían tres años de vida (vale, alguna habría con cuatro años) por otras nuevas de la marca EPSON. El por qué es un misterio, aparte de suponer un despilfarro acojonante por que salvo en las estaciones punteras, en el resto de la red son aparatos seminuevos con un lustro de vida pendiente. Doctores tiene la santa madre iglesia.

Me dijo el técnico que ya no existen piezas, y que es por eso. Acojonante. Mi parte de cerebro dedicada al razonamiento piensa que el negocio fue una cagada, puesto que en una inversión de ese calibre hay que prever todos los detalles, desde el servicio técnico a los repuestos. Mi lóbulo parietal aún alucina. No importa, hay dinero para eso y para mas. Encima, las impresoras nuevas son más nerviosas y pequeñas, sus gruñidos son más rotundos, los tickets salen escopetados y cortitos, son alegres y ahorran papel.

A la incorporación de nuevas impresoras y de lectores contactless -con soporte- en todas las estaciones, le sigue un traslado paulatino del malparido ATOS -esa tecla que no soluciona nada- por un recién nacido TM2, sucesor de TM -esas teclas que tampoco solucionaban nada- (Siento escribir sin que se me entienda una maldita palabra).

Habreis comprobado que quienes idean los programas de Radiant no son hijos de un solo padre, y nunca, jamás se vieron en la tesitura de trabajar de expendedores en ninguna estación. Idean evoluciones bonitas, si, puede decirse, de una estética similar a las cajas de las cafeterías elegantes del centro, donde saborean delicatessen de café con bombón la suisse, pero de ejecución torpe, como si diseñaran la operativa a mala idea, por que, veamos, ¿Por qué separar la Travel de las otras tarjetas? ¿Por qué dar una vuelta más a la tuerca para complicar las cosas?

Es bonito si, como un videojuego moderno, pero cagüen la puta, ¿tan dificil era simplificarlo? ¡Vaya evolución! Han demostrado tener un cerebro retorcido y maquiavélico, y práctico, por los cojones.

Mas tarde, en unos meses, los afortunados encargados que todavía lo sean, cambiarán el outlook (correo de windows) por el Gmail y Google (Yo aún no me lo creo) con lo cual descargarán los servidores de intranet y funcionarán en el mundo libre, con permiso de los censores chinos y corporativos.

Como os dije, RADIANT toca a su fin, el sistema mayoritario que sustituyó al arcaico spectrum MS2 de Olivetti, o al casi desconocido GTBO terminará próximamente su aventura de estos últimos años. Después del básico Olivetti, Campsared no disponía de un sistema extendido de red con el que automatizar sus estaciones. Algunos sistemas adquiridos con las estaciones de privados, se probaron sin mucho éxito, de hecho, muchos pervivieron un tiempo.  Durante más de un año, en las estaciones laboratorio se experimentó con Radiant, que resultó ser un programa difícil de integrar, y que arrancó con innumerables y clamorosos fallos que algún día enumeraré. Ante esa vía conflictiva, lo primero que se creo fue una intranet llamada SAP que aunque instalada en el pleistoceno, servía de complemento al resto del sistema para que todas las estaciones derivaran en el, donde un equipo de procesistas prehistóricos, corregían, ordenaban y almacenaban la información.

Y entonces vino Radiant, con su aureola de colores, que fue adquirido por Repsol a una empresa mexicana, que tuvimos que adaptar a la idiosincrasia española. Todo un reto.

Entre los primeros errores -y hubo montañas de ellos- estaba el tratamiento de las fugas que no podían rectificarse ni se pudo jamás. ¿Y como? Nadie había pensado en ello, y es que las fugas, a veces no son. Pues no hubo cojones a cambiarlo. Se suicidaron hasta tres informáticos, pero nunca lo consiguieron.

Ejem.: Transferencia datos en Radiant
Luego está el traslado de la información, un proceso caótico con más atasco que las calles de Nueva Delhi, y es que los datos circulan en un ir y venir de Sap a la estación, y de la estación a Sap, como en las viejas partidas de ping pong de Atari.

Ahora todo eso lo solucionará el G-6, que no es el grupo de países europeos con mayor influencia, sino el sistema informático del futuro, el que debería solucionarnos los problemas de facturación de tienda con tarjeta, los descuentos, los errores, la ralentización... todas aquellas dificultades que hicieron conocer a Radiant como el sistema informático María, por aquello del "un dos tres, un pasito pa'lante, María, un dos tres, un pasito pa'tras". Los encargados liquidarán directamente en SAP, y los procesistas desaparecerán; no se sabe si harán con ellos picadillo para croquetas o les pasarán a otra labor, y la información se organizará ella solita.
Cuando G-6 funcione, por que las pruebas demuestren que está maduro para salir al mundo (por que de momento han ido bastante mal, cosa normal, Radiant también tardó dos años en echar a andar), aparte de unos gráficos preciosos, se sabe que no han agilizado gran cosa la tarea de los expendedores, que -verbigracia- tendremos que confirmar en cada operación si se le han ofrecido al cliente las ofertas que van con el producto, y si hemos seguido el protocolo de venta (tal como ya ocurre con las SPs).

Si la evolución al TM-2 os ha parecido irritante, con tanto ir y venir de Travel-aceptar-cancelar-inicio-producto ¡Y su santísima vuelta a empezar! El nuevo programa, promete ser un tormento de recordatorios y repeticiones, un insufrible corrector de conducta, que diferenciará a los expendedores y sus transacciones para poder elaborar estadísticas como en el baloncesto, "20 minutos en pista, 30 en tienda, 12 rebotes y 21 € de sp" vamos a vivir rankings de pesadilla.

Eso si, lo haremos con uniforme nuevo. Repsol también tiene dinero para cambiar la indumentaria a 7.000 seres humanos que trabajan a su servicio en los distintos centros de trabajo.

Los encargados lucirán rayas forforito en los pantalones, y los expendedores pasaremos a tener un atuendo más deportivo y especializado como de mecánicos espaciales, un primer paso, para sustituirnos por ciborg con el paso del tiempo, sin que se note demasiado el cambiazo, y podamos integrarnos fácilmente entre los elementos low cost que amenazan nuestro futuro.
Low cost (Campsared Blog)
Y si no al menos, tomaremos el aire con traje nuevo, ahora que hay que servir en pista como en los viejos tiempos.
Expendedor excelente emprendedor (Campsared Blog)


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1 de marzo de 2014

LAS OREJAS DEL LOBO

Han pasado ya varios meses desde que se cacareara que cobraríamos los atrasos. Hace mucho más desde que estos crían telarañas en el fondo de alguna caja fuerte, bueno, telarañas y unos intereses fantásticos que a plazo fijo de semestre en semestre, han dado para sanear más de una estación, para reverdecer unos cuantos índices rojos y devolver la alegría a varias cuentas deficitarias. Solo con nuestros intereses sumando valores durante cinco años, los adláteres de Brufau, podrían haber disfrutado de las vacaciones de su vida, o tal vez  pagado la hipoteca, o haberlo invertido en preferentes y ahora no saben como devolverlo; tal vez lo han gastado en prospecciones en Canarias.

El caso es que el dinero se ha convertido para nosotros en parte de un mito, en El Dorado que todos soñamos alcanzar mediante una quiniela o una herencia para invertirlo en la república independiente de nuestra casa. Algunos abandonaron esta empresa oyendo hablar de ello y sin haberlo conseguido. Unos amagan, y otros se irán habiendo esperado vanamente que les entregaran lo que es suyo.

Ahora resulta que UGT ha visto las orejas al lobo, ha interpretado que Repsol hace malabares para mantener las empresas del grupo y la bola que siempre se le cae es Campsared, la bola caliente somos las estaciones de servicio. No las perdidas de Vaca Muerta, no los sueldazos de los directivos, no los dispendios económicos como las motos o el Dakar; la china en el zapato se llama Campsared.

Eso dice UGT, lo ha leído en los posos del café que sirven en el Campus, o en algún grafitti de las paredes del lavabo. Campsared pesa por que las ventas se han desplomado, por que la competencia es -y va a ser- brutal. La liberalización para poner surtidores va a extenderse de tal manera que hasta el quiosquero de la esquina va a tener un poste de diesel. Son malos tiempos, lo veo y lo vengo rumiando, pero la osadía legionaria de UGT, y unos cuantos aguerridos compañeros, quiere plantar batalla a la compañia Repsol, tal como hizo David con el hormonado Goliat en las sagradas escrituras. Lo que nunca contaron las crónicas es que posiblemente después de la pedrada Goliat se levantó y le arrancó la cabeza de una hostia al pequeñajo.

La decisión es seria, y nos puede costar un disgusto. Ya hay compañeros con el cuchillo entre los dientes preparados para el asalto, pero esto no puede ser un paso dado alegremente como quien trisca por el monte. Actualmente no hay empresa que se libre de algún recorte ¿o si?  Luego el camino no va a ser asfaltado compañeros, el camino es empinado y pedregoso, y así habremos de recorrerlo. No hay vereda que Repsol vaya a permitirnos cruzar sin un peaje, y eso, los que consigan superarlo claro, por que de ésta, las estaciones renqueantes van ha tener que plegar bártulos y convertirse en bajo coste, marca blanca, carne de privado, o en mamotreto abandonado por el cese de actividad.

¿Qué vamos a hacer?
Los sindicatos -que al fin y al cabo son los que entienden del asunto- se reunieron y se volvieron a reunir, estudiaron la situación y la manera de reducir los costes y aportar rentabilidad, se negociaron los puntos de un acuerdo; todo parecía casi atado hasta que UGT se levantó, fue a por tabaco y nunca más se supo.

CCOO siendo juiciosa -bajo mi punto de vista- había preparado una plataforma discreta, con mínima perdida de derechos, con posibilidades de aprobarse, acorde con los tiempos, osea, sin exigencias, pensando más en sobrevivir que en prosperar, pero algunos no lo ven bien, desconfían de esta empresa que ha mantenido el tipo en 2013 con el mínimo de subarriendos, inventando proyectos-unos más viables que otros- con el ánimo de remontar. Desgraciadamente no ha sido así, las ventas han seguido a la baja, y los beneficios hacen eco en el fondo de unos pozos negrísimos que nada gustan a los accionistas.

Ellos también ven las orejas al lobo, saben que no caben descuidos, la ley les proporciona el marco legal para asegurarse el terreno, poner coto, y protegerse de cara al futuro. Aún no bailan con la reforma laboral, pero UGT dice que alguno tararea las notas. Entonces, vuelvo a decir, ¿Qué vamos a hacer?  Luchar dicen algunos, dar la cara ¿Pero cuántos? ¿Habeis preguntado a vuestros compañeros, a vuestros encargados, en las estaciones del entorno hasta donde están dispuestos a llegar?

Lo positivo es pensar que todo el mundo se va a unir, que esto va a ser como la Toma de la Bastilla, que los expendedores por turnos van a hacer seguimiento de la huelga, el paro, la protesta... lo que sea. Los encargados harán la vista gorda, se cerrarán las cajas, las oficinas, se abandonarán los handheld, los pedidos, no se atenderán las cisternas, se despedirá a los proveedores...

Después, todo el mundo se manifestará en frente del Campus, se coreografiarán bailes y cánticos, se apiñarán todas las fuerzas sindicales, seremos un ejército como el romano, con banderolas, pancartas, una marea humana que apabullará a los jefes de la empresa que abandonarán las oficinas en helicóptero y dejarán a los suplentes firmar la rendición y aceptar las condiciones -sean cuales sean- que quieran los trabajadores ¿Es creíble?

En la última huelga general participó un 1 % de los trabajadores de Campsared, y en la anterior un tres. Siendo un problema interno y estando -falsamente- en debate los atrasos, y tal vez el futuro, podemos esperar que llegue a un 6 %. Resultado: Irreductibles que pagarán con su salario la testarudez de no querer alcanzar un acuerdo. Aparte de la cara de tontos que se nos quede por ser los únicos en dar la cara.

Hay que ser realistas, también expendedores y encargados le han visto las orejas al lobo y su apuesta va a ser pequeña, testimonial, en la mayoría de los casos inexistente. Nadie quiere bailar con lobos a estas alturas y con el panorama actual; la solución tiene que pasar por un acuerdo a mínimos entre las partes: Trabajadores, sindicatos y empresa, y no en una batalla que desde lejos huele a Little Big Horn.

Inevitable es que ocurra lo que ocurra, los culpables van a ser los de siempre: Roberto Mora, José Avesada, y Ladislao Cañamero por no saber bailar la conga. Ellos mismos se encargarán de reprocharse unos a otros los altibajos del acuerdo.

Los sindicatos son como los médicos -siempre lo digo-, solo se les requiere cuando surge algo malo (o alguien se quiere ponerse tetas o pedir un traslado).  Uno espera de ellos que nos curen de nuestro mal, que hagan milagros si es preciso, que se pongan la bata blanca y extirpen los problemas. Pero a veces no lo consiguen. Si alguien pierde una pierna, un ojo, o un plus, renegamos de ellos, les acusamos de vendidos, de ineptos, de chupones. Y mucho más si alguien resulta muerto en el intento de salvarlo; entonces los sindicatos son la peste. No lo es la bala que disparó la empresa, ni nuestro dedo que muy posiblemente acarició el gatillo; los culpables son los sindicatos que no nos salvaron la vida, que no hicieron bastante para sofocar la hemorragia y librarnos del despido.

Quiero decir con esto, que se firme lo que se firme, se acuerde lo que se tenga que acordar -y esperemos que se haga pronto- nunca será del gusto general, siempre habrá perdida de miembros, heridas, reducción de salario u obligaciones nuevas. Esta batalla no se salda con una noche loca de risas, baile y un buen polvo, se trata de negociar las dentelladas que la ley les permite arrearnos,  y este trance se hace a cara de perro, o de lobo.  Y hay que poner el brazo y señalar donde transigiremos que nos muerdan. Sin llegar al hueso claro, pero sabiendo que actualmente cualquier acuerdo laboral dejará heridas abiertas que sanarán con el tiempo. Sobre todo por que hay que mirar hacia delante. Aullando pero con señorío.

El sindicalismo ya no es poesía de libertadores, sino política de negociantes, festín de lobos, aunque todos se disfracen de corderos. Es normal que veamos orejas asomando,

Entre la empresa, los sindicatos y nosotros -que ululamos lo nuestro- no hay Félix Rodríguez de la Fuente que sea capaz de poner orden, y el caso es que hace falta. Necesitamos coordinar los aullidos para espantar a ese gran lobo que es la crisis. Ojalá vuelva UGT con el tabaco que fue a buscar, y que se fumen juntos el pitillo de la paz. O incluso un relaxing cup of café con leche in the Plaza Mayor.


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MARZO 2014, Comentarios

No puede decirse que el trayecto sea aburrido, no. Hay claros y sombras, un sendero por descubrir, paisajes que sorprenden, sonidos, olores, hierbas y bichillos... El caso es que el camino no es aburrido, pero empieza a hacerse largo. Las negociaciones por el Pacto Sindical, se mezclan con las del Acuerdo Marco, los atrasos parecen más una quimera que algo cercano como algunos esperábamos. Los último giros del viaje, se han intrincado en una arboleda que ha complicado la ruta, y la ha prolongado en otro tramo -y van varios- que empieza a resultar extenuante. Comenzamos a suspirar por el final. Estas negociaciones son como el Camino de Santiago... desde París, una auténtica pasada. Ninguno estábamos preparados para tan largo recorrido y por tanto, estamos cansados y con ganas de llegar al final, ¿Es posible acortar la ruta?
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***Recordad que MARZO tiene más de 200 comentarios así que para ver del 201 en adelante teneis que pinchar en el enlace siguiente:

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21 de febrero de 2014

COSAS SIN IMPORTANCIA

No quiero generalizar, pero quiero que se me entienda.
Supongo que a todo el mundo le han explicado dos conceptos, el RE y el RES, que corren de estación en estación contagiándose como la gripe. En realidad nadie nos ha explicado mas que eso, ni como es el proyecto, ni en que consiste ni a cuantas estaciones ocupa. Se ve que entienden, como otras muchas veces, que esas son cosas sin importancia, algo que a nosotros, ni nos compete ni nos tiene que interesar. Creen que los expendedores, con saber lo del ratio -por si alguien nos pregunta- tenemos suficiente información para salir del paso y hacer nuestra faena.

Pues bien, debo hacerles saber a los cerebros grises que idean estos asuntos -convocando incluso reuniones urgentes- que a los expendedores nos importan un bledo los ratios y los cuadros de mando -de numerajos ilegibles-, y el seguimiento del Plan Hunting, y los rankings, y la maldita puntuación del e3.  Siento haber desmochado su ilusión. Del mismo modo que al final se sabe que los Reyes Magos son los padres, hay que descubrirles a estos ilusos de una vez por todas, que estos inventos nos aburren más que una película de Isabel Coixet.

Hay ciertas cuestiones que nos repiten como si fueran a salvarnos la vida, sin darse cuenta que nuestro interés es puramente coyuntural, que lo mismo que hacemos caso de sus cifras brumosas y aburridas poniendo cara de interés, lo mismo haríamos con quien nos cuenta sus desengaños amorosos, las anécdotas de sus hijos o la  terrible marcha de su negocio. A todos ellos atendemos con paciencia y respeto, y evitamos darles palmaditas en la espalda para que no se note demasiado que estamos deseando que terminen.

Son éstas las cosas en que insisten pero hay otras curiosas, sugestivas, e incluso que afectarán nuestro futuro y que nadie nos cuenta, ni el encargado, ni el jefe de zona, ni la web oficial de Campsared -que no existe-, ni se cuelgan en los tablones, tal vez por que alguien piensa, que esas son cosas sin importancia que a unos mindundis trabajadores del montón, ni les van ni les vienen, puesto que solo son hormigas obreras (los encargados también lo sufren con cierta frecuencia; vaya también por ellos).

Bueno, pues contaré algunos cotilleos de los pocos que pillo deslizándome por los pasillos y entre los jefes, como un robacarteras cualquiera, son cosas que nadie nos trasmite y que de pronto un buen día nos sorprenden por que aparece un operario y dice: "Voy a instalar un lavadero para perros" -por poner un ejemplo- y tu llamas patidifuso al encargado/jefe de zona: ¿Van a poner un lavadero de perros?-
-Si, si, -contesta-  ya lo sabía, que lo monten a la derecha del aspirador-

Expendedor-monigote (Campsared Blog)
¿Y a mi... -y a nosotros- por que nos nos habían contado nada? Alguna pequeña filtración, una avanzadilla, ¿Por qué nos consideran tan insignificantes que casi nunca nos cuentan lo que van a hacer con nosotros o en nuestro centro de trabajo, ya sean cambios de horario, subarriendos o instalaciones varias para que no nos pillen con cara de besugo?

-Que vengo a poner un cartel de 50x50 anunciando una peli de zombis-
-Pues hala, pon lo que quieras, por mi como si construyes un chiringuito playero, eso si, rellena el parte de trabajo y enséñame el carné- Acabas siendo así a fuerza de vivir como un mero recepcionista.

Volviendo a las primeras lineas, el RE es el ratio por estación, el dinerito que sacamos a cada cliente, la división entre el total de tienda y las transacciones que tenemos, y el RES, el ratio de estación por segmento, es decir entre las que son como nosotros, las que tienen las mismas ventas y problemas, las que cojean del mismo pie.

Pero ¿puedo pedir a los encargados JASP que tenemos en Campsared que nos cuenten algo más? ¿Puedo rogarles nos informen de otras cuestiones que las meramente formales, lo que hierve con nosotros, bajo nosotros o alrededor de nosotros, y hacernos partícipes de sus correos in touch, esos que esconden secretillos, para que todos sepamos que se cuece por ahí?  En otras palabras, ya que depende de vosotros, ¿por qué no nos contais todo, todo y todo? desde la parte rosa a la parte azul, lo que se viene encima y lo que se puede ir, lo que ocurre con unos y con otros, lo que se prepara, los "secretos de alcoba" laborales, lo que cuentan los encargados entre ellos sobre los entresijos de la empresa.  ¿Qué pensais, qué esperais, qué creeis...? ¿Cómo es el jefe de zona, a qué dedica el tiempo libre? ¿De donde es y en que lugar se encabritó por ti (o con otro/a)?

Ya está bien de papeles sin sustancia que, como pergaminos colgais en el tablón, con jeroglíficos, con ratios "interesantísimos" que nos ilusionan como un plato de acelgas o una col de bruselas sin aliñar. ¡Por favor, echarle un poco de sal, aceite y vinagre a las informaciones de la empresa, no seais insípidos ni siesos, sed algo más que la voz de su amo, que somos un equipo, coño!


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