DE POLÍTICAS, DESGOBIERNOS Y BODORRIOS

Cuando ecchspt  y cualquier otro se enfadan y despotrican contra los sindicatos, me invitan a una reflexión comedida, que con la venia, trataré de explicaros en treinta lineas más o menos sabrosas, por que los temas de política casi siempre 'hacen bola' en la garganta.

Cuando llamamos hijos de p... a CCOO y UGT, expresamos la rabia y la impresión primera del corazón, la instantanea que nos sale del alma, pero el cerebro debe de abrirse paso y plantearse los hechos con la racionalidad de un forense.

La modificación de las pensiones era algo inevitable, una putada, si, pero un camino obligatorio para encontrar la luz.  Otros países han abordado reformas semejantes muy recientemente como Alemania, Dinamarca, Reino Unido, y Francia. Yo no culpo por tanto a los sindicatos. Es la reforma mínima que demanda la sociedad actual y los mercados europeos.

Y volvemos a aquello de que la abuela fuma.  La fuerza que tiene un sindicato está en la masa de personas que lo apoyan y en su capacidad de negociar basándose en la unión de grupo, pero los sindicatos no tienen fuerza, saben hoy más que nunca que los trabajadores no están dispuestos a arriesgar su trabajo ya puesto en entredicho lo bastante por la ferocidad de este animal hambriento que es la crisis.
Si ellos no tienen fuerza, su capacidad de negociación pierde muchos enteros, se asemejan a un jugador de poker que no recibe cartas favorables para alegrar sus bazas.  Puede jugar a no perder, pero nunca a ganar. Y es que no queda ya lugar para 'faroles' después del 29 de septiembre pasado.

Para mi la culpa no es de los sindicatos, sino de este gobierno decadente, incapaz de llevar a cabo las reformas precisas para dinamizar el mercado de trabajo, impotente para poner en marcha  mecanismos empresariales efectivos y políticas de empleo  brillantes, ineficaz en el recorte de gastos institucionales lastrados por exceso de cargos públicos y entidades de dudosa eficiencia. La culpa la tiene este gobierno torticero que ha suspendido claramente la asignatura de economía desde que empezó el curso.  Lo ha hecho mal, rematadamente mal, fracasando en la aplicación de la política social y laboral, agravando los males económicos al no abordar la crisis 'por los cuernos' desde un principio, por andar con paños calientes jugando al disimulo, y mintiendo sobre una crisis que nos estaba devorando.
Estoy convencido, que la falta de previsión y la inconsciencia, unidos a la indecisión inicial, han conducido hasta el abismo la economía de España, y han provocado soluciones de urgencia lamentables como ha podido ser esta Reforma Laboral.

Yo no sé si un gobierno del PP lo hará mejor, lo que tengo clarísimo es que esta gente debe ir fuera por su probada inoperancia, y por su ineptitud.

En el 96, los españoles se cansaron de un gobierno incapaz de controlar el paro, de frenar la inflacción, y envenenado de corruptelas e indecencias que en un momento dado se apoderaron del pais, y en ese instante decidieron cambiar la suerte para aceptar a un gobierno de derechas.

El PP pareció sanear un país podrido, pero un lustro después cedió a los cantos de sirena del 'guardian de occidente',  se entregó a la mentira e inició su cruzada libertaria que nos condujo  a entrar en una guerra de intereses y muertos por dinero y petroleo, y otros conflictos bélicos por el estilo.  Ese gobierno tuvo su merecido y sucumbió en el 2004.

Ahora pasa lo mismo, y es la grandeza de una democracia, tener la posibilidad de castigar a los políticos que mienten, se sirven o naufragan en la consecución de sus proyectos.

Los sindicatos sólo son una mosca sobre un pastel boda, los verdaderos culpables son los 'novios' que interpretan la farsa frente a todos nosotros, y encima nos cobran el festín.

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