COMPAÑEROS DE CAMPSARED



"Podeis decir lo que pensais de vuestros encargados, de los objetivos, de la venta activa, de los cursos, de Sumando valores, seguridad, promotores del cambio, sindicatos, y todo lo que querais. Hubo en tiempos un blog de un compañero en donde mucha gente dejó sus comentarios, hoy no existe y como alternativa nace CAMPSARED BLOG, para reunir a todos los que somos COMPAÑEROS DE CAMPSARED"

Este blog, como indica en la cabecera, originariamente fue creado por un compañero llamado EXPENDEDOR-VENDEDOR el 20 de noviembre de 2008 pero problemas técnicos le impidieron actualizarlo, lo que dio pie a la creación de esta segunda etapa renovada que es la que se abre a continuación.
Como aquel, mantiene la idea de tener una plataforma de comunicación, de reivindicación y sobre todo un medio de expresión para todos los trabajadores de CAMPSARED y de REPSOL, y a la que quedan invitados cualquiera de los trabajadores de EESS sean cuales sean sus marcas.

Bienvenidos todos a este foro de diálogo e información.

Recordar que si visitais esta página por primera vez, para conocer el contenido completo de este blog desde su nacimiento, deberíais comenzar por el antiguo blog pinchando en este enlace:

'www.campsaredsprint.blogspot.com'





13 de julio de 2023

JULIO -AGOSTO-SEPTIEMBRE 2023, Comentarios

¡Hola! ¡Bienvenido al mundo de los descuentos y la gasolina! Hoy te hablaré sobre la aplicación de descuento Waylet de Repsol, y cómo la empresa nos insiste constantemente en que hagamos contratos de la misma. Pero también quiero destacar el tremendo esfuerzo que hacen los expendedores de las estaciones de servicio para cumplir con las exigencias de la empresa. Así que prepárate para disfrutar de un texto desenfadado y lleno de humor. 
 

Waylet, esa aplicación mágica que nos promete descuentos en combustible, tiendas y lavados de coche. ¡Quién no quiere ahorrar unos euros en su tanque de gasolina mientras compra una chocolatina o deja su coche reluciente! Y Repsol, con su tono amigable y persuasivo, nos anima a descargar Waylet y hacernos socios para disfrutar de todas sus ventajas. Pero, ¡ojo! No se trata solo de descargar la aplicación y ya está. No no. Repsol quiere que vayamos un paso más allá y nos hagamos socios premium. Sí, esa palabrita que suena a lujo, pero que en realidad significa que debemos hacer un contrato de luz, de gas y de otras energías. ¿Qué implica esto? Pues comprometernos con la aplicación y con la empresa a utilizarla de manera exclusiva en todas nuestras visitas a las estaciones de servicio. Aquí es donde entra en juego el esfuerzo titánico de los expendedores de las estaciones de servicio. Imagina a esos valientes trabajadores, que día a día reciben decenas de clientes con sus móviles en mano, esperando que les escaneen su código Waylet y les apliquen el ansiado descuento. ¡Vaya responsabilidad! 
 
Los expendedores deben estar siempre alerta, con los ojos bien abiertos, para no cometer el pecado capital de olvidar escanear un código Waylet. No importa si estás comprando un café rápido o llenando el depósito de tu vehículo, la exigencia de Repsol es clara: ¡Hay que hacer captaciones Waylet!, ¡escanea esos códigos y otorga los descuentos! ¡No hay margen de error! Imagina la situación: un cliente despistado llega a la caja con una bolsa de patatas fritas, un refresco y un litro de leche. Pero, oh-oh, ¡se le ha olvidado escanear el código Waylet! El expendedor, con su sonrisa y su gracia, le dice: "Disculpe, señor/a, pero para obtener tu merecido descuento, necesito ese código Waylet". El cliente mira con ojos de sorpresa, palpa sus bolsillos, busca en su bolso y, finalmente, lo encuentra. ¡Resuelto! La crisis se ha evitado y la felicidad vuelve a reinar en la estación de servicio. Pero no nos olvidemos de los clientes que no tienen Waylet. ¡Pobrecitos! Son esos despistados que aún no se han dado cuenta de los beneficios de la aplicación. Aquí los expendedores despliegan toda su persuasión y habilidades de venta: "¿Tiene usted Waylet? Se está perdiendo descuentos y promociones exclusivas. ¡Descárguela ya y únase al club de los ahorradores!". 

 En resumen, Waylet es esa aplicación que nos invita a ahorrar mientras disfrutamos de los servicios de Repsol. La empresa nos empuja a hacer contratos Waylet, y los expendedores de las estaciones de servicio hacen un esfuerzo increíble para mantener el nivel de exigencia. Pero, al final, todos salimos ganando: los clientes ahorran unos eurillos, Repsol fideliza a sus clientes y los expendedores hacen malabarismos para que todos estemos contentos. Así que ya sabes, la próxima vez que vayas a una estación de servicio de Repsol, saca tu móvil, busca el código Waylet y prepárate para disfrutar de esos descuentos que te harán sonreír mientras llenas el depósito de tu coche. ¡Viva el ahorro y el buen rollo en las estaciones de servicio!

TEXTO REDACTADO POR UNA IA (INTELIGENCIA ARTIFICIAL)

Reflexión: ¿Habrá algún día androides que realicen nuestro trabajo sin resultar cansinos?



1 de abril de 2023

1 de enero de 2023

ENERO-FEBRERO-MARZO 2023, Comentarios

Feliz año compañeros (y compañeras), terminamos el año 2022 apretados y con las estaciones llenas de gente ansiosa para aprovechar el descuento de los 20 céntimos del estado que tanto trabajo y disgustos nos ha traído. Pero después de ese agobio ha llegado el sosiego, para nosotros ha sido un descanso, un alivio frente a ese embrollo que era el código QR.


    Al fin, empezamos bien un año. Tras unos días de paz, todavía llegan algunos despistados que nos preguntan por el dichoso descuento, gente que vive en el limbo y que tampoco se hubieran enterado si hubiera sido el fin del mundo; seres felices.

    Pero pasadas las navidades, vuelve la rueda del molino, vuelven los jefes y los encargados a apretarnos con eso de las ventas. Otra vez el agobio nuestro de cada día: vende mantas, vende esa mierda de mochilas (que yo no querría ni regaladas), vende cuchillos, haz captaciones Waylet, vive un sin vivir, porque «tanto vendes, tanto vales», y todo lo demás es accesorio, secundario, no tiene importancia. Hemos llegado a un punto en el que su obsesión se está convirtiendo en tortura. No sé donde vamos a llegar. Yo ya he empezado a tomar ansiolíticos, me están creando sentimiento de culpabilidad, no sirvo si no he vendido una puta manta, soy un inútil, un lastre. «Estais hundiendo a la empresa», me dijo una vez un jefe de zona, ¡Maldita sea, qué malos somos!, algunos jefecillos van a cobrar menos incentivos por nuestra culpa, que lástima, somos unos ingratos, que encima queremos cobrar más.

                           ¡¡Vende unas cuantas mantas, joder, y hazte unos Waylets!!

1 de septiembre de 2022

SEPT.-OCT.-NOV.-DIC 2022, Comentarios

    
Septiembre, comienzo del curso escolar, pero nosotros a lo nuestro, vender, vender y vender, como si nos fuera la vida en ello. ¿Cuántas palmeritas llevais, cuántos vaper, cuántas SP y cuántos estuches de colores habeis vendido, cuántos Disney? Todos los días la misma cantinela, por la mañana y por la tarde, cuanto, cuanto, cuanto. Es esa forma sutil de darnos un empujoncito (que no una palmadita), ese posarnos la mosca cojonera en la oreja para que recordemos que hay que esforzarse más. Pero también están los check list, y la cantidad de papeles que hay que rellenar por si llega la auditoría y nos suspenden.  Cada día nos entretienen más con idioteces para que una vez al año que viene el auditor acaricie esas hojas con la palma de la mano, o como mucho entretenga un segundo su pulgar haciendo correr rápido el fajo de folios que hemos tenido que rellenar con esfuerzo, sacando tiempo de donde no lo hay, a lo largo de trescientos sesenta y cinco días.
 
  ¡Y a los clientes que les den morcilla! Ah no, que hay que multiplicarse y abarcar como Dios cientos de cosas, tocar todas las teclas, como pulpos, como humanoides que todo lo soportan.
  
 
Este año, dicen que se ha dado de baja mucha más gente que nunca por problemas psicológicos, por estrés, y no me extraña, exigen de nosotros más de la cuenta, la mayoría de las veces no se cubren las bajas y tenemos que hacer malabarismos con jornadas partidas, o trabajando solos.   Eso es desatender al cliente, y la culpa no es nuestra, aunque llegue el Jefe de Zona y nos endiñe toda la responsabilidad por que no hay tornaditos hechos, o por que hay papeles por la pista. ¡Señor, ya no podemos más! Los contratados para las vacaciones ven pronto el percal y huyen despavoridos, pocos han cumplido satisfactoriamente con su periodo de suplencias. Cada vez será más difícil encontrar gente para trabajar en esto. Los antiguos tenemos la piel dura, encallecida por los años y lo aguantamos todo, pero reconozcámoslo, este es un trabajo de mierda y está muy mal pagado. Tienes que tragar sapos y culebras, trabajar como un negro (que se decía antes), doblar el espinazo, pasar horas de pie, en tensión, para que no se escapen (que se escapan, y más que nunca, los coches sin pagar), vender y al mismo tiempo sonreir como si el cebollino que nos están metiendo por el culo fuera de nuestro gusto.

    En fin, comienza el año laboral y nos toca coger aire, a partir del día nueve vuelve la marabunta, los niños empiezan con el cole, y nosotros multiplicamos el trabajo. Brindo por que aguantemos la que se nos viene encima, somos duros, pero somos humanos, nuestro esfuerzo debe tener un límite. Que así sea, podeis ir en paz.