PENSAMIENTOS (de un cliente cualquiera)

Habemus papam, quiero decir que tras la fumarada blanca del recuento, a estas alturas ya tendremos un nuevo presidente de gobierno: 'El elegido', el que anuncia la profecía pepera que ha de sacarnos de la crisis.  No está de más no obstante que crucemos los dedos, pues todo apunta que quien va a gobernar, puede ser recordado en el futuro más como "Marianico, el cortes" que como Mariano "el magnánimo".

La situación es grave y no está para bromas, ya lo sé, pero en Europa ya jalean con palmas al equipo de jardineros que ha de quitar la broza al parque público y privado de la hacienda española.

Y no cabe otra, tal como está el jardín. Esperemos que no nos quemen como rastrojos en una de estas limpias que va a haber que afrontar.

Mientras tanto, la vida sigue, hoy es lunes, día de descanso. Me levanto entonces, dispuesto a cumplir de una buena vez los encargos pendientes que una semana de trabajo no me permiten. Salgo a la calle salvando restos de naufragio y de fiesta del pos-terremoto electoral.  Las mismas colas para el pan, las mismas madres con los hijos al cole, el mismo cielo oscuro. Hoy es día de mudanza, de confusión, y entre los que se toman el café, alguno piensa que hemos tocado fondo, y otros cuantos, que 'en España empieza a amanecer'.

Al montarme en el coche, me doy cuenta que olvidé poner combustible la noche anterior. Ayer estaba a 1,325, ¡Coño, que caro! Siempre que paso frente a la estación de servicio de mi barrio, me fijo en esas cifras como si fueran las medidas de una chica estupenda "90-60-90" que un día fuera a enseñarme algo distinto, algo nuevo.  Un vistacillo con disimulo, y un bufido. Son cifras que apabullan, nada cautivadoras,  y comparadas con mi sueldo, siempre, siempre me parecen  brutales como si en vez de la muchacha perfecta, me encontrara con un púgil de sumo con tutú, tremendo.

Finalmente entro en la gasolinera. De acuerdo con los especialistas, al ver que el “diesel” en esta hermosa mañana de noviembre ha amanecido al íncreible precio de 1.354 euros, procedo en el siguiente orden, a cagarme de manera literal en la madre de los sujetos e identidades, que a continuación enumero:

Toma candela (Campsared Blog)*

1) Muamar el Gadafi (porque  provocó la tormenta)
2) Hugo Chávez (por tocapelotas)
3) El presidente de Irán (por buscapleitos)
4) Barak Obama (por sospechoso)
5) Shell
6) Repsol
7) En el precio Platt
8) La relación euro/dólar
9) En las economías emergentes (En los chinos sobre todo)
10) En el director general de Tributos del Ministerio de Economía y Hacienda que propone aumentar el impuesto sobre los carburantes en 2,80 céntimos por litro para obtener fondos adicionales que sirvan en la reparación de carreteras, puentes, y en la supuesta reducción de accidentes fatales…

Cada vez que  pongo combustible lo mismo.  Me descompongo por las patas abajo mientras lleno y compruebo que aquello no se acaba, ¿se estará saliendo por algún sitio?, pasan los minutos y aquel pequeño coche traga sin pausa por la garganta profunda del depósito, haciéndome temer que no me llegue el saldo de la Visa, ¿Donde lo echa? me pregunto, si luego no dura 'na'.

Expendedor alegre (Campsared Blog)

Y en lo que paso la tarjeta y el dependiente me pregunta -con esa cara inexpresiva de que le importa un carajo cómo me siento- si pagaré en dinero o en papel, me pongo a pensar que la lista que redacté se queda corta, debiera ser interminable, mucho más larga que los litros que he repostado, mucho mayor que el tiempo que durará aquel combustible.

Y en esto, el gasolinero me ofrece quesos, naranjas y jamones, y me enseña  una ristra de cupones en colores alegres, como queriendo encasquetarme la "estampita", y enseguida le incluyo dentro de mi lista.

De lo que estoy seguro, es que ninguno de los mencionados y de los que pueda añadir, y de los políticos que acaban de llegar, van a darme respuesta a la simple pregunta que lógicamente me asiste: ¿Hasta dónde cojones va a continuar subiendo?

DF/Anksunamun
*Disculpas al compañero de www.facebook.com/soyexpendedor, por tomarle prestado el logo de su página.

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PROXIMAMENTE

Una historia de superación que les conmoverá, un drama de los que se te clavan muy adentro

EL CRACK

BUENOS Y MALOS

Es un bosque espinoso donde me estoy metiendo, ya lo sé. Este país está hirviendo, y no por el calor, que se ha alargado más que nunca, sino por que las cosas no están como debieran, ni son del gusto de la gente, de la que yo me cruzo por la calle o en la gasolinera, a la que escucho y veo indignarse por las bravas, mucho más que si fueran un grupo boixos nois puestos de anfetaminas.

Y no me refiero al 'club de fans' del 15-M, que han tocado en más plazas que la 'Orquesta Platería', sino a la indignación de los que no se manifiestan, esa que rumias frente al espejo mientras te cepillas los dientes, o que te llevas a la cama como si fuera un cuento que te cuentas antes de dormirte.
Los políticos no convencen a nadie, la gente rabia por la crisis, y todo el mundo mira hacia ambos lados buscando algún culpable. Todos están que arden, no hace falta acercarles un mechero para que salten encendidos de ira criticando a diestro y a siniestro - textual -,  se critica a la izquierda, a la derecha, a los sindicatos, a los políticos, a la iglesia, se reprende a los jueces, a los que juzgan a los jueces, a los jurados, a los reos, a los que son de fuera, a los de dentro, a los que venden coches, a los que venden casas, a los que no quieren venderlas, hasta los buenos chicos de la JMJ se llevaron su cuota de reproches, y eso que estaban bajo el 'patrocinio' de Dios.

Y es que todos están en boca de todos, da lo mismo que seas gasolinero, que estudiante, perroflauta, vendedor de la once o funcionario del ayuntamiento, siempre hay alguien que te critica por hacer -da lo mismo- lo que sea. Se reprocha a los bancos por su cicatería, se reprocha a los bancos por su pasada esplendidez, los políticos son todos censurados vistan de azul, de rojo, o con traje de luces, el país entero está lleno de culpables que se miran unos a otros con fastidio mostrándose los dientes, y cuando no se quiere discutir, te mean las opiniones, y cuando vas a coger una, está impregnada e inservible y debes coger otra más chillona que acalle a las demás.

Tomas la prensa y huele a 'orín' que tira para atrás, cuesta encontrar una noticia positiva, y si aparece, viene nacida de algún desastre natural o financiero y se asoma como un gusanillo que dijera ¿Que hago yo aquí?

Buenos y malos (Campsared Blog)

Pones la tele (perdón por mi opinión) y es toda intransigente y sectaria. La 10, La 7, Intereconomía, Metropólitan, Veo, y hasta las autonómicas tienen un tufo sospechoso, y es extraño, por que en la calle, todo el mundo maneja planteamientos  de desarrollo y soluciones progresistas.  Hasta los de derechas tienen una agenda social que te conmueve y hace considerar si tal vez tu, que te preocupas poco por el mundo, no serás un cabrón como los que tienen estatuas.
Sin embargo, cuesta encontrar en nuestras 'teles planas del futuro' opiniones que no sean del pasado, moderación e imparcialidad, ¿Donde ha quedado el periodismo independiente que había de hacernos libres?

La prensa tiene más colores, pero tres cuartos de lo mismo, si cae un meteorito sobre la Catedral de Burgos, unos dirán que es culpa del gobierno, y otros que de la oposición, si alguno opina algo distinto, le tacharán de antisistema y le dirán que acampe en los Monegros donde más fácilmente pueda partirle un rayo cuando truene.

Hay heridas que no se cierran, aunque la mayoría nunca las sufriéramos.  Tal vez Franco tuviera rabo y un tridente, yo no sé, sólo lo pude ver alguna vez cuando había Nodo y España estaba en blanco y negro, no pude distinguir o no me acuerdo,  pero han pasado tantos años, tantas cosas, que remover estatuas o placas de las calles no hace sino levantar polvo que se mete en los ojos, y que nos encabrita por si del polvo vienen lodos, y estos son de derechas o de izquierdas.

Crisis económica (Campsared Blog)

El panorama está lleno de malos, los buenos campan por su ausencia, son florecillas discordantes nacidas en medio de un zarzal. La gente no tiene trabajo, los que lo tienen van prendidos con alfileres y como se descuiden se vuelan y lo pierden. España ha entrado en caída libre y unos echan a otros la culpa, y el run run acongoja, por que suena a naufragio -algo así debieron de sentir los pasajeros del Titanic, ruido y gente que grita-, mientras el FMI pone la música con su estridencia de violines y todos asustados vamos con nuestro salvavidas puesto hace unos años, de modo que es imposible moverse, y mucho menos el dinero, que necesita espacio libre y aire que lo mueva.

España está crispada, la crisis, que llegó no se cuando, ni se por donde ni por qué, se ha instalado sobre nuestras cabezas como si fuera un nubarrón bien grande que no nos deja andar tranquilos, unos por que no se fían, los otros por que no tienen paraguas, los que lo tienen temen que se les rompa, los que no saben donde ir por que ven que no va nadie a ningún lado, los que señalan a los otros por que la nube es suya, los que por culpa de este asunto se quedan sin salir, en fin, que ¿donde está el final del túnel?, si la banca no suelta prenda no se invierte, y entonces no se gana y no puedes gastar.  Si tu no gastas, ni el vecino, no ganan los bancos, y por eso no quieren soltar prenda. Parece un trabalenguas, o una adivinanza, o un chiste.  Lástima que no lo sea.

Ahora llegan las elecciones, nuestros políticos nos venderán entradas para la resurrección de los muertos y otros milagros de índole económica.  En un decir amén, van a cambiar las cosas, y el movimiento destructivo de nuestra economía va a transformarse en una fábrica de chocolate, en un panal de rica miel, porque todos ellos guardaban recetas milagrosas debajo del colchón a la espera de que llegara este momento. Los políticos tampoco son los 'buenos', solamente se visten como si fuera carnaval y muestran sus enaguas de colores, las sonrisas postizas y la pollera colorá para que nos sintamos hechizados, les votemos y no nos demos cuenta que tras el 20-N volverán las oscuras golondrinas a llenarnos las tapias de cagadas, a recordarnos que todos somos malos, unos por que no vendemos, otros por que no compran, el resto por que no lo mueven, y otros pocos (los políticos) por que se la menean y no saben arreglar este estropicio.

Malos y cabreados (Campsared Blog)

CUENTOS GALLEGOS

Soy gasolinero de Lugo, expendedor vendedor para más señas, no vayais a pensar que soy un empresario de estación de servicio, de los que usan tirantes, tienen un Range Rover de lujo aparcado en la puerta, una querida de pelo oxigenado y cuatro o cinco empresas más, y en todas ellas racaneando en los sueldos de los trabajadores.  Nada de eso, soy un gasofa raso, mi jefe es... (¿Esto lo vais a publicar no?), una bellísima persona, muy campechano, solo lleva tirantes los fines de semana, conduce un Volvo V60, y solo tiene tres empresas.  Eso si, teñe un apaño con una brasileña sin que se entere su muller, ¡Uy!, pero que es muy formal, vamos, muy buena persona, cada domingo acude a misa con su esposa y da buenas propinas en los bares.

Eu quero falar vostede para explicaros un poco por encima todo este asunto que se habló el mes pasado y que aún colea, de la gasolinera  y el ministro, para que os quede claro que los gallegos, al menos los de a pie non somos mentirosos  ni tenemos más líos que los que cualquier otro paisano. Perdón si mezclo a linguaxe.

Eu traballo aquí. Antes de hacerse público que Pepiño Blanco estuvo allí reunido con el empresario Dorribo, ya hubo bastantes cargos públicos, y constructores y moitos empresarios galegos, gente de postín, -alguno estuvo hasta en el Pazo de Meirás (ustedes ya me entienden)-, que venían a xuntar-se en la cafetería, el aparcamiento y hasta en los baños, ¡Y  todos no serían maricones, digo yo!

Miren ustedes, como sabrán, y si no, aquí estoy yo para dicir, los inviernos en Galicia son largos y chuvosos, hay meses que no levanta el cielo, y a todas horas cae agua, ya sea con forma de aguacero, o suavemente, lo que aquí llamamos orballo, que te acaba calando igual, si andas cuberto ou descuberto, non importa.
Viviendo nestas terras, dejando aparte el campo y el cuidado de los animales, solo nos queda la jodienda, los bares y el xogo, y hasta ese punto quería llegar. Espero me siguieran.

La gasolinera de Guitiriz se encuentra en la autovía, a ocho kilómetros del pueblo, pero tiene un buen restaurante, sin ningún lujo, pero se come un polbo a feira de cuidao,  y los callos con garbanzos ni os cuento, y si la Herminia, su muller se pone a ello, te face unas filloas que son de vicio. Y los domingos, de marqués, la semana pasada sin ir más lejos nos comimos un rodaballo a la gallega que aún me chupo los dedos tratando de sacarles sustancia de cuando mojé el pan.

Es por eso que aquí acuden políticos hasta desde Madrid. Aquí estuvo Correa, y hasta Camps vino una vez desde Valencia (convidado eso sí), y 'Cachuli', y Jesús Gil venía mucho, y Luis Roldán, y Juan Antonio Roca todos los fines de semana. También Maite Zaldibar; mucha gente importante, persoas ricas.

Pueden ustedes verlos... (¿Van a hacer fotos?) en las paredes del local, junto a toreros y futbolistas.
Los marcados con una cruz son los políticos que ya no vienen por aquí.
(¿?) (Al ver mi cara de extrañeza me explicó: "Es que están en la cárcel" -se reía- "Son muchos, ya lo sé. Será casualidad..." - seguía riendo).

Mire usted, en los negocios hay que renovarse, y con el paro, ya se sabe, menos gasoleo que vender, así que el jefe, una bellísima persona (No le diga lo del dedo corazón), decidió enfocar el negocio hacia los políticos, que nunca tienen crisis, y los empresarios, que mal que bien, siempre manejan, así que, nesta gasolinera solo tienen descuento persoas con cargo de prestigio, y propietarios que teñen la tarjeta 'Galicia Club Platino', que garantiza cuartos sen problemas. Esta gente es muy suya, mira mucho o diñeiro (Mi sueldo mismamente es una mierda, pero esto no lo diga), solo se gastan en lo que puedan desgravar, y en "Casa  Xurxo" todo va facturado, y en el concepto que ellos quieran, como tiene que ser, el cliente es el que manda.

Uno muy conocido del P..., bueno, de un partido importante, se trajinó a una fulana en el lavabo, y se lo facturaron como comida de trabajo. Aquí cumplimos todos escrupulosamente con hacienda. Gente legal.
Dentro de la inversión que hizo mi jefe, donde antes estaban las duchas de camioneros, hizo una sala para xogo, donde montan sus timbas los paisanos, además de unos pequeños reservados donde los empresarios juegan al Monopoly -por lo menos en los últimos años-, nada malo.
No es que los viera con frecuencia, pero unas cuantas veces que fui a llevarles sandwiches o unos cafés de madrugada, cando cerraba el bar, y les dejaba las napolitanas y el orujo, allí estaban ellos, jugando muy formales.
-Eu coloque nun hotel aquí-
-Y yo pongo unos apartamentos en la costa-
Y el otro, -Pues tes que pagar por que el terreno no es urbanizable, eso, o volver al la casilla de salida-

En fin, como nenos, se pasaban las horas jugando, pimba, pumba, montando y desmontando casitas, pagando multas y comisiones, comprando calles y terrenos, sobornando de broma, "Si tu me ayudas yo te ayudo", sanamente, felices como críos, nada de lo que luego han dicho los medios de comunicación (Si me río es por que estoy nervioso, eh).

La misma noche que estuvo aquí Pepiño con el Dorribo ese, estaba yo de turno. Iban con gafas negras, ambos con gabardina, entraron en un coche, mientras los guardaespaldas indo a pelar la pava u otra cosa al burdel que tamén ten meu xefe, detrás de los lavados: "La Almeixa alegre"
La noche era fresquina, muy tranquila, xogaba el 'Depor' por la tele y había poco trabajo, las pilinguis languidecían ante la ausencia de clientes.  Se escuchaban perfectamente los grillos y los coches pasando alguna vez. Quería sacarle un autógrafo a Pepiño (tengo un primo del PSG que se pirria por esas cosas), así que anduve por allí, disimulando, medio escondido entre las sombras.

Estuvieron sentados en el coche, comiendo pipas un buen rato, apenas sin hablar, mirándose a los ojos.  Rompió el silencio Blanco que le dijo: "Soy creyente" y el empresario respondió: "¿Y por que no me crees?". Eu non quería escoitar máis, los problemas del corazón no me interesan, pero me dio sonrojo romper aquel momento, así que me quedé en silencio, e inmóvil junto al coche, coa esperanza de escapar pronto.

Fue un minuto de quietud imponente.
 -¡No puedo... no puedo!, jarrl,  eres un fistro duodenal, un pecador de la pradera- Le dijo el uno al otro.  
- "¡jooorr!"-  Respondio aquel. Luego, nuevos silencios inquietantes, y unos ruiditos que no sabría decir.
Pasado un tiempo se marcharon. Viniéronsé de nuevo los escoltas y se fueron de allí con viento fresco, mientras se abrochaban las braguetas.

Pero antes de marchar sepan que capturé unas frases con el micrófono del móvil que irán conmigo hasta la tumba. Eu non podo dicir máis. Y voy a contároslo por que me caeis bien, y por los 300 € que me habeis pagado (esto no lo pongais), que soy galego pero no tonto.  Mejor escuchais lo que falaron dentro do coche.  Fala el ministro, aunque no lo parezca:

Play(LAMENTABLEMENTE EL AUDIO SE HA PERDIDO EN LA NUBE)

Por cierto, y este periódico de Casared que es, ¿Á dereitas o  á esquerdas?,  es que aquí en Galicia...
- ¿Que? -
- Pues depende...- Volvió a reír.

PD.: Perdón por las cagadas lingüísticas.

NOVIEMBRE 2011, comentarios

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